Rey Lear (2018), de Richard Eyre

Fiel adaptación a la inmortal obra de William Shakespeare, impulsada por la BBC y Amazon. No obstante se ha tomada la decisión de ambientarla en un contexto contemporáneo, con militares vestidos con uniformes de camuflaje, enfrentamientos armados con aviones y carros de combate, y hasta el exterior de un supermercado donde se acumula la basura y el rey Lear es un “sin techo”, lo que puede sacar un poco de trama, aunque no pierde un ápice de su interés.

El rey Lear, ya anciano, ha decidido renunciar al trono y repartir el reino entre sus tres hijas, Gonerilda, casada con el duque de Albania, Regania, casada con el duque de Cornualles, y Cordelia, a la que pretende el rey de Francia. Gonerilda y Regania adulan al viejo rey, pero Cordelia, la única sincera en sus sobrias palabras, es desheredada por su honestidad; también sufrirá destierro el fiel conde de Kent. A pesar de quedarse sin dote, Cordelia se casará con el rey de Francia, mientras que Gonerilda y Regania se turnarán en acoger en sus dominios a Lear con sus hombre, pero faltándole al respeto de un modo ostentóreo. Por otra parte, el hijo bastardo del conde de Gloucester, Edmundo, conspira contra el hijo legítimo Edgar, y juega a la seducción con las hijas ingratas.

Richard Eyre dirige con buen pulso, optando por una paleta de colores apagados que va decolorándose hasta el último tramo en que la fotografía se encuentra extremadamente cerca del blanco y negro. Por supuesto, se desarrollan los temas de la ambición, la ingratitud, los celos y los amores desbocados. Con momentos de gran calado dramático, como el reencuentro del Lear con Cordelia y el clímax que cierra la obra.

Aunque sin duda lo mejor de su film es la extraordinaria interpretación de Anthony Hopkins como el rey Lear, el actor galés concede una gran humanidad a alguien senil, que confunde los sentimientos de las personas que se mueve a su alrededor. El actor ya había estado en otras adaptaciones de Shakespeare, en Titus, Othello y Hamlet, pero aquí brilla a una altura superior. Otra actriz hamletiana es Emma Thompson –hizo varios filmes con Kenneth Branagh–, que interpreta a Gonerilda; también brillan Emily Watson y Florence Pugh, como las otras dos hijas, o los veteranos Jim Broadbent y Jim Carter, que dan vida a Gloucester y Kent.