Nostalgia

Ingrid Bergman y Petter Lindstrom: una boda feliz y el divorcio más escandaloso de la década

En 1937, Ingrid Bergman se casó con Petter Lindstrom. Un matrimonio a priori feliz que acabó con uno de los mayores escándalos de la historia de Hollywood
Boda de Ingrid Bergman y Petter Lindstrom vestido novia
Ingrid Bergman solo tenía 22 años cuando pasó por el altar para casarse con Petter Lindstrom. Lo hizo con un sencillo vestido blanco decorado con bordados, acompañado con un velo de tul y un sofisticado tocado de red. Hulton Archive / Getty Images

Las fotografías de la primera boda de Ingrid Bergman jamás nos hubiesen hecho adivinar el desenlace de aquel matrimonio. La celebración tuvo lugar en Estocolmo y, por aquel entonces, ella era una actriz sueca a punto de dar el salto a la fama mundial. Había protagonizado su primera película solo dos años antes pero, en poco tiempo, se ganó el calor del público sueco. 

El enlace se celebró el 1 de enero de 1937 y, aunque no hay mucha información referente al evento nupcial, las fotografías de aquel día hicieron historia. En ellas se puede ver a una jovencísima Ingrid Bergman (solo tenía 22 años) ataviada con un vestido de novia blanco hasta los pies, de líneas sencillas y decorado con bordados, que respetaba la estética nupcial que reinaba en la época. El estilismo lo culminó con un velo de tul que se sostenía con un tocado de red, otro de los grandes hitos de la moda nupcial de la década de los 30, que fue bautizado como juliet cap

Aquel día, Bergman contrajo matrimonio con su -hasta entonces- gran amor y el que sería el padre de su primera hija, Pia Lindstrom. Él era un reconocido odontólogo sueco -más tarde se especializaría neurocirugía, convirtiéndose en uno de los más brillantes de Estados Unidos- y, ella, una de las actrices suecas con mayor proyección. En 1939, cuando Bargman ya había protagonizado una docena de películas, ambos se trasladaron a Hollywood, para que la actriz rodase la nueva versión de la película Intermezzo -esta vez, en inglés-. Pero su papel más importante llegó en 1942 cuando protagonizó, junto a Humphrey Bogart, la película Casablanca, de Michael Curtiz. En 1943 fue nominada por primera vez al Óscar, por su papel en Por quién doblan las campanas, aunque no lo ganó hasta el año siguiente, gracias a su papel en Luz que agoniza

La década de los 40 fue una época dorada para la carrera de Ingrid Bergman aunque, según se supo después, no fue así para su matrimonio. En 1949 la actriz envió una carta al -entonces desconocido- director de cine Roberto Rosellini, pidiéndole participar en una de sus películas. Aquella misiva desató una relación, primero epistolar y, más tarde, sentimental, que acabaría provocando el divorcio entre Bergman y Lindstrom, en una de las rupturas más polémicas de la historia de Hollywood. 

Según se supo más tarde, la actriz había intentado separarse del cirujano en 1948, pero este le negó el divorcio. Ella acabó mudándose a Italia para actuar, bajo las órdenes de Rosellini, en la película Strombolli. Se convirtieron en amantes cuando Bergman seguía, todavía, casada Lindstom. La actriz se quedó embarazada del director italiano y aquel affair acabó convertido en escándalo. La imagen hasta entonces intachable que la prensa había dibujado de Ingrid fue la que provocó la avalancha de críticas cuando su romance con Rosellini salió a la luz, a través de varias fotografías en las que aparecían juntos. La prensa y el público iniciaron una auténtica caza de brujas contra la actriz, fue criticada por la Iglesia luterana de Suecia y la Iglesia católica, sobre todo en Estados Unidos. Se denunció en el Senado estadounidense, hubo condenas en el Vaticano y la actriz recibía cientos de cartas de acoso que criticaban su actitud. 

“Me llegaban cartas atroces, cada sobre estaba lleno de odio. En algunas me decían que ardería en el infierno por toda la eternidad. Otras, que era una agente del diablo y que mi pequeño era hijo del diablo. Y otras decían que mi bebé nacería muerto o sería jorobado. Hablaban de toda clase de deformaciones que afectarían a mi hijo. Me llamaban puta y fulana. No podía creer que me odiara tanta gente. Al margen de lo que pensaran sobre mi vida, se trataba de mi vida privada, y yo no les había hecho nada. Estaba en estado de shock. Llegaban cartas de todas partes, pero la mayoría de América”, escribiría la propia Bergman años después. 

Ingrid Bergman y Petter Lindstrom se divorciaron a los pocos días del nacimiento del hijo de la actriz y director y, esa misma semana, Bergman se casó -por poderes- con Rosellini. En ese momento comenzaría el segundo -y tormentoso- matrimonio de la actriz. 

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