Joan Jordán tiene claro el camino. El momento de dificultad es evidente, pero eso no le ha restado claridad en el foco: la situación del Sevilla es dura y quiere sumar para el equipo; después, Quique Sánchez Flores se encargará de valorar y tomar decisiones. Bajarse del barco o rendirse no cuadran con la mentalidad de un Joan Jordán que la temporada pasada tiró del equipo en un momento crítico y se jugó el físico -jugando al límite por el dolor- durante el ciclo de Sampaoli.
Algunas de sus actuaciones sirvieron para sostener la caída del equipo en LaLiga y levantarlo también en la Europa League, con aquel gol clave ante el Fenerbahçe. Trabajar, resistir y saber sufrir tuvieron premio entonces y las coordenadas son las mismas ahora. Enero es mes de mercado y los rumores ganan en muchas ocasiones a las certezas, en el caso de Joan, la primera es acelerar su recuperación y estar disponible cuanto antes para el nuevo cuerpo técnico que comanda Quique.
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El Sevilla es la prioridad de Jordán y el jueves lo demostró anticipando su regreso al trabajo. El ‘8’ estuvo en ‘boxes’ tratándose y ocupándose de las molestias físicas que le han dejado fuera en los últimos partidos. No fue un gesto de cara a la galería. El objetivo es estar el lunes con el grupo y llegar al partido contra el Athletic, el próximo jueves. La salida de Fernando resta un elemento en el centro del campo. La línea de mediocentros quedaría para Boubakary Soumaré, Djibril Sow, Ivan Rakitic y Joan Jordán. El catalán tiene terreno por recuperar y Víctor Orta busca un mediocentro, pero el fútbol está escrito con historias de futbolistas como la de Joan, que pasan del pozo de los transferibles a imprescindibles enlazando una buena dinámica de partidos.
Sale Fernando, pero se queda Jordán
La llegada de Quique Sánchez Flores es una oportunidad para todos y también para Joan. El entrenador conoce a Jordán de su etapa en el Espanyol y valora su trayectoria, también su poso y su liderazgo en el mejor Sevilla reciente. Quique conoció a un Joan recién subido del filial, entendía que tenía que salir para curtirse y aquel Espanyol no era el de ahora, de hecho, peleaba por fichar a Éver Banega. El deporte y la vida son momentos y ahora Quique se reencuentra con un Jordán con cerca de 300 partidos al máximo nivel, casi 200 para el Sevilla. Joan es un líder por recuperar -tiene un valor por experiencia y visión- y Quique lo sabe. Después, las oportunidades del mercado dictarán sentencia, pero si Joan va a quedarse, mejor tenerlo metido en dinámica y preparado para la acción. La salida de Fernando supone la salida de uno de los cuatro capitanes, en esa línea, vuelve a aparecer Joan.
Quique y un regreso al Espanyol… imposible
Quique ha entrado con inteligencia en el grupo, en privado y en público. Es un entrenador inteligente y es consciente de la oportunidad. Ha tendido la mano a los futbolistas que menos cuentan, entre ellos Joan, del que ha hablado directa o indirectamente en sus ruedas de prensa: “Hace falta tiempo para conocer bien a los chicos. Tenemos muchos lesionados y hay que ver cómo pueden responder. El mercado va a llevar su tiempo y mientras vamos a ir progresando y viendo qué situaciones nos dan más salida”. Joan está dando el 200% para volver fuerte, en cuestión de horas abandonará la enfermería.
Para Joan se ha hablado de un posible regreso al Espanyol pero desde el lado blanquiazul tiene claro que ahora es imposible por el estatus deportivo y salarial del futbolista.