Isla de perros - Análisis

Ha vuelto Wes Anderson al mundo del Stop-Motion. Y lo hace a lo grande de verdad

IMPORTANTE: Esta crítica no contiene SPOILERS

Wes Anderson no es un cineasta fácil o al que se pueda calificar de simplista. En realidad, su característico estilo queda patente, en cada una de sus obras, da igual si se acerca uno a El Gran Hotel Budapest, Moonrise Kingdom, Life Aquatic o Fantástico Mr. Fox. Al igual que en esta última, la nueva Isla de Perros es una aventura animada donde Anderson se adentra en la complicada técnica de Stop-Motion.

Isla de Perros es muy personal pero tiene todos los elementos e idiosincrasia de las obras made in Anderson. Y es que el universo del cineasta tiene algo especial que solo él es capaz de poder definir o concretar. Los imitadores de ese mundo que algunos se empeñan en definir como "hipster" o "indie" quedan lejos de él. Normalmente, o se ama o se odia su cine pero también hay términos medios. Por ejemplo, sus grandes obras, más abiertas al gran público, podrían ser El Gran Hotel Budapest y Fantástico Mr. Fox, aparte de esta nueva Isla de Perros.

Un primer consejo. La película tiene que verse, a ser posible, en versión original. Escuchar las voces tan características de estrellas como Bryan Cranston, Edward Norton, Jeff Goldblum, Tilda Swinton, Scarlett Johansson, Greta Gerwig, Frances McDormand, Bill Murray o Harvey Keitel es una delicia. Cada uno de ellos imprime una personalidad propia a su personaje. Atención especial a las voces de los perros Chief (Cranston), Rex (Norton) o Duke (Goldblum).

Lo ideal es no saber prácticamente casi nada sobre ella y meterse de golpe en sus imágenes porque es una película densa, profunda, muy política, con bastante humor negro y muchísima mala leche que desgrana situaciones sociales sobre las que reflexionar. Aunque no se estrenará en cines españoles hasta el próximo 20 de abril.

La nueva propuesta cinematográfica de Wes Anderson es una verdadera maravilla visual, animada e imaginativa, con profundas ideas y mensajes actuales y duros. El apoyo y defensa del medio ambiente y de los animales (el perro) como principal amigo leal del ser humano parece algo muy liviano pero está encerrado y se sustenta sobre muchas artimañas políticas y sociales imperantes hoy día en algunos lugares. Hay también hay algo con respecto al peligro de la ciencia y los avances técnicos utilizados para enriquecerse y engañar a la sociedad.

Pero lo más increíble de todo es que tantos mensajes de este calado se ocultan bajo una historia que parece básica: estamos en un futuro próximo y el principal gobernante de Japón decide abandonar a los perros de todo el país y dejarlos a merced de su destino en una abandonada isla llena de basura. Allí acudirá un niño de 12 años (que además es el protegido del Alcalde) en busca de su querido perro Spots, quien era su mejor amigo y al que deberá intentar encontrar junto a un grupo de canes muy peculiar. No hay más que se deba conocer sobre la trama. Sobra con eso.

Volvemos a notar cómo Anderson desarrolla diálogos ácidos e inteligentes, cómo encuadra a todos sus personajes en una perfecta simetría, con planos que parecen cuadros compositivos de arte. El uso del color con tonos ocres y el apartado musical de Alexandre Desplat en la banda sonora son dos aspectos muy trabajados.

Además, estamos ante una animación muy seria con múltiples detalles de producción y alta capacidad de minimalismo en cada personaje y paisaje a descubrir. Y es que es una Stop-Motion sobresaliente.

Incluso viendo la película por segunda vez se hace necesario verla una tercera para conseguir descubrir bien algunas pequeñas secuencias con bastantes elementos. Esto demuestra que Isla de Perros no es la típica película animada para todo el mundo o para el público infantil. Mientras que Fantástico Mr. Fox tenía el alma de animación bajo la batuta de una obra del escritor Roald Dahl, en Isla de Perros el guión es original del propio Anderson junto a sus amigos y colaboradores Roman Coppola y Jason Schwartzman, más Kunichi Nomura.

Un amor por la cultura japonesa, por mitos como el cine de Kurosawa, por sellos identificativos como Atari (el niño recibe este nombre) y por su cultura gastronómica, entre otros componentes. Incluso si uno no tiene ganas de adentrarse y pensar mucho en la política o los mensajes que se lanzan en Isla de Perros, solo por estar ante la pantalla viendo la maravilla de animación conseguida, se podrá sentir bastante feliz y satisfecho de haber aprovechado casi dos horas de su vida evadido ante una pantalla de cine.

Considero que muy probablemente Isla de Perros va a ser película de culto, a buen seguro, de aquí a unos años. Falta por saber si a ello se une el candor del público en la taquilla encumbrándola también como pieza del "boca a boca" entre espectadores que la permita arrasar.

Pros

  • Muchas secuencias, con una planificación excelente
  • El uso de la técnica en Stop-Motion es prodigioso

Contras

  • Exige demasiada atención e intelectualidad del espectador
  • Es inevitable que algunos personajes queden deslavazados
  • Su estructura en capítulos termina haciéndose pelín larga

El veredicto

Isla de Perros es una cinta que consigue transmitir grandes cosas, impresiona por su cuidada animación y gana mucho con las voces de actores geniales como Bryan Cranston, Edward Norton o Jeff Goldblum, entre muchos otros.

En este artículo

Isla de perros

20 de abril de 2018

Crítica de Isla de Perros

7.8
Bueno
Una de las cintas más serias, inteligentes y divertidas de la carrera de Wes Anderson, con una muy elevada técnica animada en Stop-Motion.
Isla de perros
Comentarios