La llama sagrada

Estamos en 1942 en plena 2ª G.M., y EE.UU. se ve en la obligación de adoctrinar fundamentalmente a sus ciudadanos (los europeos son malos y andan locos) y para ello recurre a un buen director y actores de calidad. Monta una trama complicadísima en la que un hombre es adorado por todo el país (sin ser cantante ni actor) hasta el punto de crearse clubs de admiradores hasta en pequeñas poblaciones por todo el país.

En fin, todo esto para avisar a los despistados compatriotas que el fascismo es muy malo, y que puede entrar por la puerta trasera. Nos tiene intrigados pensando en cómo va a dar salida a todo aquel embrollo y al fin se descubre que el tipo no es más que un loco que pretender acabar con las libertades de todos.

Entiendo que los americanos de entonces ni sabían lo que era el fascismo, pero el método escogido me parece delirante, quizás apropiado para mentes que solo conocían los perritos calientes y el chicle (hay un personaje de la película que mastica chicle como si le fuera la vida en ello).

El pueblo americano siempre ha necesitado la figura de un héroe, de alguien íntegro, valiente, sincero y generoso capaz de defender los valores americanos y de dar su vida si fuera preciso por el país que siempre ha representado la libertad.

George Cukor se aferra a lo largo de la película en defender y promover la imagen de un héroe fallecido por una fatalidad, representando escenas de dolor y respeto por la figura de un gran hombre admirado por todos.

Pero los minutos de la película pasan lentamente, las ideas sobre lo que este hombre representó se acumulan de forma reiterativa en una oscura envolvente que parece no llevar a ningún sitio, un guion similar a un mazo pilón que machaca una y otra vez nuestra paciencia sin que la frescura ni el ingenio entren en escena.

Finalmente los acontecimientos se precipitan en los últimos minutos para aportar una solución pobre y fantástica muy a la altura de una historia nada creíble.

Tan solo las impecables actuaciones de los protagonistas Katharine Hepburn y Spencer Tracy se salvan de la quema con unos papeles realizados de forma digna.

Un reconocido periodista (Spencer Tracy) quiere escribir un libro sobre un carismático político que acaba de morir en un extraño accidente de coche, en principio solo contará con la ayuda de la viuda (Katherine Hepburn), pero a medida que empieza a investigar comienzan los problemas y las dudas.
La película de George Cukor es una ácida crítica sobre el periodismo y el sensacionalismo con un discurso final antifascista tan exagerado como poco creible, a pesar de eso Cukor consigue transmitir una angustia y un suspense que va creciendo a medida que avanza la película con una atmósfera muy opresiva y una excelente fotografia en blanco y negro hacia un final sorprendente e inesperado. "La llama sagrada" es una de esas películas que sale claramente beneficiada por las excelentes interpretaciones de su pareja protagonista, Spencer Tracy está genial como siempre y Katherine Hepburn demuestra una vez más porqué fué una de las más grandes.
Ya no se hacen películas como esta hoy dia, por eso merece ser vista.

No existe un momento para el sosiego porque la acción se apodera de la trama.
G.Cukor sabía poner las cosas en su sitio.
No hay que apartar los ojos de la pantalla porque cada detalle posee un significado, no hay nada que conjeturar, nada que inventar, nada que imaginar.
Basta con dejarse llevar.

El dominio que ejerce sobre la escena un sobrio y expresivo Spencer Tracy, una soberbia K. Hepburn de impecable réplica y la peculiar relación entre ambos componen una urdimbre tupida y sin fisuras.

Añadir que la carga de la ideología del director emerge en los recovecos del metraje -a veces con falta de tacto- pero su discurso mantiene una coherencia disciplinada, marcial, explícita y orgullosa.

La vi por primera vez el 18 de marzo de 2012 e hice una crítica que 3 de 4 usuarios les pareció útil. En esta crítica mencionaba que Hepburn, ya con el éxito merecido (es decir, dejando atrás lo de "la veneno de taquilla") se junta de nuevo con Cukor pero para hacer un drama, en vez de una comedia. También comentaba que está bien porque te mantiene intrigado, de saber qué ha pasado, ya que el papel de Hepburn parece una cosa al principio.

Una cosa que me llamó la atención de mi propia crítica es que mencionaba que el papel de Tracy, comentaba que estuvo en Polonia y otros países ocupados y fuera "muy feliz". Como si fuera una guerra más. Me sorprende, porque vista de nuevo, no recuerdo que eso pasase. Quizás, porque la primera vez que la vi, fue doblada y ahora la he visto en versión original... y quizás los diálogos cambien ligeramente.

Vista de nuevo, me gusta mucho el ambiente que crea, sobre todo a la misteriosa mujer del difunto.

Otra cosa que me llamó la atención es que realmente no ves en ningún momento sonreír a Hepburn, siempre tan seria e incluso algo amargada... algo muy diferente a lo que ha hecho hasta ahora. Seguro que fue un rato para ella este papel.

Le mantengo los 7 puntos que le dí en su momento.

Como curiosidad, el propio Cukor estaba muy descontento con la película y los políticos también la criticando diciendo que era muy de izquierdas. What? Madre mía... Igualmente la película no pasó por buenos momentos y no tuvo buena crítica. Aunque luego sí que la tuvo, y no obtuvo pérdidas, aunque le costó ganar, supongo porque hasta el mismo Meyer, no le gustó.