Pasarelas

La colección de primavera-verano 2022 de John Galliano para Maison Margiela es una oda a la juventud pospandémica

John Galliano volvió a trabajar con el director Olivier Dahan para retratar a una "juventud utópica" con conciencia medioambiental y comunitaria. El propio Galliano nos cuenta por qué el cine sigue siendo para él la forma más poderosa de contar sus historias
John Galliano para Maison Margiela primavera verano 2022
Cortesía de MAISON MARGIELA

“Crápulas de la noche”, susurra John Galliano bajo el chirrido de la guitarra eléctrica que guía la banda sonora, con dicción tan tentadora como los fotogramas que se despliegan ante nuestros ojos. Nos amparan las paredes blancas del convento reconvertido (y otrora club nocturno) que es la sede de Maison Margiela en la Rue Saint-Maur, sentados en sendas sillas bianchetto y listos para la proyección de la nueva película de su prêt-à-porter. Su ultimísimo concepto continúa hábil y seductoramente la línea que ya trazó el espectacular film de alta costura del pasado julio, A Folk Horror Tale, de nuevo con Olivier Dahan en la dirección, quien estuviera a la batuta de La vida en Rosa, con Marion Cotillard, y Grace de Mónaco, con Nicole Kidman.

Envuelta en rock a todo volumen, la experiencia es muy distinta de la poesía en celuloide que nos cautivó en la precuela. Sediciosa y seductora, la propuesta nos arranca de golpe del universo de viajes temporales que vimos en verano para transportarnos a un clima intencionadamente rupturista. Casi literalmente, la cámara nos saca de la fantasía para revelarnos el set. Si en la película de alta costura lo que vimos fue ilusión a espuertas, esta vez todo sucede en bambalinas, revestidas sin embargo de otros tantos trampantojos que juegan a la metaficción.

John Galliano ha optado de nuevo por el cine para desvelar su colección.

Cortesía de MAISON MARGIELA

Galliano lo explica mejor: “El film Artisanal se rodó en un estudio con una pantalla LED 360. En este, en el Co-Ed, nos pareció que podía ser divertido destapar los bastidores, para que cobrase autenticidad. Suspendemos la credulidad, si lo prefieres” (‘Artisanal’ es el término que se usa en Maison Margiela para designar la alta costura, mientras que ‘Co-Ed’ alude a la colección de prèt-à-porter). En la estructura piramidal que guía el proceso de creación de Galliano –inventa técnicas para la alta costura y luego las criba para el prèt-à-porter–, estos matices son clave. Son el propio concepto que apuntala el diálogo entre una película y la siguiente.

Mientras que la alta costura representa lo hecho a mano –el elemento más puro de la confección de moda, con todo su poder y su magia–, el prèt-à-porter es industrialización. En esencia, esta colección parte de los temas de la alta costura de julio y los traduce en un armario listo para comprar. En la película de primavera-verano 2021, “el agua no es agua, es celofán biodegradable que pudimos manipular para evocar la idea de que estaban en una balsa sobre el agua”, explica Galliano, en referencia a una escena en la que reaparece el pescador de la primera película, esta vez industrializado. “Por cierto, la balsa la hicimos con piezas recicladas de la primera película. Se trata de suspender la credulidad: un enfoque entre bambalinas que revele los trucos del teatro o del cine”, añade.

Descifrar lo que cuenta la película –fiel a la tradición narrativa de Galliano– queda en manos del espectador. A lo largo de la pandemia, las épicas producciones que ha decidido filmar han reflejado los retos del presente, desde aspectos relacionados con la comunicación hasta el anhelo de información y transparencia que hemos sentido todos durante la crisis, así como esa interdependencia tan crucial e inherente a nuestra experiencia colectiva. Por encima de todo, su última película parece expresar un sentimiento de comunidad: estos y estas “crápulas de la noche” del periodo pospandémico, como él llama a sus protagonistas, han logrado volverse a reunir tras el gran aislamiento. Crápulas, sí, pero con causa.

Toma del rodaje de la película de Maison Margiela de primavera-verano 2022.

Cortesía de MAISON MARGIELA

A lo largo del metraje, Galliano va insertando una serie de decorados que evolucionan de meras escenas campestres a imágenes más impactantes de paisajes arrasados por terremotos que envuelven el paso de las modelos. “La intención es que provoquen preguntas”, dice. “Aunque hemos atravesado muchas cosas, todavía hay en marcha muchas otras”. Con la naturaleza como tema fundamental –de actividades al aire libre a motivos de animales y lo que Galliano llama “una juventud utópica”– la colección parece retratar a una juventud de pospandemia mucho más entregada a los cuidados, tanto del medioambiente como mutuos y colectivos.

Galliano suscribe que las generaciones de hoy ven la pandemia como una lección, una señal de advertencia del planeta Tierra, y que ellas no se olvidan de lo sucedido, por muy tentadora que suene la vuelta a la ‘normalidad’. Con sus coronas de cartón, sus armaduras de anillas de plata, sus guanteletes sobre guantes de punto Fair Isle, la hermandad de caballeros ‘de trapo’ que plasma Galliano en su film desprende un heroísmo casi imposible.

Toma del rodaje de la película de Maison Margiela de primavera-verano 2022.

Cortesía de MAISON MARGIELA

El mensaje primordial es de esperanza. “Es algo en lo que nosotros siempre hemos creído. Hacer comunidad forma parte de nuestro proceso creativo, y visto desde fuera, es una manera de deberse a una gente y a una marca con una ética y unas creencias que todos compartimos”.

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