La expedición de Hitler: Los sitios donde buscó la Atlántida
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La expedición de Hitler: Los sitios donde buscó la Atlántida

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El diletante Jorge Carrión habla de la Atlántida

La Atlántida es mencionada por primera vez por Platón en los diálogos de Timeo y Critias. Según Platón, la Atlántida fue una poderosa civilización que existió unos diez mil años antes de su época.

Los atlantes eran un pueblo avanzado tecnológicamente. Tenían conocimientos de ingeniería, arquitectura, metalurgia y navegación. También eran militarmente poderosos, con un ejército y una armada formidables.

Recreación de la Atlántida en Ovejas Eléctricas

Recreación de la Atlántida en Ovejas Eléctricas

Se trataría de una isla situada en el océano Atlántico, más allá de las columnas de Hércules, es decir, del Estrecho de Gibraltar. Un lugar opulento, con grandes templos, palacios y jardines.

Estaba formada por tres círculos concéntricos de tierra rodeados por agua y, en el centro, había un gran templo dedicado a Poseidón. Aunque, como explica Jorge Carrión en Ovejas Eléctricas -disponible en RTVE Play-, de poco les sirvió a los atlantes rendir culto al dios de los mares, ya que la isla fue anegada por un tsunami que la hizo desaparecer bajo el mar.

Recreación de la Atlántida Sumergida en Ovejas Eléctricas

Recreación de la Atlántida Sumergida en Ovejas Eléctricas

En busca de la Atlántida y la `sangre más pura´

¿Existió realmente la Atlántida? Desde que se nombrara por primera vez hace más de 2000 años, la Atlántida ha estado en el imaginario colectivo. Se han ocupado de ella filósofos, arqueólogos, escritores, cineastas y diseñadores de videojuegos.

Sin duda, una de las teorías más osada fue la de Heinrich Himmler, miembro destacado del Partido Nacionalsocialista alemán. Muchos de los miembros del Partido Nazi creían que en la ciudad perdida de la Atlántida habían vivido personas de `la sangre más pura´.

Recreación del itinierario de la expedición al Tibet

Recreación del itinierario de la expedición al Tibet

Llegaron a la conclusión de que los arios que sobrevivieron a la catástrofe se habrían trasladado a lugares más seguros. Entre ellos, la región del Himalaya. Concretamente, al Tíbet.

En 1938, Himmler envió a un equipo de cinco investigadores al Tíbet en busca de la `verdadera raza aria´ pero las investigaciones se vieron interrumpidas por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Himmler y los suyos también fueron a Montserrat a buscar el Santo Grial, como se puede ver en un episodio de El Ministerio del tiempo.

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