An�lisis de Kingdom Come: Deliverance (PS4, Switch, PC, Xbox One)

Definir qu� es y qu� no es un videojuego independiente cada vez es m�s complicado. �Cu�les son los par�metros para catalogar lo indie? Quiz�s que sus creadores sean pocas personas, que no cuenten con una gran financiaci�n o con el apoyo de las grandes compa��a. Muchos piensan que Kingdom Come: Deliverance es un juego independiente e ingredientes para serlo s� que tiene. Warhorse Studios, desarrolladora checa fundada por ex dise�adores implicados en series como Mafia, se propuso crear un juego de rol medieval de mundo abierto donde el realismo fuera el elemento clave, destinado para jugadores cl�sicos, de vieja escuela, que sepan apreciar la pureza del g�nero.

El proyecto dio sus primeros pasos en 2009 cuando los fundadores del estudio comenzaron a buscar inversores privados en la Rep�blica Checa. Las primeras rondas no dieron resultados y casi tiran la toalla. Por suerte dieron con un inversor que les ayud� a forjar el primer prototipo usando Cry Engine, el motor gr�fico de Crytek (estudio vecino), e iniciar una nueva ronda para conseguir capital para el desarrollo. No lograron resultados y ninguna editora acept� apoyar el proyecto, pero los tiempos cambian y los modelos de financiaci�n para pagar el coste de producci�n de un videojuego se alteran.

En pleno auge de Kickstarter, Warhorse Studios estren� campa�a para Kingdom Come: Deliverance y super� de largo el mill�n de euros, aunque no era suficiente para el desarrollo de tan ambiciosa aventura. El proceso de crowdfunding sigui� en la web del t�tulo, que se ofrec�a como un plato de gusto para los amantes del rol m�s exigente, y termin� llamando la atenci�n de Deep Silver, editora que di� el �ltimo impulso necesario a la producci�n y garantiz� las versiones para PS4 y Xbox One. En este comienzo de 2018 llega la hora de evaluar si el camino recorrido ha merecido la pena.

Belleza y vida en el Reino de Bohemia

A�o 1403. El Reino de Bohemia vive momentos convulsos. Vinculado al Sacro Imperio Romano Germ�nico, sufre la muerte de su gran rey Carlos IV, que deja el trono a su hijo Wenceslao IV incapaz de sostener el reino con la misma mano gestora que su padre por preferir dedicar su vida a los manjares mundanos. Ante esta situaci�n, los nobles, verdaderos ejes de la sociedad de la �poca, deciden apoyar al hermano del rey, Segismundo, que secuestra a su propio familiar, le hace abdicar e impone la persecuci�n a quienes apoyen al antiguo regente con mano dura, violencia y golpes de acero.

Esta situaci�n provoca asaltos en villas y castillos, y una de las primeras comunidades que sufre las consecuencias es Skalice, pueblo donde reside nuestro protagonista, el joven Henry hijo de un prestigioso herrero. Warhorse Studios abandona todo �pice de fantas�a habitual en las ambientaciones medievales para centrar su trama en torno a estos hechos hist�ricos, que afectan de manera directa al avance de nuestro h�roe. Inmersos en una revoluci�n social con duras consecuencias, como Henry debemos superar el asesinato de nuestros padres, clamar venganza ante los culpables y pasar de campesino a caballero a base de forjar nuestro propio camino.

La desarrolladora checa prometi� una aventura realista a muchos niveles, entre ellos el hist�rico, y esto es lo que nos encontramos. El territorio de Bohemia que visitamos est� repleto de buc�licos paisajes naturales del siglo XV, peque�as villas que viven de la explotaci�n agraria y del cuidado de animales, y grandes urbes acorazadas con muros y pomposos barrios de nobles que chocan con los oscuros suburbios de mendigos, refugiados y pillastres. Kingdom Come: Deliverance es vida medieval pura llevada a lo virtual: tenderos que para vender han de dormir, mendigos que importunan a nobles por limosna, guardias que retiran a los borrachos de las tabernas cuando llega el toque de queda.

