ISABEL DE OSORIO

Sobre los orígenes conversos de la famosa amante de Felipe II


El rabino de Burgos ya convertido en Pablo.

Shlomo ben Yitzjak  Ha´Levy, rabino mayor de la judería de Burgos (Castilla), fallecido en 1435, no se reunió con sus padres como judío, sino que fue enterrado como cristiano, tras haberse convertido a lo de los nazarenos y haberse cambiado el nombre a Pablo de Santa María. El Burguense, como también se le conoce, fue consejero del rey Enrique III EL Doliente -el monarca castellano cuando las masacres de judíos de 1391. Una vez convertido, siendo ayo del infante Juan,  llegó a ser obispo de Burgos y de Cartagena. Con él se convirtieron, además, todos sus hijos, pero no su esposa.

Uno de los hijos se llamaba Pedro de Cartagena, de profesión militar. Un hermano suyo, Alfonso de Cartagena, humanista -hombre de letras renacentista- hizo testamento en 1453, y en ese documento deja un dinero a la hija de su hermano Pedro, llamada Teresa -que se metió a monja y fue una escritora de la cual se guardan algunos códices en la biblioteca del monasterio de S, Lorenzo del Escorial. Este Pedro tuvo otro hijo, llamado como él, Pedro de Cartagena y Leiva, señor de Olmillos. Y según un trabajo publicado para el diccionario biográfico de  la Real Academia de la Hª, hecho por  Beatriz Santiago Belmonte y Tamara Velasco García, éste fue padre de Isabel de Osorio. Es decir, bisnieta del rabino mayor de Burgos convertido.

Felipe II, joven. Antonio Moro, ca. 1549. Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Isabel de Osorio fue dama de compañía de Isabel de Portugal, la esposa del emperador Carlos I de España y V de Alemania. Cuando la emperatriz murió -joven- pasó a ser dama de compañía de las infantas, Juan y María de Austria, hermanas de quien con el tiempo, en 1556, sería coronado como Felipe II. El Príncipe de Asturias, esto es, Felipe, era un adolescente cuando conoció a Isabel de Osorio. Pero con ella tuvo dos hijos bastardos. El biógrafo del monarca, Luis Cabrera de Córdoba,  escribió en 1619: «Murió doña Isabel de Osorio, que pretendió ser mujer del rey don Felipe II, y dejó a Pedro de Osorio, su sobrino, ocho mil ducados de renta y sesenta mil de muebles y dinero». Según el enemigo de Felipe, Guillermo de Orange, cuando el rey de España se casó con su prima María Manuela ya era padre de dos bastardos con Isabel: Pedro y Bernardino (y al primogénito le hacía pasar por su sobrino, siendo su hijo ilegítimo) Y es por esto por lo que Felipe II dio cuantiosas rentas a su concubina de orígenes conversos. El historiador británico residente en España Henry Kamen, en 1997 publicó que Felipe II dio a Isabel un documento que atestiguaba la relación íntima y el reconocimiento de los dos bastardos. Pero la relación se rompió cuando el monarca español se casó con la francesa Isabel de Valois, no por enamoramiento, sino por el Pacto de Cateau Cambrey. Con la enorme cantidad de dos millones de maravedíes que le dio el rey, Isabel se retiró al palacio de Saldañuela, en Burgos, donde falleció en 1889. Varios especialistas de arte coinciden en que el lienzo Venus y Adonis del pintor Tiziano, representa a Felipe II e Isabel y que Isabel es la Dánae recibiendo la lluvia de oro del mismo pintor, robado por el hermano de Napoléon Bonaparte y hoy conservada  en Londres (en la Apsley House, la colección privada de los Duques de Wellington)

Es decir, Felipe II mantenía una relación adúltera con la Osorio estando casado desde 1554  hasta 1558 con María I de Inglaterra -María La Sanguinaria- que como él, era nieta de los Reyes Católicos, pues era hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.

 Existen numerosas alusiones -fuentes históricas- sobre el romance vivido entre ambos; desde Juan de Zúñiga o Ruy Gómez de Silva, hasta Manuel Fernández Álvarez o Geoffrey Parker, han puesto de manifiesto el vínculo de unión que existió entre la dama de la emperatriz Isabel y el joven príncipe Felipe. Pero parece poco cierto -y producto de las creaciones de la Leyenda Negra- lo que dice Guillermo de Orange sobre su efectivo matrimonio secreto, pues eso habría anulado por completo los posteriores matrimonios del rey, Isabel de Valois y María de Austria.