Ni siquiera una pandemia tiene la fuerza suficiente para hacer olvidar un hecho tan tr�gico como el que se vivi� en la provincia de M�laga hace ahora dos a�os. Este martes se cumple el segundo aniversario del d�a en que se hall� el cuerpo del peque�o Julen Rosell� en el fondo de un pozo de apenas 28 cent�metros de di�metro y 100 metros de profundidad. El menor, de dos a�os, qued� atascado a unos 75 metros, algo as� como caer desde una altura de veinte pisos y perdi� la vida casi al instante. Hubo que esperar 13 d�as hasta saberlo a ciencia cierta, el tiempo que se dilataron las tareas de rescate en las que particip� un centenar de personas, dando forma a un dispositivo sin precedentes y a un rescate, el de su cad�ver, que se retransmiti� hora a hora en televisiones de todo el mundo.
En ese dispositivo especial, que arrancaba tras la llamada de unos padres desesperados un domingo a mediod�a, trabajaron especialistas de diversa �ndole, en turnos de d�a y noche. Aquel monte donde Jos� y Vicky, progenitores del peque�o, hab�an ido a pasar un d�a en el campo y que acabar�a convertido en el escenario de una tragedia. El terreno fue vaciado literalmente para acceder as� a un pozo en el que inicialmente (y por aquello de las dimensiones tan reducidas del mismo) ni siquiera parec�a posible que hubiera podido caer Julen. Desde ese mediod�a, tras el desplome del peque�o agujero abajo (y al que su padre lleg� a escuchar llorar por unos minutos despu�s de la ca�da), pasaron trece angustiosas jornadas sin respiro, con un pa�s entero volcado en el suceso.
La confirmaci�n llegar�a un 26 de enero, dif�cil de olvidar todav�a en una localidad "marcada" por el tr�gico episodio de Julen. "Ese ni�o se convirti� en uno m�s de la familia. Era el ni�o de todos", aseguran a�n a d�a de hoy algunos vecinos que, cuestionados por lo que supuso aquel suceso, hablan de "una experiencia traum�tica que protagonizaba todas las conversaciones en esos meses posteriores".
S�lo el tiempo ha podido curar en cierta forma las heridas que dej� en una comarca unida para siempre al nombre del peque�o Julen. Hasta 60 empresas de todo el pa�s y de algunos pa�ses europeos ofrecieron su colaboraci�n desinteresada en el dispositivo de rescate del cuerpo. Incluso una m�quina que trabajaba en la M-40 de Madrid hubo de ser trasladada hasta M�laga para llevar a efecto las labores de perforaci�n y movimiento de arena en el terreno. Finalmente, ser�a un equipo de ocho miembros de la brigada de salvamento minero de Asturias, desplazados a M�laga para dicho rescate, quienes se relevaron por pareja, para dejarse caer en la perforaci�n creada para dicho fin, dentro en una jaula de 2,5 metros de altura con la que se accedi� al lugar donde yac�a Julen.
Quedaban atr�s un operativo que supuso echar abajo una superficie de monte de 15.000 metros cuadrados, removiendo un total de 170.000 toneladas de tierra y rocas. Se calcul� un coste de 664.000 euros.
Un recorrido judicial que a�n no ha concluido
Entre tanto,el responsable del pozo y el due�o de la finca, David Serrano (hab�a adquirido la finca poco antes de aquel tr�gico d�a) se acusaban mutuamente y trataban de evitar su implicaci�n en el caso. Si bien el autor del agujero insist�a en que lo hab�a tapado con una piedra grande, el due�o de la finca lo negaba. El juicio determin� que Serrano era culpable y le conden� a un a�o de prisi�n y a indemnizar a cada uno de los padres con 89.529,67 euros, y a la Junta de Andaluc�a por los gastos del rescate del peque�o con 663.982,45 euros. El pasado mes de diciembre, la Fiscal�a malague�a y la acusaci�n particular pidieron el ingreso "inmediato" en prisi�n de Serrano, al haber pagado s�lo cien euros de la indemnizaci�n total a la que fue condenado. Su abogado dijo entonces que su cliente "no tiene trabajo" y que "debido a ello no estaba abonando los 50 euros mensuales que acord�" que pagar�a a los padres de Julen.
A ra�z de esa petici�n, el acusado consign� un total de 500 euros, para evitar el ingreso en prisi�n y hace s�lo unos d�as, el pasado d�a 11, el titular del Juzgado de lo Penal n�mero 9 de M�laga acordaba mantener el beneficio de la suspensi�n de la ejecuci�n de la pena de prisi�n. El juez advirti�, eso s�, que esta decisi�n podr�a revocarse "si vuelve a incurrir en esa conducta omisiva", subrayando que "este juzgado comprobar� de manera expresa y mensualmente que el abono se haya producido", seg�n el auto.
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