El mundo abierto de este RPG tiene una extensi�n de 16 kil�metros cuadrados, una cantidad m�s que ambiciosa teniendo en cuenta que es el primer proyecto de Warhorse Studios. De hecho, todo lo que rodea a Kingdom Come: Deliverance es ambici�n absoluta para bien y para mal. Es un juego enorme en todos sus aspectos con resultados abrumadores en unos y decepciones en otros. En el primer bloque entra, sin lugar a dudas, la r�gida ambientaci�n conseguida y el realismo que nos acompa�ar� durante nuestros viajes gracias a la precisi�n hist�rica conseguida con las labores de documentaci�n del estudio. Estamos ante lo m�s parecido a un juego de supervivencia medieval.

Nuestros viajes a caballo recorriendo largos caminos para alcanzar ciudades, villas y asentamientos son visualmente imponentes por lo que se dibuja ante nuestros ojos, especialmente cuando estamos en territorio natural con esas grandes praderas y esos bosques plagados de vegetaci�n. La libertad de movimiento del jugador, solo frenada en ocasiones por la manera tosca de guiar a nuestro corcel, es absoluta. T� eliges a d�nde y c�mo ir: a lomos de nuestro caballo que conseguiremos a las pocas horas de juego o a pie blandiendo nuestra espada en caso de que sea necesario.

El rol m�s puro

Es f�cil hablar de Kingdom Come: Deliverance como una evoluci�n l�gica de The Elder Scrolls V: Skyrim, pero se trata de un grave error. Que te fascine la obra de Bethesda no es sin�nimo de atracci�n por el juego de Warhorse Studios. Son proyectos muy diferentes en aspectos como la jugabilidad y la propia ambientaci�n. Aqu� no hay elementos fant�sticos. Lo m�s m�gico que encontrar�s en Bohemia es tambi�n lo m�s mundano de la �poca: la religi�n como uno de los pilares de aquella sociedad. Ni dragones, ni hechiceros ni magia. Solo espada, alabanzas a Jes�s y alquimia natural para curar tus heridas. Kingdom Come: Deliverance es rol en su sentido m�s puro, un juego solo apto para quienes deseen jugabilidad pausada, desarrollo de personaje de vieja escuela y un sistema de combate profundo y muy exigente.

Skyrim y otros juegos del palo son, de hecho, �arcades� si los ponemos frente a frente con Kingdom Come: Deliverance. Es una apreciaci�n que debemos hacer inicialmente para evitar equ�vocos. El sistema de desarrollo de nuestro protagonista, por ejemplo, se rige por un nivel principal que mejora las estad�sticas bases del personaje y por numerosos atributos en los que encontramos niveles inferiores con habilidades a mejorar que definir�n las capacidades de nuestro personaje. Podemos aumentar el aguante al correr, hacer que el personaje sea menos ruidoso para robar mejor, mejorar su habilidad con las armas, que sea m�s culto para embaucar a nobles, etc.

La gesti�n de personaje es cl�sica y juega con ofrecer al jugador gran cantidad de opciones para configurar el desarrollo de la personalidad de Henry. El sistema de progresi�n no es tradicional en cuanto a experiencia: las habilidades se consiguen mediante el uso. A m�s viajes a caballo, mayor perfeccionamiento en tu capacidad como jinete, a mayor libros le�dos, m�s versado y elocuente es nuestro protagonista. Existen, adem�s, instructores que nos ayudar�n a aumentar niveles de progresi�n en ciertas habilidades, aunque con ello tengamos que invertir dinero y realizar entrenamientos, no pulsar un bot�n para aceptar: nada es gratis ni f�cil en Kingdom Come: Deliverance.

Lo que haces en tu d�a a d�a en el Reino de Bohemia es lo que forja las habilidades de Henry. Tambi�n su personalidad. Kingdom Come: Deliverance presenta un complejo sistema de interacciones sociales que nos llevar� a conversar con nuestro pr�jimo y a impactar sobre lo que est� por venir. Nuestro protagonista puede realizar las cl�sicas acciones de presionar, mentir o adular seg�n las reacciones de cara a conseguir nuestros objetivos. Hasta aqu� nada nuevo. Lo que s� es novedoso es c�mo Warhorse Studios lo ha integrado todo para que parezca forjado de manera natural tanto en desarrollo de la trama como en la evoluci�n del mundo abierto donde residimos.

