La armada Brancaleone (1966), de Mario Monicelli

Destimificación de la Edad Media, que pierde su aire romántico para trocarse en época de oscurantismo y picaresca. Ésta es la visión adoptada por el trío Monicelli-Age-Scarpelli, al seguir las andanzas de Brancaleone, un torpe caballero medieval al que sigue un puñado de mugrientos servidores. El film hila gags a cuento del saqueo de una villa, o del miedo mortal a la peste. En el reparto destaca Vittorio Gassman, pues como el director explicaba, “el film nació incluso del actor. Queríamos un personaje que siguiese a aquél creado por Gassman para Rufufú. Ambientándolo en la Edad Media, lo hacíamos una especie de paladín entre don Quijote y Simplicísimus.”