Jeanne Eagels

Película dirigida por el especialista en comedias George Sidney, basada en la historia real de la precozmente desaparecida Jeanne Eagels. En ella se nos cuenta el ascenso, sin escrúpulos morales, y la posterior autodestrucción de esta actriz, brillantemente interpretada por la siempre estimulante Kim Novak.
La realización es correcta, aunque se hace un poco tediosa en su parte central . Buena fotografía en blanco y negro y música adecuada.

La trágica historia de la actriz Jeanne Eagels (26 de junio de 1890 – 3 de octubre de 1929) con una Kim Novak bellísima y convincente en la piel de una mujer dispuesta a lograr el éxito sin medir las consecuencias de sus actos y su incidencia futura en su vida y en la de quiénes la rodéan.Buena recreación de la época y una hermosa fotografía en blanco y negro .Buena la dirección de George Sidney y destacable la actuación de Agnes Moorehead,La pareja protagónica ( Novak y Jeff Chandler ) tiene buena química y es creíble .La llegada a la cúspide del éxito y los medios empleados para ello .La soledad y la efímera permanencia en el pináculo de la gloria que en el caso de Jeanne también significarán el inicio de su decadencia en todos los órdenes.Kim brilla en la historia dando muestras de su gran belleza física.Despampanante en la escena en la que representa a una descocada odalisca adornada de perlas.Esta película después de "Vértigo" (1958 ) y de "Vecinos y amantes " (1960) registran,según mi humilde opinión,las mejores actuaciones dramáticas de la hoy legendaria Kim Novak.

Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: NOTABLE.
Estamos ante la que quizá sea la mejor interpretación de Kim Novak, con un registro dramático de importancia, muy por encima de sus otras películas. Esto en sí es, y debió ser, una gran baza para la actriz, que siempre ha sido muy valorada por su físico y belleza, antepuesto muchas veces a sus dotes interpretativas. Aquí está radiante, envuelta en el halo de la malograda Jeanne Eagels, un papel dramático de gran envergadura, si bien es cierto que el biopic es casi todo una pura ficción, al punto de que la familia de la Jeanne Eagels real demandó a la Columbia por las falsedades de la historia y cómo presentaba a la actriz. Jeff Chandler está muy convincente en su papel de eterno enamorado, y todos lo secundarios están excelentes, con una mención especial a la eficiente Agnes Moorehead. En definitiva, una gran melodrama de la época, el cual sigue vigente en la nuestra.

Película biográfica bastante convencional y llena de clichés, en su mayoría ficticia, de la desafortunada Jeanne Eagels, actriz de teatro y cine mudo hoy en día bastante olvidada, que murió en 1929 a la temprana edad de 39 años en extrañas circunstancias relacionadas con los tranquilizantes y el alcohol.

El director George Sidney basa la película biográfica en la historia de Daniel Fuchs, pero el guión ideado por Fuchs, Sonya Levien y John Fante es bastante torpe y convierte a la vulnerable estrella en una persona antipática que utiliza a quienes la rodean para llegar a lo más alto en Broadway y luego descender a los infiernos por el abuso del alcohol.

Una esforzada Kim Novak da vida a Jeanne Eagels, mientras Jeff Chandler interpreta a Sal Satori, el jefe del carnaval que le da a Jeanne un trabajo temprano y Agnes Moorehead es su profesora de teatro, Nellie Neilson. Los tres están correctos aunque Novak, en mi opinión, no ofrece una actuación lo suficientemente emocional y expresiva, sin duda lastrada por un guión poco convincente que no perfila suficientemente el personaje. Pero, si bien desde el punto de vista dramático no todo funciona demasiado bien, sigue siendo una película hermosa y bastante interesante, filmada en blanco y negro por Robert Planck, con decorados diseñados por Ross Bellah.

La familia de Jeanne Eagels demandó a Columbia Pictures por difamación, objetando la forma en que se representaba a Eagels en la película, en su mayoría ficticia.