El factor simulaci�n social se hace fuerte cuando va de la mano de este sistema de decisiones y se aplica a las misiones, que cuentan con diferentes estrategia de resoluci�n y dejan un buen sabor de boca por su car�cter org�nico. Una muestra: en los primeros compases debemos abandonar una fortificaci�n en la que estamos recluidos y lo podemos hacer por varias v�as: disfrazarnos de soldado para enga�ar al guardia, saltar por el puente y huir sin que nos pillen o robar y que nos echen de la villa por mala conducta. Estas opciones definir�n c�mo es Henry de cara a los dem�s y moldear�n el mundo.

Nuestras decisiones tambi�n tienen impacto directo sobre otros personajes. Con los pasos que demos estaremos definiendo el futuro de otros implicados en las tramas y subtramas. Es una experiencia muy atractiva para el jugador, as� que no desvelaremos detalles espec�ficos sobre consecuencias para evitar destripes argumentales. Lo �nico que os vamos a advertir es que mentir a un personaje puede acabar con otros mat�ndolo m�s tarde. El sistema de misiones creado por Warhorse Studios es muy atractivo por su car�cter org�nico y es uno de los puntos fuertes que ofrece Kingdom Come: Deliverance.

Las misiones principales destacan por la versatilidad a la hora de ejecutarlas cumpliendo o no los objetivos secundarios. Estos objetivos cuentan con un l�mite de tiempo o condiciones para su ejecuci�n, por lo que pueden acabar desapareciendo si no estamos atentos. Adem�s, contribuyen a definir cu�les ser�n los siguientes pasos de la misi�n. Una muestra: en los preparativos al asalto b�lico de un campamento enemigo se nos encomienda espiar la zona. Podemos infiltrarnos o entrar con naturalidad porque hemos conocido previamente a un personaje del campamento. Una vez all�, tenemos la opci�n de sabotear el campamento de diferente forma para que el enemigo quede mermado antes del ataque de nuestras tropas.

A lo largo de la aventura contamos con misiones principales que siguen la trama de Henry y que nos proporcionar�n f�cilmente m�s 30 horas de juego. A estas debemos sumar las misiones secundarias, las actividades adicionales que podemos realizar y los retos que nos encontraremos sobre la marcha mientras viajamos. Sobre el papel es un esquema de misiones tradicional, pero en la pr�ctica demuestra estar trabajado y dejar un sabor fresco al jugador. Una misi�n con m�ltiples objetivos se puede resolver yendo directamente al grano o cumpliendo subtramas que nos enviar�n por otros derroteros.

Es el jugador quien decide c�mo avanzar en las misiones benefici�ndose de la libertad que da el juego gracias a su componente de aventura, porque Kingdom Come: Deliverance tiene mucho de aventura tradicional, ya que nuestras conversaciones nos permitir�n desbloquear nuevas ramas dentro de una misma misi�n para ejecutarla de otra forma. Ser m�s elocuente hablando nos har�, por ejemplo, encontrar a un asesino sin tener que interrogar a varias personas. El estudio ha conseguido potenciar esa cara aventurera que a veces se pierde en el rol mediante conversaciones que tienen impacto sobre nuestro avance.

Adem�s, no estamos ante un juego que muestra objetivos claros al jugador. Si nuestra misi�n es descubrir qui�n ha incendiado una villa, tendremos que investigar todo el territorio, hablar con sus gentes y encontrar pruebas. En el mapa solo se nos delimitar� el �rea de investigaci�n. Olv�date de puntos de referencia exactos que te gu�en a d�nde tienes que ir, ya que solo aparecer�n cuando hayas realizado las pesquisas pertinentes. Esta decisi�n de dise�o puede resultar placentera para los jugadores m�s cl�sicos, pero tambi�n algo tediosa para los comodones. Insistimos, esto no es Skyrim. De hecho, en ciertas ocasiones el planteamiento es demasiado confuso.

