La evolución de Jon Favreau como director a través de sus películas

En 1996, Jon Favreau firmó el guión de 'Swingers', una comedia que protagonizó junto a Vince Vaughn y que tuvo cierto éxito. Por eso, cuando decidió dar el salto a la dirección, intentó replicar la formula escribiendo y protagonizando una historia de estructura similar, cambiando las relaciones de pareja por la mafia. Aunque no tuvo el mismo impacto, como comedia de enredos repleta de cameos de 'Los Soprano' no está mal.

Un par de años después probó suerte como director de encargo. La tarea parecía fácil, Will Ferrell dejaba 'Saturday Night Live' en su mejor momento y nadie esperaba que su humor en pantalla grande se convertiría en un producto de culto, adorado sólo por unos pocos. Favreau disfrutó con el exceso, aportando todo el sinsentido con el que se recrea el cómico y situándolo en su lugar de comodidad: la comedia familiar que no lo es en absoluto.

Favreau seguía buscando su sitio y, aunque no nos diésemos cuenta, lo iba encontrando. Por el camino dirigió esta aventura familia que todos conocemos como "la 'Jumanji' del espacio". Y no nos falta razón, ya que se basa en un cuento de Chris Van Allsburg, autor de la del tablero selvático, y su intención, como la de los productores, era recrear el éxito de aquel divertido título con Robin Williams. No sirvió para mucho más que para nutrir las filmotecas de los trenes interprovinciales, aun es fácil toparse con ella, y para que el jovencísimo Josh Hutcherson diese un paso más en su carrera.

Y ahora sí, Favreau daba el pelotazo por partida triple. Por un lado, abría definitivamente el terreno de la nueva moda de los superhéroes, apuntada por Raimi y Singer pero a toda máquina desde que Marvel decidiese hacerse fuerte tras este taquillazo. Por otro, resucitaba a Robert Downey Jr. tras sus años más oscuros. El actor aportó un carisma al personaje que aprovechó para encauzar su nueva imagen, convirtiéndose en Tony Stark y haciendo que Tony Stark fuese él mismo. Para terminar, empezó a verse al director como un nombre a tener en cuenta tras la cámara, siendo una pieza clave para la casa de las ideas hasta su irremediable separación.

El éxito comercial de la secuela fue incluso mayor, la unión entre Downey Jr. y su personaje llegaba a difuminarse y presentaba a una prometedora Viuda Negra, dando tiempo a Nick Furia para lucirse por el camino. Pese a esto, muchos fans terminaron algo mareados con la batalla final, algo parecido a lo que ocurrió entre Favreau y Kevin Feige, hombre fuerte de Marvel que discrepó con el director hasta hacer imposible que, el que hubiese empezado su gran universo, dirigiese nada más para la compañía.

Rebotado con los tipos a los que había puesto en la primera fila de los estrenos superheróicos, Favreau se lió la manta a la cabeza y adaptó un cómic imposible, o al menos eso parece viendo el resultado. Con Orci, Kurtzman y el peligroso Lindelof a la cabeza de un guión tras el que se encontraban otros tres liantes, el mejunje de western con marcianos nunca terminó de funcionar. A Daniel Craig y a Harrison Ford les sirvió para pagar facturas, pero supuso un paso atrás en la ascendente trayectoria del realizador.

Durante los siguientes años, Favreau se refugiaría en televisión. En 2012 dirigió el piloto de 'Revolution', producida por J. J. Abrams y que sólo aguantaría dos temporadas. En 2013 se dio el capricho de realizar un capítulo de 'The Office', la versión americana del trampolín de Ricky Gervais que iba por su novena y última temporada. En 2014 firmó el piloto de 'About a Boy', serie que adaptaba el libro de Nick Hornby que ya conocíamos gracias a la película 'Un niño grande', y que también fue cancelada tras dos temporadas.

