Todo entrenador, muchas veces por precauci�n, suele repetir que en su equipo no hay nadie intocable. Tambi�n lo hace Andoni Iraola. Y puede que Iv�n Balliu (Caldes de Malavella, 1992) no sea innegociable, pero sus n�meros dicen todo lo contrario. Nadie en el Rayo supera sus 2.456 minutos de este curso. Siempre desde el costado derecho. Lleg� libre a Vallecas en verano, tras dos a�os en el Almer�a, y se ha convertido en una de las constantes del 11 titular franjirrojo. Este jueves, aguarda el Betis, en el Villamar�n, rumbo a una hist�rica final de Copa, remontada mediante. El �nico tanto que ha marcado en sus 28 partidos como rayista fue ante el conjunto verdiblanco, en Liga. Tal vez sea una se�al.
La de Iv�n no es una historia cualquiera. Y no lo es, en gran medida, por culpa de su apellido. Balliu no tuvo mayor trascendencia para �l hasta que le empezaron a llover mensajes de aficionados de Albania. Un apelativo poco com�n en Espa�a, pero que pasean m�s de 4.000 personas por las calles de un pa�s con algo menos de dos millones de habitantes. A tanto lleg� el asunto que la federaci�n albanesa se puso en contacto con �l en 2017, cuando jugaba en la Ligue 1 con el Metz. Y resulta que entre su padre y su abuelo descubrieron que el hoy lateral del Rayo ten�a un tatarabuelo alban�s, que justifica ese apellido Balliu. Obviamente, no ten�a ni idea del idioma, pero se manejaba bien en ingl�s y franc�s, por lo que la aclimataci�n fue algo m�s llevadera. Tampoco hab�a pisado en su vida aquel pa�s.
Por eso Iv�n es internacional con Albania, aunque s�lo ha jugado 107 minutos en tres partidos. Eso s�, su estreno, hace ya cinco a�os, fue sonado. El entonces seleccionador albano, el ex madridista Christian Panucci, le dio la alternativa como titular en el estadio Rico P�rez de Alicante, frente a aquella Espa�a que dirig�a Julen Lopetegui, camino del Mundial de Rusia 2018. Jug� hasta el descanso y sentada en la grada estaba buena parte de su familia.
En la localidad gerundense de Caldes de Malavella, de unos 8.000 residentes, Balliu tambi�n se ha convertido en un t�rmino corriente. Y es que el padre de Iv�n, Salvador Balliu i Torroella, es alcalde por Junts per Caldes desde 2011 y lleg� a viajar hasta Waterloo (B�lgica) para saludar y dar su apoyo a Carles Puigdemont, luciendo el lazo amarillo en su chaqueta. El v�deo de aquella cita sigue disponible en Youtube. Lleva m�s de una d�cada al frente de un consistorio de signo independentista, tras ser reelegido en 2019.
Canterano del Bar�a
La primera vez que su padre recibi� el bast�n de mando, Iv�n despuntaba en las categor�as inferiores del Barcelona. �scar Garc�a Junyent, en la actualidad en el Stade de Reims franc�s y entrenador de aquel exitoso equipo juvenil azulgrana del triplete (Liga, Copa de Campeones y Copa del Rey de 2011), recuerda a EL MUNDO algunos detalles que llamaron la atenci�n sobre aquel chaval de 19 a�os. �Iv�n era el capit�n de aquel equipo porque se trataba de un chico ejemplar en cada entrenamiento y en cada partido. Le pod�as poner donde fuera. En derecha, izquierda... Donde fuera. Siempre respond�a con un gran rendimiento. Defensivamente, era dif�cil de superar y con el bal�n ten�a claro qu� es lo que hab�a que hacer�.
En aquel equipo estaban Gerard Deulofeu, Rafinha o Sergi G�mez. Entre este �ltimo, Iv�n y su mujer, Marta Soler, montar�an una firma de moda juvenil llamada Gorgeous. Tras dejar el Bar�a, Sergi firm� por el Celta y Balliu se march� a Portugal, donde contact� con una f�brica textil de algod�n. �La cosa sali� bien�, recordaba en un v�deo promocional de la empresa el propio G�mez.
A Iv�n, Luis Enrique le dio la alternativa con el Barcelona B en Segunda Divisi�n. Pep Guardiola le convoc� para hacer la pretemporada con el primer equipo, disputando un amistoso. Y hasta Tito Vilanova lleg� a tenerle en cuenta en alguna ocasi�n. Sin embargo, no lleg� a estrenarse en partido oficial.
�Le vino bien salir fuera para ser un jugador de nivel en LaLiga�, a�ade �scar Garc�a. Iv�n se march� a Portugal en 2013 para jugar en el Arouca. Dos a�os m�s tarde, fichar�a por el Metz, hasta que en 2019 se fue a Almer�a. Tras unos meses en el Rayo, que le permiti� debutar en Primera, es una pieza clave para Iraola. En Vallecas, Balliu tambi�n se ha convertido en un apellido m�s.
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