La escuela del bien y del mal

Sinopsis

El vínculo entre las mejores amigas Sophie y Agatha es puesto a prueba cuando son transportadas a una escuela mágica para futuros héroes y villanos de cuentos de hadas.

La adaptación de la novela de fantasía de Soman Chainani que nos propone Netflix termina siendo un espectáculo visual interesante que se coloca como un blockbuster de alta factura de la compañía de streaming, el cual cumple con ser un digno entretenimiento sin mayores expectativas.

Dirigida por Paul Feig director que sigue manteniendo altos y bajos dentro de su carrera, pero que visualmente siempre es interesante de ver sus propuestas. En esta ocasión vuelve a manejar con absoluta soltura el presupuesto con el que cuenta y entrega un gran show visual, tanto en locaciones, como en vestuario y en efectos especiales. Además, mantiene siempre un buen ritmo dentro de una película que pasa bastante rápido pese a su extensa duración.

Para que funcione el espectáculo hay que tener un buen reparto y aquí tenemos desde Charlize Theron, Kerry Washington, Cate Blanchett, Michelle Yeoh o Laurence Fishburne y las protagonistas jóvenes como Sophia Anne Caruso y Sofia Wylie quienes correctamente interpretan sus personajes dentro de lo que necesita un blockbuster como el que nos amerita.

Una película que funciona como entretenimiento en donde su mensaje de amistad es el gran valor agregado que tiene, quizás un tanto exagerado, pero se entiende si vinculamos al público que realmente se conectara con la película.

Es un pasatiempo sin mayores tapujos, verlo quizás no te aporte demasiado a tu vida, pero en buena compañía vale la pena disfrutar de una aventura de fantasía llena de magia, una grata banda sonora y un par de efectos que quedan bastante bien logrados.

La Escuela del Bien y del Mal es una película de fantasía basada en el bestseller de Soman Chainani, dirigida por Paul Feig y protagonizada por Sophia Anne Caruso, Sofia Wylie, Charlize Theron y Kerry Washington. La historia sigue a Sophie y Agatha, dos mejores amigas que son transportadas a una escuela mágica donde se forman a los futuros héroes y villanos de los cuentos de hadas. Allí descubrirán que las cosas no son tan simples como parecen y que tendrán que enfrentarse a sus propios destinos.

Tiene una premisa interesante y un elenco de lujo, pero no logra aprovechar su potencial. La trama es demasiado larga, predecible y llena de clichés, sin profundizar en los temas que plantea. Los personajes son planos y estereotipados, sin mucha evolución ni química entre ellos. El humor es forzado y a veces infantil, sin llegar a ser divertido ni ingenioso. La dirección es irregular y confusa, con escenas que no tienen ritmo ni coherencia. Los efectos especiales son decentes, pero no sorprenden ni emocionan. La música es genérica y olvidable.

En definitiva, La Escuela del Bien y del Mal es una película decepcionante que no hace justicia al libro en el que se basa. Es una obra superficial y aburrida que no consigue transmitir ningún mensaje ni entretener al espectador. Tiene algunos momentos visualmente bonitos y se nota el esfuerzo de los actores, pero no la recomiendo.

Por favor que nadie me toque a LA PRINCESA PROMETIDA que muerdo, una de las películas de culto de toda mi vida, pero no solo es que descaradamente nombran aquello de amor verdadero en LA ESCUELA DEL BIEN Y DEL MAL, es que los referentes empiezan y no terminan en el film y eso no es nada bueno, nada original simplificando todo.
Desde espadas laser de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS, la más evidente HARRY POTTER, hasta LOS JUEGOS DEL HAMBRE, WILLOW, una escena que recuerda a EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, y así podría seguir hasta el infinito y más allá, bueno no de TOY STORY nada de nada.
Y lo más gracioso de todo ello, es que incluso resulta entretenida y es para pasar el rato, aunque estamos ante otra saga literaria, que quieren que tenga sus continuaciones, y me da a mi que no va ser posible y morirá en el intento, como le pasó a muchas otras, con mas ínfulas y pretensiones artísticas que la que nos ocupa, y me viene a la memoria sin ir más lejos LA BRUJULA DORADA.
PD. No sé muy bien que hacían por aquí CHARLIZE THERON o LAURENCE FISHBURNE entre otros, imagino que sólo por darle un poco de empaque al flojo conjunto.

Veo las criticas y me sorprenden algunas valoraciones y puntuaciones tan duras. Estamos ante un tipo de película de fantasía para niños, adolescentes o simplemente, para ver en familia despreocupados ante una película que ya sabemos que estará alejada de las tramas de Ritchie o Nolan. Con lo cual, hay que valorarla como tal (lógicamente es mi opinión personal).
La película se basa en los cuentos clásicos de toda la vida donde nos muestran el lado más humano de estos, se realza la amistad y se intentan derribar algunos tópicos, que eso sí. Ya están muy vistos en la gran pantalla.
En esta película se ven situaciones novedosas en este tipo de género y eso ya es un gran avance, tiene un plantel de actores muy interesante y la trama apenas tiene fugas aunque, en alguna ocasión llega a ser algo repetitiva.
En general estamos ante una película de fantasía familiar muy entretenida con novedades a nivel cinematográfico y para mí con algunos minutos de más de metraje.

