El Spartak ruso pedirá a Larsson 100 millones de euros por su hijo

El 29 de agosto de 2004, el sueco Henrik Larsson debutó con el Barça de Frank Rijkaard y dejó un notable recuerdo en las dos temporadas que vistió de azulgrana antes de regresar al Helsinborgs de su país.

El día de la puesta de largo de su padre, Jordan Larsson tenía siete años y empezaba a dar patadas a un balón, mostrando una gran velocidad y una excelente técnica.

Nacido en 1997 en Rotterdam durante la época en la que su padre militó en el Feyenoord, el hijo de Larsson optó por nacionalizarse sueco y ya ha debitado con la selección absoluta tras ser un fijo en las inferiores de la 'oranje'.

Siguiendo con esta historia paralela, este viernes se ha confirmado el regreso de Henrik Larsson al FC Barcelona para formar parte del cuerpo técnico de Ronald Koeman junto al neerlandés Alfred Schreuder.

Su hijo Jordan tiene ahora 23 años y es una figura en ciernes del fútbol. Tras pasar por el Högaborgs, el Helsinborgs, el Norrköping suecos y por el NEC Nimega neerlandés, fichó el año pasado por el Spartak.

El club ruso, propiedad del multimillonario y excéntrico Leonid Fedun, pagó alrededor de cuatro millones de euros al Norrköping por su fichaje y suma 11 goles en los 33 partidos de la Premier Liga rusa que ha disputado.

Lo curioso del caso es que el Spartak se ha hecho eco este viernes de la incorporación de Henrik Larsson al Barça para realizar un curioso y ocurrente anuncio.

"Suponemos cuál será el nuevo gran objetivo del Barça (Jordan Larsson, el hijo de Henrik), pero también es un jugador muy importante para nosotros", señaló el club moscovita.

Y fue aún más allá. "Preparad 100 millones de euros (para ficharlo) o no hace falta que os dirijáis a nosotros", añade el Spartak a través de su servicio de prensa según informó el portal 'sports.ru'.

Habría que tomarse estas palabras con un poco de humor, ya que ese ha sido el objetivo de un conjunto moscovita que lucha por recuperar su sitio en Rusia tras la 'bravata' de su presidente al anunciar la retirada del equipo por un gravísimo error arbitral.

Aunque a la vista de la situación actual del Barça, la velocidad y la movilidad de Jordan Larsson en las inmediaciones del área no vendrían nada mal a Ronald Koeman... pero el míster y el club tienen otros planes y todo apunta a que padre e hijo solo se verán por temas familiares.