- Coleccionismo. El legado imperecedero de Michael Jordan
- Icono. Michael Jordan y las zapatillas que cambiaron la historia del deporte
En el a�o 1985 la figura de Michael Jordan todav�a no anunciaba lo que iba a llegar a ser. En ese momento 's�lo' era un gran jugador de baloncesto que acababa de aterrizar en la NBA y que hab�a sido nombrado Rookie del A�o. Un buen inicio para una carrera que m�s tarde despegar�a hasta la historia m�s grande jam�s contada en el mundo del baloncesto. Y todo cambi� en ese verano de 1985.
Jordan, que acababa de firmar su primer contrato con Nike y que comenzaba a ser un icono comercial y social, decidi� viajar a Londres para conocer de primera mano el trabajo de Jimmy Rogers que le invit� a su gimnasio en Brixto, un barrio precursor de protestas y levantamientos en contra del racismo y los abusos policiales. All� encontr� a un hombre volcado con su comunidad y con derribar las altas barreras raciales de la �poca a trav�s del baloncesto.
Michael apareci� en el gimnasio de los Brixton Topcats, el club que Rogers fund� al sur de Londr�s en 1981 y que convirti� en profesional en 1984, se calz� las zapatillas y estuvo jugando y entrenando durante m�s de dos horas con los chicos de Rogers. Sin embargo, m�s all� de la cancha al mito de los Bulls le impact� el trabajo que aquel hombre, m�ximo representante del esp�ritu de la cultura negra brit�nica, estaba haciendo con su comunidad. Una labor que marcar�a a Michael para siempre.
Lo que est� haciendo Jimmy aqu� es dar la oportunidad a estos chicos de tener algo que hacer en lugar de estar dando vueltas en la calle sin hacer nada"
"Lo que est� haciendo Jimmy aqu� es dar la oportunidad a estos chicos de tener algo que hacer en lugar de estar dando vueltas en la calle sin hacer nada. Les da la oportunidad de unirse a esto y jugar al baloncesto", aseguraba el joven Michael en un material recuperado m�s de 30 a�os despu�s de la visita y que forma parte del homenaje en forma de documental que la marca Jordan ha querido hacer a Rogers y su equipo con motivo del mes de la historia negra.
Deng, otro producto marca Rogers
Jordan no fue el �nico producto de la factor�a Rogers. Conocido como el 'obispo de Brixton' abri� la puerta de su gimnasio a miles de ni�os a los que sacaba de la calle en plenas revueltas obreras y raciales que se multiplicaban por Inglaterra en la d�cada de los 80. La crisis econ�mica y laboral que golpeaba el pa�s aumentaba la brecha interracial y Rogers fue uno de los veh�culos para salir de todo aquello.
Entrenandor de baloncesto, pero sobre todo educador, este inmigrante lleg� a Londres en 1954 y pronto se encontr� en un clima hostil en el que no se sent�a bienvenido. Una experiencia que no quer�a que otros m�s j�venes vivieran de la misma manera y encontr� en el baloncesto la forma de integrar a todo el mundo bajo el mismo techo. Integraci�n m�s all� del talento, ese era su lema.
Desde su fundaci�n miles de ni�os pasaron por el programa desarrollado por Rogers. Todos buscaban una oportunidad m�s all� de razas, sexo o signo pol�tico. Dentro de la cancha todo daba igual. S�lo hab�a algo que Jimmy dejaba claro antes de empezar: la disciplina y el trabajo tampoco entend�an de esas desigualdades, as� que all� todos ten�an que esforzarse por igual.
"En la vida tenemos suerte si encontramos a alguien que cree en nosotros y que lo que quiere es d�rtelo todo para que puedas llegar a lo m�s alto"
Entre esos miles de ni�os que crecieron adorando a Jordan, el mismo joven que un d�a pis� la cancha de Brixton, y que se pusieron a las �rdenes de Jordan destacaron Andrea Congreaves, la primera jugadora brit�nica en llegar a la WNBA, y Luol Deng, ex jugador de la NBA que lleg� a ser 'all star en los Chicago Bulls. Curiosamente la misma franquicia que 'Air' hizo legendaria.
"En la vida tenemos suerte si encontramos a alguien que cree en nosotros y que lo que quiere es d�rtelo todo para que puedas llegar a lo m�s alto", recuerda el jugador de origen sudan�s sobre la figura de un Jimmy Rogers que marc� para siempre la carrera de miles de ni�os y j�venes entre los que tambi�n estuvo un tal Michael Jordan.
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