Ese toque de aventura sumado a la ambientaci�n y al desarrollo de nuestro personaje gana todav�a m�s cuando lo unimos a la simulaci�n social. Henry debe comer y dormir para sobrevivir. Ingerimos comidas que compramos, hacen otros o robamos y dormimos en camas sin propietarios o campamentos. El cuerpo os pedir� alimentarnos y descansar cada cierto tiempo, de lo contrario iremos reduciendo nuestra resistencia, salud y capacidad para realizar tareas. Llegaremos incluso a desfallecer en casos extremos. No tendremos que estar comiendo o durmiendo constantemente (no es algo pesado) pero s� necesitaremos tener estos aspectos en la cabeza para evitar problemas.

C�mo vamos vestidos, c�mo tratamos a la gente y c�mo desarrollamos ciertos atributos del personaje tambi�n influir�n en lo que opinan de nosotros. No ser� igual tratar de t� a t� con un noble vestidos con harapos y sucios que siendo portadores de una armadura reluciente y limpia despu�s de pasar por los ba�os. Henry tiene incluso habilidades para usar su olor corporal como factor atrayente. El toque social nos llevar� a realizar tareas regatear a los mercaderes para ahorrar unas monedas, algo fundamental si tenemos en cuenta que conseguir dinero no es tan sencillo como en otros juegos de rol, o a conquistar mozas a las que llevarnos al huerto aumentando la hombr�a del protagonista.

Kingdom Come: Deliverance es un videojuego de rol con una estructura compleja que brinda una enorme cantidad de opciones a los jugadores y que permite estar inmersos en este mundo virtual durante decenas de horas. F�cilmente podemos estar dedicando un centenar de horas a explorar tranquilamente todo lo que ofrece esta sociedad medieval en cuanto a misiones, retos, desarrollo de personaje, profundidad, etc., horas invertidas, eso s�, en un juego de rol cl�sico en la definici�n m�s pura de la expresi�n. Su sistema de guardado, limitado a conseguir objetivos de misiones, a dormir en tu cama o a consumir aguardiente Schnapps que debemos comprar, es una muestra.

Warhorse Studios ya advirti� que su objetivo era apostar por un juego de rol realista, cl�sico y exigente, y lo cierto es que lo han conseguido. Esto hace de Kingdom Come: Deliverance un t�tulo no apto para todos los p�blicos, con ciertas decisiones de dise�o que pueden ser pesadas para jugadores m�s impacientes como el viaje r�pido, que traslada nuestro personaje al mapa a modo de tablero, no es inmediato y puede verse interferido por sucesos espont�neos que pasar�n de vez en cuando en el recorrido, o dormir, que requiere tiempo y no un a mera transici�n. Todo esto, por supuesto, afectando a nuestra estad�sticas: aumento del hambre, del cansacio, etc.

Kingdom Come: Deliverance es un juego duro, lento y en ocasiones hasta tosco por aspectos como su interfaz, que recuerda a los cl�sicos del rol de otro tiempo, pero que ofrece gran cantidad de informaci�n sobre objetos, armas, misiones, etc. A nuestra disposici�n tenemos hasta gran c�dice que aporta datos sobre regiones, pueblos, ciudades, personajes, hechos hist�ricos, etc. Todo gira en torno al realismo y a la experiencia de juego profunda, lo que convierte a este proyecto en una propuesta cada vez menos com�n en el g�nero, decisi�n que se agradece y que a la par es un riesgo para sus creadores, que se salen de convencionalismos a costa de reducir el perfil del jugador que lo disfrutar�.

Que sea una propuesta para jugadores fieles a lo cl�sico del g�nero no hace que se tengan que pasar por alto ciertos problemas como que en ocasiones algunas indicaciones de misiones sean demasiado difusas y nos hagan dar m�s vueltas de la cuenta llegando a perder la paciencia. Esta falta de informaci�n que se vuelve encantadora en seg�n qu� momentos por potenciar el toque de exploraci�n e investigaci�n, hace que la experiencia se vuelva todav�a m�s lenta cuando se congela la acci�n, que ya de por s� mantiene un ritmo moderado, y nos deja fr�os en seg�n qu� instantes del desarrollo. Kingdom Come: Deliverance no es un juego r�pido; tiene su propio tempo.

