“Se suponía que 2020 iba a ser mi año sabático después del bachillerato, mi plan era irme a Japón, las fechas caían justo dos semanas después de que empezara el confinamiento, en marzo”, nos explica Iris Law por Zoom desde su casa de Londres. Como nos ha pasado a muchas, sus planes se vieron truncados por la pandemia, así que la modelo —hija de Jude Law y Sadie Frost— decidió dedicar su tiempo a recaudar fondos para los servicios esenciales.
Durante la cuarentena, con su novio Jyrrel Roberts y su buena amiga Lila Moss, Law creó un libro de recetas virtual —sus especialidades son los espaguetis frescos de remolacha, las galletas decoradas con flores y las rosquillas glaseadas— que se vendió por internet y cuyos beneficios fueron íntegramente a la fundación Meals for the NHS, que se encarga de repartir menús en hospitales. En el momento álgido del movimiento Black Lives Matter, el pasado junio, publicó otra remesa de recetas cuyos beneficios fueron para la NAACP.
Han pasado cinco años desde que Law hizo su primera incursión en el mundo de la moda para la marca londinense Illustrated People y desde entonces ha ido redefiniendo la era de las modelos de la generación Z. Sus labores benéficas son un gran ejemplo de lo diversos que son sus intereses cuando se baja de la pasarela. Mientras esperaba para empezar la universidad —“Tenía muchas ganas de volver a estudiar”, nos dice —, la joven de 20 años estuvo experimentando con las recetas para su libro de cocina. Ahora está inmersa en su primer semestre virtual. Ha elegido cursar materias sobre textiles, una opción natural para una estrella que, desde que terminó el bachillerato en junio de 2019, ha hecho sus pinitos confeccionando bañadores y trabajando con accesorios teñidos de manera natural.
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Siguiendo la estela de su madrina, Kate Moss, Law debutó en la Semana de la Moda de París en marzo, en la pasarela donde se presentó la colección otoño-invierno 2020/2021 para Miu Miu. Luciendo un vestido ochentero con apliques en negro sobre transparencias y una banda amarilla en la falda, nos contó cómo había sido la experiencia. “Miu Miu siempre me ha inspirado y las prendas que he llevado de la casa han tenido un impacto claro en el desarrollo de mi estilo personal”. Fan de toda la vida de Jonathan Anderson, en octubre también la fichó Loewe para una autosesión de fotos en la que daba vida a su idea de la creatividad en la moda.
Si nos fijamos en su Instagram, está claro por qué un gran número de marcas de lujo tienen a la agencia de Law en favoritos. Algunas de sus fotos muestran las joyas de su armario —como el sombrero de pelo sintético color mandarina de la diseñadora británica Emma Brewin o el corsé gris de Charlotte Knowles— a sus más de 350 000 seguidores.
Así que la entrevistamos para que nos contase su 2020 de locos, lo importante que es estar cómoda con tu propio estilo, sus ideas sobre la sostenibilidad de la moda y cómo el confinamiento la obligó a ser creativa.
Iris Law: He conservado bastante la esperanza y la positividad porque he pasado gran parte del tiempo con mi familia. Creo que este año nos hemos dado cuenta de quiénes eran las personas a las que más queríamos, con las que preferíamos pasar tiempo, y quiénes eran los amigos de verdad. Normalmente, estoy acostumbrada a estar pendiente del teléfono, a contestar correos y a mirar Instagram, pero he dedicado ese tiempo a hacer cosas para mí y a extender mi rutina de autocuidados. He disfrutado cocinando con mi novio, haciendo que nuestra casa sea un lugar sagrado y cuidando de nuestras plantas.
Iris Law: Me encanta encontrar recetas para poder compartirlas con la gente. Mi preferida es la de bolitas de cacao puro con dátiles, almendras y pistachos. Durante el confinamiento, decidí centrarme en hacer todas las recetas que siempre había querido aprender. En el punto álgido de la primera ola en el Reino Unido, allá por mayo, quise ayudar a los servicios sanitarios con todo lo que estuviera mi mano. Suelo escribir las recetas a medida que las voy cocinando, así que pensé que sería una buena idea convertir esas notas en un recetario y, de esa manera, ayudar a recaudar dinero para Sanidad. Al final recaudé más de 3000 libras.
Iris Law: Expresarme a través de la moda es algo que me fascina y hacer sesiones de fotos por Zoom me empujó a ser más creativa con la fotografía.
Trabajar en la campaña de Heaven de Marc Jacobs me pareció un sueño, las imágenes parecían de archivo, el concepto era de lo más nostálgico, hasta los eventos que se organizaron para el lanzamiento, como la noche de autocine. Creo que este proyecto es algo que, cuando pasen 20 años y eche la vista atrás, recordaré con orgullo. También me podía imaginar a mí misma de más jovencita enamorada del diseño del concepto.
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Iris Law: La moda siempre ha sido algo que me ha interesado muchísimo desde pequeña y es importante en mi familia. Mi padre siempre nos ha animado a mí y a mis hermanos a expresarnos a través de lo que llevábamos puesto, a que eligiéramos lo que nos gustaba. Tuve una fase en la que solo llevaba pantalones de traje remitidos en botas de vaquera. También me ha interesado mucho coserme mi propia ropa. Cogía por banda a mi abuela para que me ayudara a estampar imágenes sobre seda para luego ponerlas en bolsos o chalecos. Ahora, con los años, cada vez me siento más cómoda conmigo misma y con lo que me gusta. En esta época de Instagram, es fácil que, aunque no seamos conscientes de ello, nos digan lo que nos tiene que gustar. Me encanta inventar estilismos y llevar ropa colorida. En estos momentos, mi bolso preferido es el Loewe x Smiley, es deslumbrante. Aunque vaya vestida de manera informal con un abrigo oversized, ese bolso le da un toque de estilo a todo lo que me pongo. También hay una diseñadora de joyas que se llama Beepy Bella que hace collares y pendientes de lo más monos con arcilla y vidrio, son divertidísimos.
Iris Law: Es importante enamorarse de la ropa. Si la gente ya me ha visto con una prenda en Instagram, eso no implica que ya no tenga que ponérmela nunca más. Me da esperanza que haya tanta gente joven que opte por comprar ropa de segunda mano; hay que comprar cosas que sean especiales por la artesanía y la historia que llevan detrás. Los zapatos que me compro los llevo hasta que se caen a pedazos. Para diario, me gusta rotar mis prendas preferidas y me da mucha paz tener esa mentalidad. Gran parte de la ropa vintage que tengo la compro en Etsy o en Vestiaire Collective, pero si estoy en el Soho (Londres) por algo de trabajo, me acerco a Reign, que es una tienda estupenda. Ahora mismo, estoy centrada en trabajar con diseñadores sostenibles y en proyectos que me parezcan auténticos; así puedo unir mi amor por la moda con la sostenibilidad, además de que es una manera de usar mi altavoz para visibilizar una causa que me parece muy importante.
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