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El enigma de John Reid: el hombre detrás del éxito (y del drama) de Elton John y Queen

El estreno de ‘Rocketman’, adaptación cinematográfica de la vida y obra del cantante británico, pone el foco sobre el decisivo y controvertido papel de su manager y amante, interpretado por el actor Richard Madden.

La relación entre John y Reid fue una de las más fructíferas y controvertidas de la industria musical del siglo XX.
La relación entre John y Reid fue una de las más fructíferas y controvertidas de la industria musical del siglo XX.Dave Hogan (Getty Images)

Todo ocurrió en solo tres semanas. Reginald Dwight tenía apenas 23 años cuando abandonó su Inglaterra natal para aterrizar por primera vez en la costa oeste de Estados Unidos. Lo hacía con su segundo disco debajo del brazo, titulado como su nombre artístico, Elton John, el mismo que interpretaría en directo en un club de Los Ángeles. Por aquel entonces el tema Your Song no era todavía una de las canciones más legendarias de la historia de la música reciente, pero alcanzaba puestos de diploma olímpico en las listas de lo más escuchado. Sus actuaciones en el Troubadour, más que un éxito rotundo, se convirtieron en un golpe de estado a los cimientos del rock and roll que acababa de descubrir al “salvador” del género. El humilde joven nacido en Pinner pasó a recibir visitas en su camerino de ídolos como Bob Dylan o Brian Wilson y a ser la gran estrella invitada en las fiestas más exclusivas de la ciudad. También tuvo tiempo Elton para confesar su homosexualidad a su familia y amigos cercanos. “Decir que lo que me pasó era demasiado como para poder dirigirlo es un terrible eufemismo”, confiesa en The Guardian. Pero esto no fue lo más importante que pasó en la vida del británico en ese puñado de días de agosto en 1970. En una de esas fiestas de psicodelia y exceso conoció a quién se convertiría en una de las figuras claves de su carrera y de la industria musical del siglo XX. Un casi desconocido que, sin embargo, tiene un papel esencial en dos de las películas más esperadas del último año.

Este 31 de mayo llega a las salas Rocketman, la adaptación cinematográfica de la vida, obra, milagros y muchos pecados de Elton John. El actor Taron Egerton se mete en la piel y en la garganta –canta él mismo todas las canciones– del músico británico en un filme producido por él mismo y por su marido, David Furnish, y dirigido Dexter Fletcher. Un trabajo dispuesto a romper el molde de lugares comunes de los biopics ya estrenados sobre estrellas rutilantes, libre de tabúes y obviando las peticiones de ciertos estudios de pasar de puntillas por las múltiples adicciones que durante décadas estuvieron presentes en la vida del intérprete de Tiny Dancer. “Todo el mundo sabe que mi vida ha sido de las ‘No recomendadas para menores de 13 años’”. El coprotagonista del filme es Richard Madden, intérprete escocés que se hizo célebre por su papel de Robb Stark en Juego de Tronos y que ha afianzado su estatus de estrella televisiva con el Globo de Oro conseguido gracias a la serie británica Bodyguard. En Rocketman, Madden se pone en la piel del dibujado como antagonista de la trama, John Reid, su manager durante décadas, su amante durante varios años y la persona con la que conformó una de las parejas más prolíficas y tóxicas de la historia de la música.

Taron Egerton y Richard Madden interpretan a Elton John y John Reid en ‘Rocketman’.
Taron Egerton y Richard Madden interpretan a Elton John y John Reid en ‘Rocketman’.Paramount

La relación de Reid y John comenzó en una fiesta de conmemoración de los 10 años de la Motown, celebrada durante su primer desembarco yankee. Con apenas 21 años, el joven escocés que decidió abandonar sus estudios de ingeniería marina para intentar hacerse un hueco en las discográficas de Londres ya había gestionado con éxito las carreras de artistas como Smokey Robinson. Su relación profesional con Elton John empezó al mismo tiempo que la sentimental, es más, su primer encuentro sexual también forma parte del metraje de Rocketman. “Si iba a contar mi historia tenía que ser honesto. Perdí mi virginidad con él. Estaba desesperado por ser amado y desesperado por tener una relación táctil. Estábamos en San Francisco. Cuando ambos se arrancan la ropa en la película, así es como pasó”, declaró a The Mirror. La escena es ya también histórica para la industria del cine: nunca antes una gran película de estudio mostró una secuencia explícita de relaciones sexuales homosexuales.

Reid montó su propia compañía de representación e hizo de John una fábrica de números 1 y conciertos multitudinarios por todo el mundo, a un ritmo solo sostenido por el consumo diario de todo tipo de drogas. En 1974, el agente negoció en nombre de su representado y amante el mayor contrato discográfico firmado hasta entonces en Estados Unidos por valor de 40 millones de dólares, asegurándose para él hasta el 28% en concepto de royalties. Las fiestas multitudinarias y los regalos millonarios (yates y anillos valorados en un millón de euros incluidos), las discusiones y las reconciliaciones, protagonizaron un romance tan tóxico como leal hasta el final del mismo, en 1975. Reid continuó siendo el manager de Elton John pero por aquel entonces decidió abrir sus horizontes e intentar repetir la jugada con una prometedora banda que estaba lista para llegar al siguiente nivel.

Somebody to love o We are the Champions son solo dos de los éxitos que Freddie Mercury y Queen publicaron durante el periodo de tres años que fueron gestionados por John Reid. Un veinteañero que pasaba desapercibido para los medios dirigía a las dos mayores estrellas musicales del momento. El agente mantuvo una gran amistad con el célebre vocalista, que apreciaba tener como ‘jefe’ a alguien abiertamente homosexual, pero este ‘Mercurycentrismo’ sacó de quicio, según Brian May, al resto de la banda y fraccionó la relación entre sus miembros. Por otro lado, el batería Roger Taylor achacó a los celos de su primer cliente el final de su relación con Reid: “Teníamos muchísimo éxito y creo que Elton se sentía amenazado”.

Reid y Mercury fotografiados durante una cena en 1977.
Reid y Mercury fotografiados durante una cena en 1977.Michael Ochs Archives (Getty Images)

La importancia que el representante tuvo en la proyección internacional de Queen también ha sido reflejada por el reciente y exitosísimo biopic Bohemian Rhapsody. Es el actor Aidan Gillen el encargado de darle vida en el filme, casualmente, también conocido por su papel de Petyr Baelish (Meñique) en Juego de Tronos. Sin embargo, la exposición negativa que la película hace de Reid también es producto de la ficción. Ni Mercury le despidió al sugerirle este el inicio de una carrera en solitario ni acabó enfrentado con la banda, es más, según el propio representante el final de su relación profesional fue el más amistoso de toda su carrera.

El último capítulo de su historia con Elton John fue bastante más desagradable. En 1998, una auditoría descubrió un agujero de 22 millones de euros en las cuentas del músico. El intérprete de I’m Still Standing interpuso una demanda millonaria contra Reid dos años después, acusándole de haber sido pillado “con las manos en la caja”. Aunque el representante le pagó algo más de dos millones de euros al músico, Elton perdió el juicio y tuvo que hacer frente a unas costas judiciales millonarias. Jamás volvieron a reconciliarse. Reid, que llegó a tener una fortuna valorada en 100 millones de dólares, asegura que a pesar de todo se siente orgulloso del trabajo que hicieron juntos. “Quizá algún día nos encontremos y haya besos y abrazos. O quizá no”, sostiene. Quizá después de verse –de nuevo– reflejado en la pantalla grande le apetezca reescribir su desenlace y darle, ahora sí, un final feliz.

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