Combates duros y exigentes

Siguiendo con la l�nea de exigencia para el jugador y con la apuesta realista, Warhorse Studios apuesta por un sistema de combate profundo, exigente y que est� por encima de la media en el g�nero si hablamos de profundidad. Henry es el hijo del herrero y no conoce el noble arte de blandir la espada. Esto se refleja de manera natural en nuestra progresi�n como guerreros, pues tendremos que aprender a usar la espada de la mano de nuestro maestro armero, que nos ense�ar� en una sesi�n bastante larga las claves del sistema de combate.

Combatir en Kingdom Come: Deliverance no es usar golpes fuertes y flojos, es blandir la espada hasta en cinco direcciones posibles, cubrirnos y esquivar los golpes de los enemigos adelant�ndose a sus pasos, ejecutar combos, atacar una parte concreta de su cuerpo para desarmarlo o realizar enga�os, todo mientras estamos movi�ndonos constantemente. El sistema de combate es tremendamente exigente y no f�cil de dominar, requiere tanto de atenci�n como de horas de juego para dominarlo, y no premia tanto las estad�sticas de nuestro personaje como lo habilidosos que seamos controlando el arma.

Los primeros combates ser�n duros y hasta nos har�n sentir cierta frustraci�n. Al avanzar la partida iremos dominando la acci�n y cogiendo pr�ctica, aunque en ocasiones se mantenga cierto toque aleatorio en las batallas que nos hace no estar del todo satisfechos como con el intercambio de objetivos ante varios enemigos. Esta profundidad en el sistema de combate que nos recuerda a propuestas como For Honor castigar� mucho el error del jugador y nos har� pensar dos veces antes de blandir la espada. Tan necesario es saber dar una estocada como cubrirse en el momento preciso para protegernos del golpe y contraatacar al enemigo. Los combates son duros, muy duros.

Hablamos de espadas, pero en Kingdom Come: Deliverance contamos con un amplio surtido de armas cimentadas, todas, en el m�s absoluto realismo. Warhorse Studios ha hecho un trabajo excepcional de documentaci�n para recrear el arsenal del juego contando con expertos y analizando armamento original de la �poca. Nos esperan espadas a una mano, mandobles, mazas, martillos, hachas, etc. Tampoco podemos olvidarnos de los arcos, que tambi�n tienen profundidad jugable y son �tiles a larga-media distancia, aunque su utilizaci�n nos deje vendidos si no es precisa, y el apuntado no es sencillo.

Nuestro cat�logo personal de armas ir� acompa�ado tambi�n de la profundidad que brinda el sistema de equipaje de nuestro personaje con una veintena de espacios para ocupar accesorios por capas. En el torso podemos contar con seis elementos equipados entre pecho, brazos, mallas, brazaletes, etc. Lo mismo en la zona baja del cuerpo y en la cabeza. Lo equipado no solo influir� en nuestras estad�sticas, sino que nos har� m�s o menos vulnerables en combate a partir de c�mo vamos protegidos en cada zona del cuerpo. Adem�s, tendremos que cuidar el estado de nuestro equipamiento repar�ndolo para mantener su efectividad en combate. Una complejidad que agradecer�n los roleros.

Un bello dise�o con margen de mejora

Si bien en profundidad jugable poco hay que reprochar a Warhorse Studios que ha conseguido en gran medida lo prometido, en lo t�cnico s� que debemos ser m�s cr�ticos. Por lo general, Kingdom Come: Deliverance es un juego bello de ver que presenta una recreaci�n realista y trabajada de la Bohemia del siglo XV. El CryEngine siempre es garante de potencia y calidad visual a la hora de buscar realismo en la pantalla y este t�tulo es posiblemente uno de los m�s ambiciosos creados con el motor en los �ltimos tiempos.

Sin embargo, el rendimiento del juego deja que desear bastante especialmente en las versiones de consolas. Si bien en PC se consigue su m�ximo esplendor y estabilidad aunque se aprecian ciertas necesidades de optimizaci�n, en PS4 y Xbox One se producen ca�das en la tasa de im�genes por segundo muy palpables y constantes al entrar en ciertas zonas pobladas y en combates m�s masivos, donde a la jugabilidad no le queda otra que resentirse. Esta falta de optimizaci�n no se comprende en pleno lanzamiento cuando el t�tulo ha contado con pruebas t�cnicas durante su desarrollo.