Tras el descanso de la pequeña pantalla, regresó con un proyecto pequeño, personal y poco ambicioso. Como en sus inicios, Favreau escribe, dirige y protagoniza con la tranquilidad que ofrece no llevar millones ajenos en la maleta. El resultado es una reconfortante y amable comedia sobre las relaciones familiares y los camiones de buena comida rápida. Imprescindible.

Contento tras su película privada, asume otro gran reto de estudio. Disney está adaptando en imagen real sus clásicos animados y a Favreau le toca 'El libro de la selva', un proyecto tan tentador como peligroso. El resultado sorprende a todos, logrando una bonita versión de la película que todos conocemos, porque no hay nuevas concesiones a la obra de Kipling, mientras mezcla al protagonista con ingentes cantidades de CGI que, de un modo u otro, funcionan. Una estupenda elección de voces en la versión original rematan el resultado de la que puede ser la mejor de estas revisiones de la casa del ratón.

Irresistibles aventuras en cocinas de expertos y entusiastas de la mano de Jon Favreau y Roy Choi. La necesidad por aprender y disfrutar del primero y la pericia y capacidad por experimentar del segundo harán las delicias de unos hambrientos espectadores.

Y es que no hay que olvidar que ‘The Chef Show’ nació como el salvavidas del cineasta que, tras rodar ‘Chef’ (2014) como descanso entre gigantescas producciones, descubrió que su amor por la cocina podría aprovecharse indefinidamente en uno de los realities de cocina más interesantes de Netflix junto a ‘Breakfast, Lunch & Dinner’ y ‘Ugly Delicious’. Puede que las apariciones estelares de Seth Rogen tengan también algo que ver...

Los éxitos de Disney son, sin duda, un ciclo sin fin. Uno de los más contundentes fue este 'El rey león', nueva versión en CGI de su clásico de 1994 será su joya de la corona.

No se puede negar la evidencia: a pesar de la tibia recepción crítica, que se suma en un 53% de aceptación en Rotten Tomatoes (una nota bajísima), 'El rey león' lo petó. Una marca conocida, factor nostalgia, presupuesto indecente en marketing, cantidad abrumadora de salas de estreno y un verano sin excesiva competencia ayudaron a que Favreau afianzase su puesto en Disney. Y lo que le quedaba...

Nadie esperaba el rotundo éxito de ‘The Mandalorian’, el genial serial de aventuras con el que Favreau estrenó el universo de Star Wars en Disney+. Más allá de algún acierto con su merchandising, las esperanzas estaban bajas en un momento en el que la empresa había decidido doblegarse al fandom más conservador para dejar a un lado el regreso a la ilusión que proponía Rian Johnson con su ‘Star Wars: Los últimos Jedi’ para dejar paso al batiburrillo nostálgico de J.J. Abrams. Por suerte, Favreau y el bueno de Dave Filoni tenían tantas ganas de asombrarnos como George Lucas en 1977.

Sus rápidos, valientes y divertidos capítulos nos hicieron vivir ocho aventuras surcando géneros y referencias sin abandonar en ningún momento la esencia de la saga. De Akira Kurosawa a Sergio Leone, pasando por Kazuo Koike o John Carpenter, las desventuras de Mando se convirtieron además en un fenómeno viral de Internet gracias a (todo sea dicho) la criatura más adorable del audiovisual contemporáneo: Baby Yoda.

Alguno todavía se está recuperando del épico final de la segunda temporada de ‘The Mandalorian’, especialmente de aquel epílogo en el que la mejor versión posible de Boba Fett volvía al palacio de Jabba y, como un espíritu vengador regurgitado por el mismísimo Sarlacc (y acompañado por Fennec Shand), acababa con el reinado del aprovechado Bib Fortuna para sentarse en el trono de delincuencia que, ahora sí, merece.

Pese a la miríada de nuevas series de Star Wars anunciadas por Lucasfilm para Disney+ en aquellas fechas, este cierre convirtió a su futuro relato, ‘El libro de Boba Fett’, en uno de los más esperados y ahora, para fortuna de los más ansiosos, ya tenemos fecha de estreno: el 29 de diciembre.