Jabari Parker (Chicago, 1995) era hace nada el nuevo unicornio de la NBA y hoy es un tipo que se busca a s� mismo a miles de kil�metros, quiz� donde nunca hubiera imaginado. Se busca y se encuentra en Europa, en el Barcelona que apost� por �l como una moneda al aire, con su historial de lesiones detr�s, de juguete roto, y que ahora se frota las manos con un jugador diferencial que gana partidos sobre la bocina con la calma de los elegidos, que cada vez es m�s importante en el engranaje de Roger Grimau, para felicidad de los que hace nada eran sus compa�eros. �Quer�a ser como �l. Fue la raz�n por la que fui a Duke. Le tengo mucho cari�o y me alegro de que est� jugando bien�, se rend�a hace unos d�as Jayson Tatum.
Jabari podr�a plasmar su propia historia en una pel�cula de Spike Lee, el director sobre el que estudi� en Duke mientras acaparaba los focos en su �poca universitaria a las �rdenes de Mike Krzyzewski. Podr�a hablar de sus or�genes familiares, de su bisabuelo nacido en Tonga, evangelizado por misioneros. De su padre Sonny, seis temporadas en los Warriors de la NBA. De su madre Lola Finau y de su profunda educaci�n religiosa, un morm�n afroamericano que cada d�a lee la Biblia, que no luce ni un solo tatuaje, que desde hace cuatro a�os no come carne y desde hace dos es vegano.
Jabari tambi�n podr�a escribir un guion sobre su auge y ca�da, de la ruina de las lesiones y del renacer. �Cuando tuve la primera lesi�n, pens� que ten�a el tiempo de mi lado. Que me podr�a recuperar bien. La segunda no estaba preparado para afrontarla. Me hundi� porque estaba teniendo la mejor temporada de mi carrera�, confes� en Sports Illustrated. En el draft de 2014, en el que Nikola Jokic s�lo apareci� en segunda ronda, Parker fue elegido en el n�mero dos, por delante de Joel Embiid. Disput� cuatro temporadas con los Bucks, pero ya en la primera se rompi� el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Dos a�os despu�s, cuando m�s luc�a (20,1 puntos por partido), se repiti� la lesi�n y, entonces, el calvario, un deambular de traspasos (Chicago, Washington, Atlanta, Sacramento, Boston) y un �ltimo partido en la NBA en enero de 2022.
�Estoy aqu� despu�s de romperme dos veces los ligamentos de la rodilla. Y a la gente le cuesta creerlo porque no ven en m� ninguna debilidad. No ven las secuelas. Soy la prueba de que si crees en ello, puede volver mejor que nunca�, dec�a hace unas semanas quien ahora ya es referente en el Bar�a de Grimau que hoy en el Carpena busca las semifinales de la Copa ante el Baxi Manresa (18.00 h.). Jabari, que nunca perdi� la elegancia ni la versatilidad, avanza de menos a m�s (casi 11 puntos por partido con m�s del 40% de triples tanto en ACB como en Euroliga). Y, sobre todo, se siente parte de algo, integrado en su nueva ciudad. Parker vive en el centro de Barcelona y no es dif�cil verle acudir al Palau en metro, leyendo un libro. �Todo el m�rito es suyo. Est� feliz de estar aqu�, desde el primer d�a est� con nosotros contento y con una humildad impresionante. Ha habido momentos en los que no acababa de entender algunas cosas, pero hablamos mucho y hacemos mucho v�deo. Tiene mucha capacidad para adaptarse y ganas de aprender. Se lo pasa bien compitiendo, que es lo que buscaba viniendo aqu�. Sab�amos que, si era feliz, Parker nos ayudar�a mucho�, le elogiaba su entrenador hace unos d�as.
Porque, m�s all� del baloncesto en el que ahora se reencuentra, siempre supo que su voz podr�a ser �til en muchas causas sociales. As� lo afirmaba en una entrevista en la ACB. �Fui uno de los primeros atletas en pronunciarse contra la violencia policial contra los negros. Sent� esa responsabilidad como figura p�blica. La violencia no se puede tolerar. No hay que da�ar a alguien s�lo por estar en desacuerdo contigo�, defendi�. A�n si Ricky Rubio, que no ha viajado a M�laga, con las dudas del comienzo de la era post Jasikevicius y en busca de reconquistar una Copa que gan� en 2021 y 2022, el Bar�a se agarra a la calma de Jabari.