El nuevo Íñigo Pérez
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Atletismo

El nuevo Íñigo Pérez

El atleta villavés de Hiru Herri analiza los cambios que le han llevado a maximizar su rendimiento, con el último gran fruto: el récord navarro de 200 m en pista cubierta, el primero de los que quiere batir este año

Ampliar Iñigo Pérez Urretavizcaya, este lunes por la tarde en las pistas de El Soto de Burlada.
Iñigo Pérez Urretavizcaya, este lunes por la tarde en las pistas de El Soto de Burlada.
Actualizado el 09/02/2021 a las 06:00
No se le borra la sonrisa del rostro. Han sido muchos años persiguiendo la excelencia en el atletismo y le toca recoger los frutos. Iñigo Pérez Urretavizcaya (Villava, 21-1-1992) ha exhibido su clase en la pista desde muy jovencito. Despuntó en la cantera de Hiru Herri y en 2014 se marchó al todopoderoso FC Barcelona, con el que ganó una Copa del Rey (actual RFEA), pero hace unos años decidió volver a casa y mejor no le pueden ir las cosas. En su palmarés figura desde 2015 un récord navarro de 400 al aire libre (46.61), su prueba fetiche, que tiene entre ceja y ceja rebajar esta temporada. Para abrir boca, acaba de batir la plusmarca foral de 200 en pista cubierta. Lo logró en Salamanca el pasado sábado y dejó a su amigo Javi Sanz sin récord por dos centésimas (21.64). Es lo que necesitaba para seguir por el camino que le ha convertido en mejor atleta, de la mano del mago Félix Navarro (entrenador que formó a Iñigo Monreal, Txema Romera o Sergio Fernández, entre otros muchos).
Iñigo Pérez no es sólo un gran atleta volcado en ser mejor. Es maestro, entrena en la cantera de su club y ha forjado su espíritu solidario trabajando en una ONG, una experiencia que le ha cambiado por dentro y de la que le emociona hablar.

