El ex futbolista Jairzinho, campeón en México 1970 con Brasil y con el record de haber hecho goles en todos los partidos, afirmó a 50 años de dicha conquista que aquel equipo fue "el último" que ejecutó el fútbol-arte en un Mundial, y que el secreto fue que todos los jugadores -incluido Pelé- actuaban en el fútbol local.

A Jairzinho lo llamaban "Furacao" (Huracán) por su explosión en los metros finales; y tanto en la selección como en Botafogo, su club, debió ser nada menos que el sucesor de Garrincha y jugar más de punta, siendo enganche. Así logró el record de haber convertido en todos los partidos del Mundial en el cual Brasil alcanzó el tricampeonato y se llevó el trofeo Jules Rimet.

"Mucha gente lo dice y yo lo digo: fue el mejor equipo de la historia de los mundiales", aseguró Jairzinho en una entrevista con Télam con motivo del 50° aniversario de la conquista de México 1970 para Brasil.

Para Jair Ventura Filho, tal su nombre completo, la clave fue la determinación del entrenador Mario Lobo Zagallo -reemplazante del periodista y militante comunista Joao Saldanha, enfrentado con la dictadura militar de entonces-, que puso "cinco números 10 jugando juntos": Jairzinho, Gerson, Pelé, Tostao y Rivelino.

"El fútbol-arte se terminó con esa selección de 1970. Nadie más ganó un Mundial con fútbol-arte. En 1970 teníamos cinco enganches juntos, pero también alta calidad de volantes de contención, de zagueros. Hoy por hoy tenemos apenas dos jugadores de fútbol-arte, que son Lionel Messi y Neymar. Y no tienen jugadores a su altura al lado", afirmó el "Furacao".

Y explicó que el negocio del fútbol en aquella época no pasaba por la exportación de jugadores a Europa, con lo cual la liga brasileña era poderosa: todos los campeones del '70 jugaban en Brasil y eran ídolos de sus respectivos equipos.

"Un punto muy importante es que todos los jugadores estaban en el país, jugando en sus clubes. Hoy es un grave problema porque los mejores no se quedan jugando en las ligas de sus países; y jugar en la selección se hace cada vez más difícil para quienes se pasan todo el año fuera de su país", analizó.

El clima de época del fútbol brasileño en 1970 era todo un desafío para Brasil en el campeonato de México: se cumplían 20 años del Maracanazo (aquella caída en la final ante Uruguay en la Copa del Mundo 1950) y hasta Pelé -aunque parezca mentira- era cuestionado y buscaba revancha del '66. Pero sobre todo estaba en juego la Copa Jules Rimet: el que ganaba tres veces un Mundial, se llevaba a casa para siempre el trofeo en homenaje al fundador de la FIFA.

"Nosotros teníamos como incentivo llevarnos la Jules Rimet, no se hablaba de otra cosa. Y competíamos directamente por ese desafío contra dos bicampeones mundiales de la época, Italia y Uruguay, que como todas las potencias tenían al menos tres cracks en el equipo titular", recordó. 

Cabe destacar que Jairzinho fue el único futbolista campeón mundial que hizo goles en todos los partidos de la edición ganada: 7 tantos en los seis juegos disputados en México '70, todos triunfos.

"Soy el único jugador que hizo goles en todos los partidos del Mundial, pero el más importante para mí fue el que hice en el 1-0 contra Inglaterra. Ellos eran el rival a batir, eran los campeones del mundo y un equipo poderoso; haberles ganado por la mínima nos dio un respiro en la fase de grupos", valoró.

Otro punto diferencial que el ex jugador de 75 años encuentra en el Brasil 1970 es la puesta a punto, ya que se inaugura allí la aplicación del Test de Cooper en el entrenamiento del fútbol de la mano de Claudio Coutinho, preparador físico y oficial del ejército que luego dirigió a Brasil en Argentina '78.

"Había una novedad: entrenábamos doble turno y nos preparábamos en la altura para jugar en el llano", dijo Jairzinho sobre la preparación física, que incluía algunas recomendaciones de la NASA para los astronautas, toda una moda de la época, un año después de la llegada del hombre a la Luna.

En el torneo azteca, Brasil jugó en la fase de grupos contra Checoslovaquia (4-1), Inglaterra (1-0), Rumania (3-2); en cuartos de final contra Perú (4-2); semifinales ante Uruguay (3-1) y la final ante Italia (4-1).

En 1970, la dictadura militar del general Emílio Garrastazu Médici tomó la victoria como propia; pero a 50 años de aquellos acontecimientos, Jairzinho no quiere conversar sobre el asunto, ya que está más preocupado por sobrevivir al nuevo coronavirus.

"En esa juventud íbamos y veníamos, éramos 90 millones de brasileños; hoy somos 210 millones y estamos viviendo algo muy peligroso, con todo el mundo muriendo contaminado por una pandemia", concluyó.