Iron Maiden alcanzó niveles completamente nuevos de grandiosidad conceptual y progresiva en su séptimo álbum, acertadamente titulado «Seventh Son of a Seventh Son». Pero no habían olvidado cómo rockear con abandono. Y lo demostraron con el tenso sencillo principal, listo para la radio, «Can I Play With Madness», lanzado el 20 de marzo de 1988.
La inspiración para «Seventh Son» comenzó con la muerte en mayo de 1987 de Doris Stokes, la famosa espiritualista británica y autoproclamada médium. «Se me ocurrió una idea: ‘¿Me pregunto si ella podría prever su propia muerte?'», reflexionó el bajista y compositor principal Steve Harris en el documental Maiden England ’88 de 2013 de la banda.
Esta pregunta motivó su propulsor sencillo «The Clairvoyant». Este le valió el sello de aprobación del cantante Bruce Dickinson. Luego, Harris concibió la cambiante canción principal de 10 minutos de» Seventh Son». «Supuestamente, si nacías como el séptimo hijo de un séptimo hijo, tenías los poderes de un clarividente. Así que tuve esas dos ideas y Bruce dijo: ‘¿Sabes qué? Deberíamos hacer un álbum conceptual sobre esto'», dijo Harris.
Dickinson estaba especialmente interesado en la idea después de que Iron Maiden descartara sumariamente sus contribuciones a su álbum anterior, «Somewhere in Time» de 1986. Desafortunadamente, dijo que la banda nunca llegó a completar el concepto del álbum.
«En algún lugar de mi polvorienta colección de garabatos mohosos, tengo el cuento que cuenta la historia del séptimo hijo y sus problemas familiares y el amor no correspondido que lo llevan a tomar una terrible y trágica venganza. Realmente nunca consumamos la relación de la historia: mis letras aludían a la historia, mientras que las de Steve no. Nada de esto importa mucho en el panorama general porque el espectáculo, la portada del álbum y la canción principal fueron lo suficientemente épicos para satisfacer a los fieles», escribió Dickinson en sus memorias de 2017 What Does This Button Do?.
Como mínimo, «Seventh Son» reavivó la asociación de compositores de Dickinson y Harris. Y «Can I Play With Madness» fue el resultado de un esfuerzo de colaboración entre los dos y el guitarrista Adrian Smith. La canción cuenta la historia del séptimo hijo titular, que visita a un profeta para conocer el destino de su séptimo hijo y recibe respuestas poco satisfactorias.
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«‘Can I Play With Madness’ en realidad comenzó como una balada en la que había estado trabajando llamada ‘On the Wings of Eagles'». Así lo explicó Smith en la biografía de la banda «Run to the Hills». «Entonces Bruce tenía un verso pero quería cambiar el título a ‘Can I Play With Madness?’ Debo admitir que sonaba mejor de esa manera. Así que lo tomamos y a Steve también le gustó. Fue Steve quien ideó el cambio de tiempo en el medio y el pasaje instrumental, lo que nuevamente le dio el impulso que necesitaba».
Con armonías vocales pop, arrogantes riffs de pop-metal y contagiosas melodías de teclado, «Can I Play With Madness» fue una desviación considerable del habitual galope desgarrador de Iron Maiden. El vídeo musical que lo acompaña está protagonizado por Graham Chapman de Monty Python como un aburrido profesor de arte que regaña a un estudiante por dibujar a la famosa mascota de Maiden, Eddie. Chapman rápidamente cae por un agujero en el suelo y tropieza con una bóveda subterránea, donde encuentra a Eddie esperándolo dentro de un refrigerador. (Sería uno de los últimos papeles de Chapman antes de su muerte en octubre de 1989).
Todos estos elementos ayudaron a impulsar «Can I Play With Madness» al número 3 en la lista de singles del Reino Unido. La mejor ubicación de Iron Maiden hasta la fecha. (Alcanzarían el primer puesto en 1990 con «Bring Your Daughter… to the Slaughter»). «Me sorprendió cuando fue un éxito tan grande. Habíamos tenido singles que habían entrado en las listas de éxitos antes, pero por lo general aparecían y salían de nuevo. Pero esto permaneció aquí durante mucho tiempo, y de hecho lo pusieron en el resumen de las listas en Radio 1 un domingo por la tarde, que es algo que nunca antes habían hecho», dijo Smith.
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«Can I Play With Madness» también se convirtió en un punto brillante en la gira cuando la banda se embarcó en la Séptima Gira de una Séptima Gira. «Creo que la gente se sorprendió cuando nos vieron cantar la parte inicial. No éramos exactamente conocidos por nuestras armonías. Si hubiera sugerido armonías cuando me uní a la banda por primera vez, me habrían hecho papilla, pero yo, Bruce y Steve cantaríamos las armonías en vivo», recordó Smith.
«Era bastante simple, en realidad, pero muy efectivo, y al público le encantó: saltaban de principio a fin. A pesar del título y de lo que Bruce quiso decir en la letra, se convirtió en una canción que hace sentir bien a la banda y en un verdadero punto culminante del espectáculo de esa gira», conclyó el guitarrista.