Biografía de Julie Adams (1926-2019)

Es verdad que Julie Adams se hizo célebre a raíz del estreno de La mujer y el monstruo, una especie de versión del clásico “La bella y la bestia” al estilo del terror barato de los años 50 del pasado siglo. La película ensalzaba la figura de la belleza femenina, su delicadeza y su vulnerabilidad. Sin embargo, resulta curioso que las mejores películas de Julie Adams las hubiera filmado antes y que, a partir de los 60, su carrera quedara relegada incomprensiblemente a papeles menores en seriales televisivos. Misterios del cine.

Betty May Adams –verdadero nombre de Julie Adams– nació el 17 de octubre de 1926 en Waterloo, Iowa. La joven creció en Arkansas y muy pronto se inició en la interpretación en la escuela, en donde participó en obras teatrales como “Hansel y Gretel”. Ya más crecida marchó a Los Angeles decidida a convertirse en actriz de Hollywood. Trabajó de secretaria y en sus horas libres recibía clases de dicción, mientras a la vez se presentaba a todos los castings que podía. A los 23 años obtuvo su primer papel para la Paramount en el film Red, Hot and Blue (1949), aunque su nombre no fue recogido en los títulos de crédito. Pero el mismo año rodó bajo el nombre de Betty Adams el western The Dalton Gang, en el cual la actriz tenía un papel principal. Bajo su verdadero nombre trabajó en 1950 en otras películas del oeste sin demasiada calidad, como Crooked River, Colorado Ranger o Fast on the Draw. Más tarde a la actriz le surgió una gran oportunidad de trabajar para Universal y fue esta productora quien decidió cambiar su nombre por el de Julia, que más tarde pasó a ser el más suave “Julie”.

Tras el film de cine negro Hollywood Story (1951), protagonizado por Richard Conte, y acompañar a Arthur Kennedy en el western Nuevo amanecer (1951), dirigido por Mark Robson (Más dura será la caída), la actriz rodó la que es probablemente la mejor película de su carrera. Nos referimos a Horizontes lejanos (1952), memorable film de Anthony Mann con protagonismo para James Stewart. La actriz dio vida a Laura Baile, enamorada en la pantalla del actor fetiche de Mann Se trata del célebre western en donde un simpático capitán de barco pronunciaba la famosa frase: “Nunca debimos abandonar el Mississippi”.

La actriz parecía instalada en el género del Oeste. Destacó con Rock Hudson Historia de un condenado (1953), entretenido película con toques de aventura y melodrama romántico. Ese mismo año rodó con Tyrone Power El caballero del Mississippi, y también el formidable western de serie B El desertor del Álamo, muestra magnífica del buen hacer del artesano Budd Boetticher. Julie Adams estaba acompañada por Glenn Ford, quien interpretaba a un vaquero de gran valentía y honor.

A partir de entonces la actriz cambió de registro y cultivó otros géneros, aunque sus películas se deslizaban peligrosamente hacia proyectos de bajo presupuesto. Rodó la ya mencionada La mujer y el monstruo (1954); la comedia Francis Joins the WACS (1954); el thriller criminal Atraco sin huellas (1955), con Tony Curtis; el drama Su único deseo (1955), en compañía de Anne Baxter; la familiar La guerra privada del mayor Benson (1955); o la bélica Zafarrancho de combate (1956), de Joseph Pevney.

Seguidamente la actriz dejaría de encabezar películas de renombre y cada vez participaría más en proyectos televisivos con muy poco recorrido. Aunque todavía intercalaría trabajos cinematográficos con cierta entidad, como El sheriff de Dodge City (1959), con Joel McCrea. Entre las series en donde apareció con algo de continuidad durante los 60 y los 70 se pueden mencionar Cheyenne, Maverick, Hitchcock presenta, Perry Mason o Se ha escrito un crimen. Sin embargo, la mayoría de sus trabajos consistían en leves apariciones en capítulos sueltos en numerosos seriales. Sus últimas películas con algo de calado son McQ (1974), con John Wayne, o Camino de retorno (1990), junto a Dennis Hooper. Julie Adams se casó dos veces, pero ambas se divorció. De su segundo matrimonio nacieron dos hijos, Steve y Mitchell.