Premios: 2 Oscar (más 3 premios y 3 nominaciones) Ver más
El héroe cotidiano
Sólo en un film, Stewart interpretó a un personaje con matices negativos, el sheriff caradura de dos cabalgan juntos. No le hizo falta demostrar en más ocasiones su versatilidad, pues, ¿para qué desperdiciar su fuerza para interpretar personajes sencillos que solucionaban problemas desbordantes con ingenio?
¿Por qué James Stewart hacía tan bien de tipo inteligente y bonachón? Repasando su vida sale a la luz su único secreto: James Stewart era un gran tipo y muy listo. Nacido el 20 de mayo de 1908, en Indiana, Pennsylvania, el padre de James Maitland Stewart fue un humilde ferretero que trabajó duramente para poder pagarle a su hijo sus estudios de arquitectura. Tras licenciarse en Princeton, una de las más prestigiosas universidades del país, Stewart decidió intentar convertirse en actor cuando conoció al director Joshua Logan, que le propuso unirse a su grupo de teatro, University Players, en el que también estaba Henry Fonda. Ambos jóvenes se fueron a Nueva York, donde rápidamente brillaron en varias producciones de Broadway. Deslumbrada por el talento de Stewart, la famosa cronista de espectáculos Hedda Hopper le consiguió una prueba para ingresar en MGM. Pasó el examen con nota, y se convirtió en secundario de numeros títulos.
Fue Capra el primero de los grandes directores que aprovechó sus cualidades. Le había visto en Cadetes del mar (1937) y pensó que daba la imagen que justamente necesitaba para su película Vive como quieras. Necesitaba alguien que pareciese tan honrado como Gary Cooper en su gran éxito El secreto de vivir (1936), pero más inteligente. La jugada salió tan bien que repetirían en dos memorables ocasiones, en 1939 en Caballero sin espada y en 1946 en una de las cumbres de la filmografía de ambos, ¡Qué bello es vivir!, el clásico por excelencia de Navidad.
Empezó su década dorada, los años 40, trabajando en obras clave de grandes directores, como El bazar de las sorpresas, de Ernst Lubitsch, e Historias de Filadelfia por la que obtuvo el Oscar al mejor actor. Le mandó la estatuilla a su padre, que orgulloso lo colocó en una de las estanterías de su tienda, situada en una calle que se llamaba casualmente Filadelfia.
A continuación, tuvo que hacer una pausa en su carrera, por la Segunda Guerra Mundial. A su regreso del ejército, convertido en coronel, aunque con el tiempo llegaría al rango de general, Stewart contrajo matrimonio con Gloria Hatrick McLean, con la que estuvo unido hasta su muerte en 1994.
También se convirtió en el actor favorito del público, con películas como El invisible Harvey, Anatomía de un asesinato o La soga, primera de sus colaboraciones con Hitchcock, que vio en él el actor ideal para sus habituales ciudadanos corrientes que se convertían en héroes a su pesar. Con el maestro del suspense repitió en El hombre que sabía demasiado, La ventana indiscreta y Vértigo.
Para el maestro John Ford, Stewart fue la antítesis del héroe rudo que interpretaba John Wayne, en El hombre que mató a Liberty Valance, uno de sus westerns más redondos. En este género, Stewart encarnó al ideal de pionero americano en Winchester 73 y otras cuatro cintas del oeste del director Anthony Mann. Al final de su carrera protagonizaba títulos más ligeros, sin pretensiones, retirándose a principios de los 80. El legendario actor murió el 2 de julio de 1997, a consecuencia de una embolia.
Premios
Nominado a 1 premio
- Actor principal Anatomía de un asesinato
Nominado a 1 premio
- Actor principal El invisible Harvey
Nominado a 1 premio
- Actor principal ¡Qué bello es vivir!
Ganador de 1 premio
- Actor principal Historias de Filadelfia
Ganador de 1 premio
- Copa Volpi al mejor actor Anatomía de un asesinato
Ganador de 1 premio
- Oso de Plata al Mejor Actor Un optimista de vacaciones