Derrota a los puntos ante un peso pesado (2-1)

Real Madrid - Cádiz

Derrota a los puntos ante un peso pesado (2-1)

Los de Sergio llegaron con vida al último asalto tras estar cerca del 'ko'

El Pacha Espino tuvo en su cabeza el empate en el descuento

El Cádiz se quedó con la miel en los labios en Madrid EFE

Alfonso Carbonell

El Cádiz estaba grogui, cerca del 'ko' mediada la segunda parte, pero el once de Sergio supo oler la relajación del rival y cerca estuvo de poder noquearle en el último asalto si el Pacha llega a estar más valiente tras un pase de oro de Negredo en el descuento que lo dejaba solo ante un Courtois que ya se veía vendido. La pena fue que vendido lo vio todo el estadio menos el uruguayo del Cádiz, que, sin mirar, bastante tuvo con poner la cabeza a la espera de un puño procedente de Bélgica.

La derrota deja un sabor agridulce en la afición cadista, que vio como su equipo hizo un gran primer tiempo aunque se fuera perdiendo al descanso por un despiste defensivo. Ya en la segunda, Sobrino hizo de las suyas y no atinó para empatar poco antes que Kroos mandara a la habitación de los sueños a un Cádiz que supo despertarse y salir de ella para llegar hasta el final con opciones de silenciar Chamartín.

Sergio salía con un equipo de guerreros con un 4-2-3-1 muy bien diferenciado y dando valor a la velocidad de Sobrino en la banda izquierda, la de Alejo en la derecha y la de Lozano en la punta del ataque. Álex, de enganche, y Alcaraz ponían la cabeza y San Emeterio el músculo de un equipo anclado atrás con dos expertos como Cala y Fali, que tenían de ayudantes a los carrileros Iza y Espino.

Bajo este grupo, el Cádiz esperó en su campo a los de Ancelotti, que se hicieron desde muy pronto con el dominio del partido pero sin hacer nada del otro mundo . Es más, la banda se iba sintiendo más cómoda por momentos y poco a poco iba saliendo de su madriguera. Eso no quitó para que el primero en probar a un portero fuera Rodrygo, que en el 4' de partido tiraba a las manos de Ledesma.

Calentito andaba Vinicius y con razón porque al bueno de Vini ya le buscaba las cosquillas Alejo desde el primer lance del juego. Sería el primero de muchos puesto que al pucelano se le sumaría Alcaraz, San Emeterio y el que pasase cerca del brasileño, contra el que parece que hay barra libre. Eso sí, el Cádiz cumplía con su papel mientras Vinicius se desquiciaba con todos.

Poco a poco, los de Sergio se atrevían a salir con el balón jugado y producto de ello llegó un saque de esquina que terminó con un zurdazo desde 33 metros del Pacha que se fue rozando el larguero de Courtois. Se hacía notar el Cádiz, que se asentaba definitivamente sobre el verde del Bernabéu.

Pero el Madrid es el Madrid y en su casa más aún, y por eso mismo la inercia de su escudo hacía que llegase al área rival casi que sin querer. Un centro dañino de Ledesma era despejado a medias por Ledesma para que la jugada acabase con un disparo alto de Tchouaméni. Nada, agua.

Poco después, en el 27' de partido, era Valverde el que se atrevía con un disparo -también lejano-, pero el balón se iba rozando la madera de Ledesma poco antes que Fali y Vinicius se encarasen por un 'quítame de ahí ese codo que le has metido a mi compañero Rodrygo' que bien le pudo costar la expulsión al titán amarillo.

Buscaba el Madrid al Cádiz, y no paraba, por la banda de Espino , esa por la que Lucas Vázquez accedia en el área amarilla aunque sin acertar en el pase atrás que despejaba la muralla gaditana.

El Choco en su isla seguía sacando petróleo y veía como en el 37' cargaba de tarjetas amarillas a los dos centrales blancos, Alaba y Militao.

Se lsa prometía felices el cadismo viendo controlado un partido que se descontroló tras un centro mal defendido como consecuencia de un córner despejado por Ledesma. La zaga se quedaba entre salir o no salir para dejar complentamente solo a Militao, que a placer cabeceó a gol un centro preciso pero mal defendido de Kroos .

Sin cambios salían tras el descanso ambos equipos, que tampoco cambiaron en la reanudación la dinámica del juego. Eso sí, el primero que avisó en serio tras una gran anticipación de Fali fue el Cádiz, que tuvo el empate en las botas del menos indicado, Sobrino, que desaprovechó una gran jugada trenzada entre Alcaraz, Alejo y el Choco. El manchego controló fatal y disparó ya casi opciones ante el gigante belga que se quedó con el balón.

La respuesta blanca fue instantánea, Courtois lanzaba una contra muy bien llevada entre Vinicius, Lucas Vázquez y Valverde, que vio como su disparo a matar era salvado por Iza, que enviaba el balón a córner en el 53 de partido.

Alejo veía la amarilla por su enésimo encontronazo con Vini Jr. y al poco Sergio lo sentaba junto a Alcaraz para meter a Ocampo y Bongonda. Los cambios tampoco variaron demasiado el escenario puesto que el Madrid seguía a lo suyo, que no era otra cosa que avanzar y avanzar hacia el área contraria cocinando lo que debía ser la sentencia. Y mientras este agobio se presentaba como continuo, Sobrino se permitió el lujo de mandarle un melón al recién entrado Ocampo para desperdiciar lo que era un tres contra dos más que esperanzador para las pocas opciones que se presagiaban.

Iza se multiplicaba para tapar a Rodrygo en varias internadas, pero donde nadie pudo aparecer, en el 69', fue para tapar un voleón que pilló Kroos para sentenciar el partido con un disparo tan violento como bello. Mucho que la acarició Ledesma porque si la llega a parar habría que mandar un fax a la Federación Argentina para que se pusiera un turbante en menos de una semana.

El gol noqueó las aspiraciones cadistas, que para colmo vieron como Cala se lesionaba y dejaba su sitio a José Mari para que Fede retrasase su posición a la de central. El Madrid, como acostumbra cada vez que gana y quiere, bajó los brazos y dejó soltarse a los amarillos, que a través de Ocampo lo intentaban sin mucha fe.

Negredo y Lucas entraban en los últimos minutos para ver como Vinicius se daba un pequeño festival. Primero lo intentó con un disparo repelido por Ledesma y más tarde con un gran slalon que acabó cediendo a Modric para que el croata, sin nadie bajo palos, la mandase fuera para sonrojo del crack mundial.

Relajados como estaban, el Cádiz aprovechó esa actitud y se metió en el partido tras un robo a Modric en el centro del campo que terminó con una jugada en la que Bongonda disparaba para que Courtois no atajase el balón, Negredo fuera al remate y el rechace le llegara a Lucas Pérez para acortar distancias en el 81' de juego.

Ancelotti detectó la relajación de Modric y lo sustituía en el 84' por Camavinga, que ponía algo de control y presión en un equipo que estaba jugando con fuego y hasta se pudo quemar si el Pacha Espino no entra con tanto miedo a un caramelo enviado en el 92' por Negredo que el charrúa cabeceaba alto con Courtois bajo palos.

Era esa y no fue para desconcierto de una banda que acabó presa de los nervios del que pudo tenerlo todo y se precipitó a la hora de coger un botín inesperado. Ledesma salía de sus dominios y en su afán por irse al empate regalaba un balón que el Madrid tampoco aprovechó para liquidar un partido que llegó interés hasta el final.

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