BUSCAR REFERENCIA: Noam Chomsky acierta cuando afirma que nos encontramos en un
período de general regresión que se extiende mucho más allá del impacto exclusivo sobre la
educación. Este tiempo de regresión está marcado por la masiva desigualdad en la riqueza,
los salarios y el poder, una desigualdad que está alimentando la pobreza y la crisis ecológica,
que está debilitando cada esfera pública básica tanto para la democracia como para la cultura
y las estructuras necesarias para que la ciudadanía lleve una vida digna y de participación
política (Giroux, 2018, pp. 313-314).
** La literatura académica disponible explica cómo las casas, centros o puntos de cultura,
además de su actividad principal de promoción de actividades culturales, canalizan la oferta
de servicios sociales, contribuyen a la construcción de ciudadanía y convivencia, promueven
la regeneración urbana, y aportan en la construcción de la memoria local. (
Bernal-Pedraza,
2020, p. 2)
BUSCAR REFERENCIA: ** Según Durston: "En aquellas formulaciones del paradigma del
capital social (y del neoinstitucionalismo económico en que éstas se basan en parte) que se
concentran en sus manifestaciones colectivas, se plantea que las relaciones estables de
confianza y cooperación pueden reducir los costos de transacción, producir bienes públicos y
facilitar la constitución de actores sociales o incluso de sociedades civiles saludables. El
capital social comunitario es una forma particular de capital social, que abarca el contenido
informal de las instituciones que tienen como finalidad contribuir al bien común". Bajo estos
supuestos, la casa de la cultura se convierte en un espacio de implementación de políticas de
promoción de la ciudadanía y de convivencia, a través de estrategias educativas que se
refuerzan en el ámbito de las relaciones de confianza creadas alrededor de las iniciativas
culturales, puesto que en la mayoría de las comunidades existe una percepción de que la
actividad cultural entraña propósitos loables que construyen valores y cohesión social.
(Duston, 1999, pág. 103)
Por esta razón necesitamos poner en funcionamiento tácticas de proximidad, estrategias de
mediación entre el arte y la educación. Estas cumplen la difícil tarea de acortar la distancia
existente entre lo que es y lo que debería de ser la Educación Artística. Tácticas cuyo
resultado involucran a artistas habitantes en instituciones educativas, para visibilizar y
desarrollar proyectos colaborativos, hasta conformar una red participativa entre artistas,