A esto debemos sumar elementos que cargan de manera abrupta cuando nos acercamos (como gorros de personajes, se�ales en caminos, etc.), texturas que hacen lo propio, ciertos comportamientos extra�os espor�dicos en la inteligencia artificial y posicionamientos inquietantes de la c�mara en conversaciones. Son situaciones que bien se pueden pulir en el futuro con sucesivos parches sumados al ya lanzado de m�s de 20 GB, pero que empa�an en resultado final de la propuesta en su llegada a las tiendas y que demuestran que Warhorse Studios ha pecado de ambiciosa dejando a la vista las costuras del juego m�s de lo necesario. Eso s�, el estudio tiene talento suficiente para perfeccionar estas bases en futuros trabajos.

Otro cantar son las escenas cinematogr�ficas que vemos durante la aventura y que se ejecutan con el propio motor del juego. El mimo en aspectos como los planos o las animaciones y voces (en ingl�s) de los personajes demuestra altos valores de producci�n que chocan con los errores comentados. A pesar de este punto a destacar, cuesta trabajo hacer la vista gorda con las carencias t�cnicas que acompa�an a la aventura y que generan un contraste con otros elementos del desarrollo que mantienen un nivel notable. M�s cuidado, pulido y trabajo en estos tiempos previos al lanzamiento habr�an mejorado los resultados.

Pese a todo, si aceptamos estas carencias t�cnicas y las colocamos en un segundo plano, Kingdom Come: Deliverance es un juego que por sus mec�nicas resulta satisfactorio para los jugadores que apuestan por el rol tradicional. En su ambientaci�n tambi�n juega un papel indispensable la banda sonora de gran calidad con una orquesta sinf�nica, con temas realmente bellos e inspiradores que nos acompa�an de manera contextual a medida que se desarrolla la acci�n y que tratan diferentes estilos (�pica, folclore, cantos gregorianos etc.).

Conclusi�n

Kingdom Come: Deliverance es una de las primeras apuestas del g�nero en lo que va 2018, un juego de rol medieval tremendamente completo y visualmente bello, con un gran nivel de exigencia para los jugadores y destinado a los usuarios m�s cl�sicos. No se trata de un t�tulo sencillo de jugar por su planteamiento profundo y no se debe medir con la misma vara que otros obvios exponentes del g�nero. Lo que vas a encontrar en la obra de Warhorse Studios son decenas de horas de juego pausado, combates tremendamente exigentes, profundidad inusitada a la hora de definir a tu personaje y un mundo realista.

Los toques de aventura tradicional le conceden una profundidad que es de agradecer y que se compenetra a la perfecci�n con otros aspectos como la exploraci�n. Sin embargo, Kingdom Come: Deliverance sigue siendo un t�tulo que necesita pulido, especialmente en lo t�cnico que es un campo con bastante margen de mejora, y en aspectos de jugabilidad que son demasiado rudos. El frame rate inestable en consolas, el comportamiento de algunos NPC o la presencia de bugs y alg�n �crasheo� derivados de la propia ambici�n del juego son los deberes pendientes que tiene Warhorse Studios y que entristecen el acabado final. Ni que decir tiene que es admirable que un estudio tan humilde apueste por un proyecto tan ambicioso como �ste, pero el resultado final se ha visto empa�ado por el exceso de ambici�n.

Si buscas una vida medieval con todas las de la ley y dificultad y mec�nicas de juego que se salen de la media huyendo de lo convencional, Kingdom Come: Deliverance puede ser una opci�n a contemplar siempre y cuando est�s dispuesto a tolerar sus carencias, especialmente las t�cnicas que son las m�s palpables. Si ese es tu perfil de jugador, no quieres vivir de nuevo las comodidades adquiridas con el tiempo por el g�nero y perdonas los fallos, puedes plantearte su compra siendo plenamente consciente de que el juego, a fecha de la publicaci�n de este an�lisis, requiere mejoras. Confiamos en que Warhorse Studios tome nota de las peticiones y trabaje duro. Esta gema en bruto deber ser pulida para brillar como se merece.

Hemos realizado este an�lisis en su versi�n de PS4 con una copia final que nos ha proporcionado Koch Media. Tambi�n hemos podido probar la versi�n de PC.