Tormenta infinita (2022), de Malgorzata Szumowska

New Hampshire. La experta montañera Pam Bales comienza una subida al peligroso pico Washington. El tiempo atmosférico no es muy halagüeño, por lo que en el aparcamiento a pie de monte apenas hay nadie. La ascensión será dura y pesada, con vientos y temperaturas exigentes. Cuando tras algunos contratiempos se acerca a la cima encuentra a un hombre casi inconsciente, a punto de morir. Sin apenas medios y a pesar de la poca cooperación del extraviado, Pam le ayudará a descender para salvar la vida.

Dramática historia de supervivencia que recrea el episodio real vivido por una mujer cuya proeza fue más allá de la resistencia física, pues hubo de superar en la vida una terrible tragedia personal. La historia de Tormenta infinita es muy simple, casi minimalista, pues se limita prácticamente a mostrar la ascensión al Monte Washington (un lugar célebre por su clima errático y por el cambio repentino de las condiciones meteorológicas) y el rescate en condiciones extremas del hombre moribundo hallado en la cresta. Tiene a su favor que el ritmo no decae y que el guión sabe aportar giros o acontecimientos que siempre mantienen el interés: riesgo de congelación, caídas, esfuerzos titánicos, lesiones graves, etc.

Correctamente dirigida por Malgorzata Szumowska (Mug), es elogiable en Tormenta infinita –metáfora de las luchas y peligros que hemos de afrontar en la vida– el trabajo de Naomi Watts, una actriz a la que le gusta interpretar a mujeres en apuros que han de superar retos solitarios. Quizá pudiera estar más lograda la relación entre hombre y mujer, demasiado distante y con algún momento desconcertante, pero en general estamos ante una historia más o menos llevadera del ser humano en lucha con la naturaleza.