La familia Benetón (2024), de Joaquín Mazón

Toni y su socio Lolo sobreviven como pueden con su negociete de traslado de muebles. En realidad Toni es un verdadero desastre, un tipo egoísta y superficial que vive lleno de deudas. Pero su insulsa vida va a cambiar cuando por la muerte de su hermana se ve obligado a hacerse cargo durante unos días de los cinco hijos adoptados por ésta, que tienen diferentes nacionalidades: mexicana, colombiana, china, maliense y marroquí. La convivencia con ellos será al pincipio calamitosa pero acabará por cambiar la vida de todos.

Amable comedia a la mayor gloria de Leo Harlem, aquí acompañado de una nutrida chavalería, algo que viene siendo habitual en los trabajos del mediático comediante leonés, como vimos en El mejor verano de mi vida, El refugio o la saga de Padre no hay más que uno. Se pone esta vez a las órdenes de Joaquín Mazón, que probó suerte anteriormente con comedias para toda la familia como La Navidad en sus manos. El guión de Benjamín Herranz y Curro Velázquez es simpático y lleno de nobles sentimientos (aunque también con detalles del “buenismo” de estos tiempos), en donde se aplaude la lógicamente la diversidad y el cariño familiar. Esto no quita, por supuesto, que el conjunto sea también bastante simplón, apoyado principalmente en los chistes y réplicas de Harlem, siempre rápidas y divertidas, pero que también hace que que por momentos parezca que estamos ante uno de sus tronchantes sketches televisivos, sobre todo con ese comienzo en la terraza del bar, junto con Pepe Viyuela.

En cualquier caso, tiene el acierto Mazón de no estirar demasiado el chicle, de manera que la historia nunca pierde ritmo y se ve con agrado. Y gracias a la presencia de los actores infantiles gustará también a los niños. Por lo demás, La familia Benetón es una coproducción hispano mexicana, de modo que cuenta entre los actores con la afable colaboración de los aztecas Damián Alcázar y Diana Bovio. Y funciona muy bien la presencia de El Langui, en el papel del gracioso socio de Toni y el único que parece poner algo de cordura en su vida.