*Érase una vez

La escuela del bien y del mal (The school for good and evil) es a la vez un homenaje y una refutación de los cuentos de hadas. En cuanto a la bondad y la maldad prescribe que las etiquetas son confusas y poco precisas, y que asignarlas sin miramientos es una cuestión de maniqueísmo. Las protagonistas de la historia viven en la aldea de Gavaldon, y son Sophie (Sophia Anne Caruso), Agatha (Sofia Wylie). Ambas son enormemente distintias, mientras Sophie tiene una aspecto angelical clásico de los cuentos de hadas, de los que es adicta, Agatha es constantemente acusada por los lugareños por ser hijo de bruja y considerarla como tal.

Gavaldon es un lugar mediocre, y particulamente Sophie está deseando abandonar el lugar. Cuando le hablan de un sitio llamado La Escuela del Bien y del Mal, siente curiosidad por el lugar. Se trata de una escuela donde se forman los héroes y villanos de los cuentos de hadas. Sus deseos se ven cumplidos y son llevadas, tanto Sophie como Agatha a la escuela, salvo que son inscritas en, a priori, lugares equivocados. Sophie es dejada a la puerta de la Escuela del Mal, y Agatha en la Escuela del Bien. Dado que la aspiración de Sophie era ser princesa de cuento de hadas todo da la impresión de estar fuera de lugar.

Mientras tanto iremos explorando estas escuelas y sus peculiaridades. A simple vista, y por mera asociación de ideas, asociaremos rápidamente la película a la saga de Harry Potter. De hecho, contiene una serie de elementos que son canónicos en la saga de J.K Rowling: escuelas donde se imparten asignaturas mágicas, jóvenes protagonistas, entorno arquitectónico entre lo gótico y lo victoriano...

*Un entorno de fantasía

La escuela del bien y del mal acaba entrando por los ojos, en base a su plasticidad. No es un superproducción, ni llega al nivel de medios de lo más granado de la saga potteriana, pero el apartado visual quizá sea lo más notable de la película. La ambientación, la aparición de animales y seres fantásticos, y la plasmación de los diversos hechizos y otras magias está lograda. El problemas es más la oquedad subyacente, la coherencia narrativa de la historia.

El guion avanza a escopetazos, y a veces da a sensación de apresuramiento, de engarce de situaciones rápidas que no prenden en la cabeza del espectador. Una de las gracias de la historia consiste en ver el contraste entre las dos escuelas y la filosofía que las mueve. Siendo Paul Feig el director, da la impresión de que se potencia el lado paródico mediante la inflación de estereotipos. Mientras que La Escuela del Bien parece una casa de muñecas, llena de alumnos cursis y pijos, La Escuela del Mal parece un tugurio emo, macarra y peligroso. Volviendo a la saga de Harry Potter, son algo así como la casa Slytherin pero en versión malota.

La narración no deja de ser una historia de aprendizaje y autodescubrimiento, donde tanto Sophie como Agatha, habrán de irse adaptando a las singularidades de sus respectivas escuelas, siempre con la sensación de sentirse fuera de lugar. Lo bueno es que esto sirve para cuestionar ciertos roles. Así, por ejemplo, en la Escuela del Bien hay una asignatura llamada "embellecimiento" en la que las chicas han de aprender a sonreir y ser encantadoras para poder encandilar a un príncipe azul. De buenas a primeras nos es incluso más aceptable La Escuela del Mal.

*El elenco de La escuela del bien y del mal

La escuela del bien y del mal tiene en su reparto a ilustres nombres, pero el protagonismo recae esencialmente en Sophia Anne Caruso y Sofia Wylie como Sophie y Agatha respectivamente. Su actuación es resultona, aunque se ve lastrada por un guion que en demasiadas ocasiones se adentra en los tópicos adolescentes más petardos. No sabemos muy bien si tomar en serio sus aventuras o no. Pero sus personajes son los catalizadores para comprender que las apariencias engañan y que el bien y el mal son elementos simplificadores. O sea, no es cuestión de ver todo en blanco y negro, sino de advertir la gama de grises.

Un elementos perturbador de la amistad entre Sophie y Agatha es, tópicamente, un chico. El caballeroso, demasiado a la antigua usanza, Tedros (Jamie Flatters), quien supuestamenge es hijo de El Rey Arturo, nada menos. De todo el círculo adolescente quizá cabría destacar a Sofia Wylie, aunque solo sea por el carácter guerrero que aporta. Los secundarios están algo desaprovechados. Charlize Theron interpreta a la directora de la Escudela del Mal, en un papel ligero y algo paródico. Papel complementario a la opuesta profesora de la Escuel del Mal (Kerry Washinton).

También hay componente maligno insidioso y que será el principal adversario de la película, Rafal (Kit Young). Un antiguo representante de la Escuela del Mal que ejercerá una extraña influencia sobre Sophie. Para ser un antagonista, ni impresiona, ni amedrenta, resultando un tanto prosaico, sobre todo si hablamos en términos de una película del género fantástico. Laurence Fishburne por su parte es el director de La Escuela del Bien y del Mal en su conjunto, pero su presencial es casi testimonial. Es decir, Laurence Fishburne haciendo de Laurence Fishburne.

*Conclusión

La escuela del bien y del mal (The school for good and evil) aporta en teoría algunas ideas interesantes. No juzgar el bien o el mal por las apariencias sino por los actos, la excesiva simplificación de algunos cuentos de hadas, o la necesidad de villanos en la narración para que el lector saque por sí mismo una lección moral. Sin embargo el desarrollo vistoso, y la parafernalia de excesos de magia acaban simplificando demasiado estas ideas de base. El resultado es muy irregular, y parece más otro intento de inicio de una franquicia por parte de Netflix que una película sólida, y que se hace algo larga.

Escrito por Mariano González