Obispo Salvador Rangel Mendoza, perseguido y revictimizado por el Estado Mexicano

Por Victoriano Sánchez Carbajal
Revictimizar a una víctima del delito, representa una grave violación a los derechos humanos de cualquier ciudadano.
Ante la desaparición denunciada del Obispo Salvador Rangel Mendoza,  quien ha sido una voz penetrante que señala la ineficiencia y eficacia del Estado Mexicano en materia de seguridad pública en Guerrero y en México, surgieron las versiones de su aparición, totalmente plagadas de la mano que mece la cuna seguramente a nivel nacional,  tratando de destruir el prestigio, la imagen y la dignidad humana de una víctima del delito.
Lo anterior por las siguientes razones:
1. Manifestó públicamente el Secretario de Seguridad Pública del Estado de Morelos, que el Obispo Salvador Rangel se encontraba vivo en un hospital y totalmente  drogado, trascendiendo también que había sido golpeado.
Es Claro que una persona de notable  intelecto como lo es un presbítero, que tiene muchos años de formación académica y en el presente caso de experiencia en la profesión clerical, no va a consumir drogas en exceso que le causen un perjuicio en su salud por su propia voluntad, máxime si no hay antecedentes de ello con antelación.
Además de que por su edad avanzada se aprecia que su salud siempre la ha cuidado, por lo que pretender acusarlo de drogadicto sin control a su avanzada  resulta ser risible ante cualquier razonamiento no solo jurídico sino popular, respecto de una imputación que pretende criminalizar a una víctima de delito con sustancias prohibidas como lo es la cocaína.
2. De la misma manera trascendió por declaraciones del propio Secretario de Seguridad Pública de Morelos, que el lugar dónde el obispo había estado era en un motel de paso  y que se habían además  encontrado seis condones, uno de ellos usado así como  lubricante y que conforme a la grabación de la cámara de vigilancia,  se le vio entrar por su propio pie, caminando junto con un jovencito de su mismo sexo.
Lo anterior sin duda deja ver la enanés mental de una estrategia encaminada a destruir la imagen y dignidad de un hombre que ha alzado la voz en contra de la ineficiencia e ineficacia del estado mexicano para dar seguridad a sus ciudadanos en Guerrero y en México, ya que una persona como lo es el Obispo Salvador Rangel, primero  líder de opinión, así como líder religioso y social, reconocido en su comunidad religiosa catolica y en los círculos políticos, claro está que no entraría caminando por su propio pie, para que una cámara de vigilancia grabara su proceder, si no es bajo una real amenaza de un peligro grave sobre su persona o la de algún ser amado o querido, observándose manos oscuras que intervinieron en este evento delictivo teniendo como objetivo fundamental denigrar la persona del clérigo, su reputación y su vida, sin importar atentar en contra de los Derechos Humanos que surgieron precisamente en la búsqueda del respeto a la dignidad humana.
Lo anterior también deja ver  las omisiones del Secretario de Seguridad Pública del gobierno del Estado de Morelos, que consecuentemente traen responsabilidades de este detestable servidor público que desconoce su obligación como primer respondiente en la escena del hecho delictivo.
3. La vida personal del obispo Salvador Rangel Mendoza  y sus preferencias sexuales, cierto o no lo dado a conocer públicamente, son privadas. Es una verdadera estupidez que el estado mexicano con la implementación de leyes que criminalizan las terapias de conversión aprobadas recientemente por el senado de la República con el supuesto argumento de respetar el libre desarrollo de la personalidad como un derecho humano, dónde criminaliza a los padres de familia, terapeutas y ministros de cultos religiosos que pretendan influir en la orientación sexual de cualquier persona desde la niñez y que tiene realmente como fin la persecución de la iglesia, sin importar movimiento religioso de que se trate, use toda una maquinaria de comunicación local y nacional para denigrar la imagen de un personaje público como lo es El Obispo,  porque mire usted, desde el medio más chiquito hasta el medio más grandote, hacen pública la misma noticia, incluso aquellos que continuamente señala el Presidente como los que están en su contra, quedando claro que es una acción de estado, lo que debe ser considerado por las organizaciones defensoras de Derechos Humanos correspondientes para que este asunto si así lo desea el interesado víctima del delito es revictimizado por el estado mexicano, trascienda hasta la Comisión interamericana de Derechos Humanos y en su oportunidad ante la corte interamericana del mismo fin.
México no puede ser el ojo del huracan de acciones que continúen denigrando los derechos humanos de los ciudadanos y no queremos pensar que de no haber sido por haber levantada la voz por la asociación religiosa de la cual depende y forma parte el ahora víctima del delito, qué hubiera pasado con su vida. 
Lo que vemos enfrente, sin duda, es en forma lamentable y lastimosa una acción denigrante y pestilente que atentando en contra de todos los derechos humanos de una persona y del objeto fundamental del sistema penal oral acusatorio, donde prevalece reparar el daño de la víctima de un delito, se muestra todo lo contrario a través de los representantes del estado mexicano considerado este en sus tres ámbitos de gobierno, ante sus acciones y omisiones latentes hasta este momento.
Por lo anterior elevamos la más respetuosa protesta en forma enérgica ante los gobernantes en turno de México, del Estado de Morelos y del Estado de Guerrero, solicitándoles actúen conforme al marco de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, procurando preservar la vida y la dignidad humana de la víctima del delito Salvador Rangel Mendoza.
A la nación santa, al pueblo del señor Jesucristo, sus oraciones para el pronto reestablecimiento en su salud.
Excelente viernes a todas y a todos. 
Que Dios los bendiga grandemente junto a sus familias.