Mr. Wain (2021), de Will Sharpe

Acercamiento biográfico al británico Louis Wain (1860-1939), el mayor de seis hermanos, el resto mujeres, de las que tuvo que hacerse cargo cuando su madre enviudó. Apasionado de los inventos como la moderna electricidad, ganaba dinero como ilustrador de publicaciones como “The Illustrated London News”, y se casó con Emily Richardson, la institutriz de sus hermanas. Alcanzaría la fama gracias a sus dibujos de gatos, con estilos muy diversos, realistas, antropomorfos, e incluso con estilo futurista. Su vida no estuvo exenta de penalidades, por la poca habilidad empresarial de Wain para explotar sus creaciones, por las diferencias con las hermanas, por la salud de su esposa, y por su propio estado mental.

A priori el personaje de Wain, y más si se encarga de darle vida un actor tan consumado como Benedict Cumberbatch, resulta atractivo. Porque estamos ante el clásico tipo con rasgos geniales, básicamente buena persona, pero al que lo que sucede a su alrededor le desborda. El problema del film, con dirección de Will Sharpe y guión de él mismo y Simon Stephenson, es que no acaba de poner el foco en algo, convirtiéndolo en el asunto central de la narración. Se trata de un problema bastante común en los filmes biográficos, por lo que sorprende que se haya caído en la dispersión, nunca tenemos claro hacia donde se dirige el relato, punteado además con una molesta voz en off.

¿La historia de amor? Se despacha bastante deprisa, además de que no nos creemos que el personaje de Claire Foy sea diez años mayor que el de Cumberbatch. ¿Las hermanas y la madre? Se pasa de la unión a la desunión de modo pendular, sin mucho sentido. ¿El mentor al que da vida Toby Jones? La relación no está trabajada, y el plano de su muerte en un restaurante tiene un extraño efecto. Queda entonces la faceta artística de Cumberbatch, su pasión por los mininos y la admiración del público, es bien conocida la querencia gatuna, estos animales parecen despertar ternura y afecto en muchas personas. Y vemos al protagonista pintando, y se nos subraya también por un bello plano pictórico, el momento de felicidad absoluta de Louis y Emily. También se nos sugiere visualmente el deterioro mental del protagonista, con la evoluciones que experimentan sus ilustraciones de gatos, pero también en los planos subjetivos de lo que el propio Mr. Wain ve.