La noche del 12 (2022), de Dominik Moll

Historia inspirada en hechos reales, uno de esos muchos casos sórdidos de asesinato que la policía se esfuerza por resolver, sin éxito. La noche del 12 de octubre de 2016, Claire sale de casa de una amiga tras una agradable velada, lo ha pasado bien, incluso le envía un vídeomensaje con su móvil lleno de cariño. No sospecha que instantes después un tipo le va a arrojar un jarro de gasolina a la cara y le va a prender fuego, matándola por quemaduras de un modo horrible. Yohan, que acaba de tomar el relevo a un veterano en la investigación criminal, lidera las indagaciones, lo que junto a compañeros como Marceau conduce al interrogatorio de muchos sospechosos. Y es que aunque Claire era inteligente y risueña, querida por sus conocidos, tonteaba con muchos hombres, casi siempre poco recomendables.

Dominik Moll descolló con Harry, un amigo que os quiere, pero luego ha llevado una trayectoria algo irregular, donde sobresale principalmente la serie Eden. Ahora, como director y coguionista, recupera definitivamente su potencial de años atrás con una historia que sabe atrapar bien la mezcla de profesionalidad y frustración que puede adueñarse de un policía que se ve impregnado continuadamente de las suciedad de un mundo sórdido. El deporte que practica Yohan para soltar adrenalina, el ciclismo, deviene en poderoso símbolo, pues lo practica en interior en un velódromo al principio, pero finalmente sale al aire libre en carretera, para hacer una ascensión.

Moll sugiere que las llamadas personas normales no saben mantener buenas relaciones, con frecuencia acaban fastidiándolas, cuesta conciliar familia y trabajo. También apunta a la problemática no sólo de la promiscuidad, sino a la de la masculinidad tóxica reflejada en su mirada a la mujer como forma de resolver las necesidades de su instinto sexual. Sin duda que el título juega con el de la obra de Shakespeare "Noche de reyes", originalmente "Twelfth Night".

Sabe el director mostrar de modo convincente la rutina policial, no tan glamurosa como la pintan algunas películas. Y la larga investigación, que nos lleva al tercer aniversario del asesinato, tiene un par de momentos intensos, que Moll maneja con maestría, con motivo de la vigilancia del lugar del crimen y de la tumba de víctima. Todo el reparto lo hace muy bien, aunque destacan Bastien Bouillon y Bouli Lanners, no sólo colegas policías sino amigos.