La cuenta regresiva ha comenzado y París 2024 está a solo 100 días de distancia. Sí, en poco más de tres meses los Juegos Olímpicos comenzarán una nueva etapa en lo que bien puede definirse como la gran apuesta del Comité Olímpico Internacional (COI) de cara a las siguientes décadas: la de la sustentabilidad.
Y es que el próximo 26 de julio se abrirá el telón de una nueva época enmarcada por una política de inversión más mesurada, en la que París bien puede convertirse en los Juegos más baratos de los últimos 20 años con menos de 5 mil millones de dólares gastados, así como el uso de instalaciones ya existentes para evitar los sobrecostos y el abandono posterior que en otras ediciones se han presentado.
¿París 2024 serán los Olímpicos más baratos del milenio?
París 2024 podría convertirse en los Juegos Olímpicos más baratos de este siglo. De acuerdo con la última proyección oficial dada a conocer por el COI en 2022, la justa parisina tendría una inversión total de 4 mil 524 millones de dólares, lo que representa casi un tercio de lo que se gastó en Tokio 2020 que, de acuerdo las estimaciones más conservadoras, alcanzó los 15 mil 400 mdd, aunque otras sugieren que estuvo cerca de los 20 mil mdd.
Eso sí, lo de Tokio fue la tendencia que se marcó casi iniciando el nuevo milenio, en el que las ciudades elegidas para albergar los Juegos de verano rebasaron la barrera de los 10 mil millones de dólares con tanta facilidad, superando por mucho los presupuestos establecidos.
Por ejemplo, después de que Sídney 2000 invirtiera más de 6 mil millones de dólares para su realización, llegó Atenas 2004 y por primera vez en la historia una sede olímpica gastó 11 mil 500 mdd; en su momento los Juegos Olímpicos griegos fueron los más caros de la historia, pero esa etiqueta solo le duró cuatro años porque Pekín 2008, con un presupuesto de 39 mil 150 millones de dólares, le arrebató ese apelativo. La razón del gasto tan elevado de China fue porque invirtió en infraestructura vial (carreteras, puentes, etc.) y también en reducir la contaminación de la ciudad olímpica.
En Londres 2012 se normalizó –por así decirlo– el gasto, aunque también se excedió de su presupuesto inicial, sobre todo porque la capital de Inglaterra apostó por unos Juegos que ya se asomaban al principio de sustentabilidad, construyendo pocos escenarios nuevos y utilizando los que ya estaban en uso.
Para Río 2016 la inversión rondó los 13 mil 700 millones de dólares, otra vez excediendo un presupuesto inicial que no superaba los 6 mil millones.
¿Cómo se financian unos Juegos Olímpicos?
La realización de unos Juegos Olímpicos es tan compleja que prácticamente todos los comités organizadores terminan excediéndose de sus presupuestos iniciales. Sin embargo, en París 2024 hay seguridad plena de que no duplicarán su gasto como sucedió en las ediciones previas.
Hace unos días, el presidente del Tribunal de Cuentas de Francia, Pierre Moscovici, aseguró que el impacto de estos Juegos sobre la deuda pública francesa será “moderada”, calculando un gasto cercano a los 5 mil millones de euros, cifra similar a la que publicó el Comité Olímpico Internacional.
En 2022 en un ejercicio de transparencia, la página oficial del COI destinada al movimiento olímpico, desglosó cómo se iba a financiar la justa veraniega:
- 4 mil 400 millones de euros es el presupuesto del Comité Organizador de París 2024 (Incluye a los Juegos Paralímpicos).
- 100% de financiación privada para la organización de los Juegos Olímpicos.
- Aporte del del COI: mil 200 millones de euros (incluidos derechos de televisión por 750 millones de euros; y asociaciones comerciales por 470 millones de euros).
- Entradas/ Hospitality/ Licencias: mil 400 millones de euros.
- Asociaciones comerciales: mil 100 millones de euros.
- Otros ingresos: 200 millones de euros.
- Se usará 4% de fondos públicos para financiar los Juegos Paralímpicos.
La cifra original era de 4 mil millones de euros, pero debido a la inflación subió en un 10 por ciento en 2023. Pese a ello sigue siendo una cantidad baja a comparación de Tokio, Río, Londres y Atenas, y la razón es muy sencilla: París 2024 es la primera competencia veraniega que aplicará de lleno la nueva Agenda Olímpica 2020 en la que se propusieron 40 lineamentos nuevos para solicitar una candidatura olímpica.
En esta nueva reforma, orientada a que más ciudades –de países que no sean precisamente potencias económicas– puedan optar por organizar los Olímpicos sin endeudarse. Por eso se aboga por una nueva política de utilizar la infraestructura ya existente y apostar por escenarios temporales que puedan emplearse en otras obras de carácter social. Para el COI es fundamental la armonía entre lo económico, ecológico y social… y París será su gran prueba.
Una nueva perspectiva
Cuando los miles de atletas –que representarán a los 206 países participantes– desfilen en barcos a través de las aguas del río Sena el próximo 26 de julio, se abrirá de lleno el telón de la sustentabilidad.
Porque ahí mismo, en las aguas del emblemático cauce parisino se realizará la natación en aguas abiertas; en la famosa Torre Eiffel, el voleibol de playa; en los jardines de Versalles, los deportes ecuestres; en Los Inválidos, el tiro con arco, por mencionar algunos ejemplos de cómo París mezclará su cultura arquitectónica con la máxima fiesta deportiva, en un esfuerzo por no realizar ninguna obra que quede en desuso.
Y es que para nadie es un secreto que los Juegos Olímpicos no siempre son redituables para los países que lo organizan. Los sobrecostos en la organización y la falta de una planeación adecuada provocaron casos como el de Atenas 2004 o Río 2016, en el que muchas de las sedes construidas quedaron en desuso al poco tiempo.
Sin embargo, y para cambiar esta percepción, el Comité Olímpico Internacional publicó en 2022 un estudio titulado “Más de 125 años de sedes olímpicas: uso posterior a los Juegos”, en el que evalúa la condición de las 817 sedes que se utilizaron desde Atenas 1986 hasta Río 2016 (hablando solo de los Juegos de verano). En este análisis concluye que el 85 por ciento de esta infraestructura aún se encuentra en uso.
Por ejemplo, para el caso concreto de Atenas 2004, el informe señala que el 75 por ciento de las 33 sedes que se usaron hace 20 años siguen en funcionamiento y solo un 25 por ciento quedó en desuso. Aunque el dato más revelador es que precisamente los ocho inmuebles que ya no se volvieron a usar corresponden a las nuevas edificaciones que se hicieron para estos Olímpicos.
En Pekín 2008 se construyeron 18 sedes de las 39 que se utilizaron; Londres bajó a seis inmuebles nuevos de 30 usados; Río 2016 subió a 13 edificaciones nuevas, mientras que en Tokio se hicieron ocho. Ahora, en París serán solo cuatro nuevos escenarios por 24 ya existentes y siete temporales. Y de acuerdo con lo proyectado, Los Ángeles 2028 serán los primeros Juegos Olímpicos que no tengan que construir ningún escenario permanente. El sueño de la sustentabilidad del COI que dentro de 100 días se pondrá en marcha en suelo francés.
