Crónica Atlàntida Film Fest 2020: “Last and First Men” apocalipsis brutalista en el blog de Filmin

Crónica Atlàntida Film Fest 2020: “Last and First Men” apocalipsis brutalista

Autor: Manel Domínguez Fuente: Filmin

No aparece ninguna persona durante el metraje de “Last and First Men”, pero en ella destacan tres protagonistas muy especiales: los testimonios del brutalismo yugoslavo; la voz de Tilda Swinton y la música de Jóhann Jóhannsson, el fallecido compositor islandés que también dirige la película. Encumbrada como la gran película de este Atlántida Film Fest 2020”, esta ópera prima de ciencia ficción distópica llamada marcó uno de los momentos álgidos del pasado Festival de Berlín, donde tuvo su premiere mundial.

¿De qué va?

En dos mil millones de años, una futura raza humana se encuentra al borde la extinción. Cuando prácticamente lo único que quedan son monumentos solitarios y surrealistas, estos individuos que están a punto de desaparecer envían un mensaje a la sociedad moderna explicando el auge y la caída de la civilización.

¿Quién está detrás?

Jóhann Jóhannsson ha dado su vida por el cine. Su laureada trayectoria en el mundo de las bandas sonoras da buena fe de ello. Partituras inabarcables y profundamente creativas como “Mandy”, “La teoría del Todo” y su trabajo con el cineasta Denis Villenueve en “Prisioneros”, “Sicario” y “Arrival” le convirtieron en uno de los compositores más destacados y solicitados del mundo. La banda sonora de “Arrival” la llegó a editar el prestigioso sello alemán de música clásica Deutsche Grammophon además de ser nominada al Oscar. “Last and First Men” es su primera y última película como director, ya que por desgracia el islandés falleció hace dos años a causa de una trágica sobredosis.

¿Quién sale?

A pesar de que los cuerpos arquitectónicos del brutalismo yugoslavo lleven la batuta, es la magnética voz de Tilda Swinton la que ejerce el papel de aeda dentro de esta meditativa obra.


¿Qué es?

Una sinfonía de ciencia ficción minimalista sobre el crepúsculo de la existencia humana que evoca tanto al cine de Béla Tarr como a los relatos de Olaf Stapledon e Isaac Asimov.

¿Qué ofrece?

Inspirado por las fotografías del artista Jan Kempenaer, el compositor de bandas sonoras Jóhann Jóhannsson  decidía, en 2010, ponerse detrás de las cámaras para adaptar “La Ultima y La Primera Humanidad”, la exquisita novela que el escritor británico Olaf Stapledon publicó en 1930. Asombrado por una obra que narraba la ruina de una futura raza humana, Jóhannsson filmó los inhóspitos -y hermosos- deshechos arquitectónicos del plan urbanista de Tito, en otras palabras, los edificios y monumentos que componen el brutalismo yugoslavo. Un movimiento arquitectónico que pretendía exponer, a través del arte,  los mensajes edificantes de la Yugoslavia comunista; los incontestables frutos del socialismo y el valor del colectivo para así integrarlos en el día a día de los habitantes yugoslavos. Es de una puntería sobresaliente  como Jóhannsson desnuda estos páramos nublosos de hormigón como una parte consumada de la anodina sociedad que retrata. Una humanidad atada en la idea de lo comunal cuya debacle ha provocado la destrucción de su modus vivendi, obligándola a abandonar sus receptáculos y viviendas y por si esto fuera poco, a renunciar a su lenguaje.

Siendo honestos, la abierta radicalidad de la que hace gala “Last and First Men” en sus 71 minutos de metraje no es tanto por su fascinante aparato narrativo, ya que, al fin y al cabo, responde a los cánones clásicos de los grandes relatos de la ciencia ficción de corte existencialista –“Fundación”, “Dune”-. Su mayor baza es sin duda el dispositivo formal que articula. A partir de un exuberante 16mm en blanco y negro, el cineasta se revela como un creador de imágenes único que sigue la estela plástica de artistas afianzados en el minimalismo como James Turrell  y cineastas como Béla Tarr y Salomé Lamas


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