Madre/Androide (2021), de Mattson Tomlin

En el futuro, máquinas dotadas de inteligencia artificial se ocupan de las tareas del hogar. Pero se rebelan en Navidad, desatando el caos. Georgia, embarazada de nueve meses, tratará de llegar a Boston, en compañía de Sam, padre del bebé, pues han escuchado que la ciudad está protegida por el ejército, y desde ahí salen barcos rumbo a Corea, donde la humanidad resiste.

Segundo largometraje del estadounidense Mattson Tomlin, tras el totalmente desconocido The Projectionist. Él mismo se ha ocupado del guión, cuyo arranque mezcla elementos sobreexplotados por películas sobre rebeliones de las máquinas, como Terminator, Yo, robot o Los Mitchell contra las máquinas, sin que se consiga darles ningún soplo de novedad. Al cineasta no le interesan los conflictos éticos de explotación de seres mecánicos a lo Blade Runner, sino que declara inspirarse en la historia real de una mujer que tuvo que dar a luz durante la revolución rumana de 1989, y persigue poner el foco en los elementos dramáticos, para que los espectadores empaticen con los protagonistas, de cara a que se pase mal en las secuencias de suspense. Parece haber tomado como modelo Un lugar tranquilo, cuya fórmula ya imitaba bien A ciegas.

Por desgracia, no se consigue ni de lejos este objetivo, pues los personajes están descritos de forma apresurada, y sin profundizar en sus conflictos. Sobre todo choca que se presente a Georgia, la protagonista, llena de dudas por el complicado futuro que le espera a su retoño, pero después este tema se olvida, y se la presenta únicamente preocupada por correr y escapar de la muerte. Abundan las conversaciones largas, pero insulsas, que provocan la sensación de que el film no va a ninguna parte. Contra pronóstico, Chloë Grace Moretz logra el milagro de insuflar algo de humanidad a su personaje, pese a sus carencias sobre el papel, y hasta se olvida hasta cierto punto que una mujer a punto de dar a luz no está para tantos trotes. No están a la misma altura Algee Smith, como Sam, ni Raúl Castillo, en la piel de informático que sale al rescate de Georgia cuando está en una mala situación.