El sábado, nada más batir el récord de 200, reaccionaba pensando que podía haber arañado algo más. ¿Lo ha asimilado mejor? No es nada fácil.
Me quedé con la sensación de que podía haber corrido un poquito más y tenía esa espinita. Pero estoy muy contento. El año pasado hice una buena pista cubierta pero luego llegó la pandemia y me truncó la temporada. El año anterior ya había decidido que tenía que apostar al máximo y prepararme a tope, y así llevo dos años, entrenándome bien con Félix y ahora recogiendo frutos.
Dicen los que le ven prepararse que está muy fino, que ojo con Iñigo este año.
Sí, siempre he entrenado a tope, pero fuera de la pista llevo 2 o 3 años cuidándome más, tema de alimentación, ir al fisio... Antes hasta que no me dolía algo no iba y ahora es más prevención: rodillo, pistola de masaje, vengo cada dos semanas a que me vea el fisio del club, sigo con la nutricionista todo lo que nos va mandando. Y la verdad es que se nota. Me noto mucho mejor entrenando, recupero mejor... Estoy corriendo mejor y tengo más años, así que... -ríe-.
¿Por qué dio ese paso a prepararse mejor fuera de la pista?
Porque estaba perdiendo un montón de cosas por el atletismo. Es algo que tú decides, pero si no te metes al 100% era un poco tontería. Disfrutaba pero no sabía si estaba dando el máximo. Así que aposté todo a intentar dar lo mejor de mí.
Habla de un cambio en su alimentación. ¿En qué consiste?
Hace un montón de años estuve con el dietista y me recomendó unas pautas de alimentación.
¿Y qué hacía mal?
Cuando estaba en la uni, no desayunaba. Era muy perezoso, apuraba el máximo en la cama y me dijeron que de eso nada. Que me olvidara porque el desayuno es súper importante. También me gusta comer y cenar fuera el fin de semana con los amigos. Tuve cambiarlo. Se puede seguir haciendo eso, pero eligiendo.
¿Y ahora qué desayuna?
Un bol de cereales y frutos secos, fruta, zumo de naranja y café con tostadas. Tengo las cinco comidas al día y como de todo.
¿Y no se priva de nada?
Como más sano. Todas las semanas como pizza, pero casera, no comprada.
¿En qué nota esa mejoría al correr?
En que asimilo mejor los entrenamientos. No estoy tan cansado, me noto mejor muscularmente, estoy corriendo más a gusto. Y como me siento mejor, tengo ganas de más. La preparación es la misma. En pista cubierta, un poquito por abajo para el 200 y al aire libre a morir.
Su prueba es el 400.
Sí, en pista cubierta también, coger calle libre... Es más difícil hacer marcas porque hay muchos factores pero me parece una prueba preciosa. Y el 4x400 y el 4x400 mixto ya ni te cuento, con la de cambios que hay. Me encanta. No se sabe hasta el último momento quién gana, hay estrategia... Y el 400 me gusta por la sensación de decir voy a salir a morir, aunque sepas que en la última recta vas a agonizar y sufrir como un perrete -ríe-. Algún día ya le digo a Félix. ¿Cómo nos puede gustar esto, si estoy aquí casi llorando?
No tiene mal entrenador...
Y tanto. Ya nos aguanta. Todas las quejas, algún insulto incluso... Tiene una paciencia, nos trata a todos por igual, nos cuida... Son muchos años y ha llevado a mucha gente.
Fruto de la cantera de Hiru Herri, se fue al Barça y regresó a casa.
Empecé a entrenar en las pistas de Peritos de Villava, que son de brea, y en el polideportivo. Me apuntaron mis padres. Hice un poco de todo: fútbol, ciclismo, patinaje... pero lo que me enganchó fue el atletismo, aunque jugué dos años al fútbol.
¿De qué jugaba?
Banquillo -ríe-. Donde menos molestara. Nos apuntamos tres de la cuadrilla, Adrián, Iñaki López (atleta del Fent Camí Mislata) pero vimos que nos gustaba más correr. Después el club pasó a El Soto y en promesas me fui al Barça. Hubo alguna discrepancia con Félix, cosas que pasan, y hace unos años volvió Adrián (Servent) con muchas ganas de ser entrenador y le dije que si se metía, yo también lo hacía a tope.
La evolución de Hiru Herri es brutal.
Coincidió todo. Que volviera Adrián, Igor Soto, entrenadores jóvenes con muchas ganas. Se apostó por la pista cuando antes se tiraba para el cross. Y están saliendo chavales de todo: lanzamientos, saltos, vallas, foso, velocidad... Es una gozada. Siempre han estado los críos de las escuelas, pero luego se mezclan los juveniles con los absolutos y hay una cantidad de gente... La mezcla de entrenadores buenos con los chavales que se preparan mucho mejor. Yo con 16 o 18 años no me cuidaba nada. Estos le meten mucha caña y vienen muy a gusto.
¿Cómo le llena preparar a atletas jóvenes?
Me vacilan, como me ganan en las salidas de 20 metros... -sonríe-. Mikel Calvo, Aramburu... Hay muy buen ambiente. Me ven como uno más, hacemos series juntos.
Además de atleta, ¿qué es Iñigo Pérez?
Estudié Grado Superior de Actividad Física y Deporte en Lumbier y me pasé a Magisterio. Y he trabajado este año en una ONG, el SEI, para menores recién migrados. Les dábamos a conocer Pamplona, los recursos que tenían, les trajimos a entrenar. Es un curro que me ha llenado muchísimo, he disfrutado y he crecido un montón. Las situaciones eran muy cambiantes. Hemos vivido situaciones tensas de gente que se quedaba en la calle -se emociona-. Pero estoy muy contento de haber estado un año allí.
DNI
Nombre Iñigo Pérez Urretavizcaya
Fecha de nacimiento Villava, 21-1-1992
Dedicación Ha estudiado Grado Superior de Actividades Físicas y Deporte, Magisterio y ha trabajado en una ONG, SEI, para niños migrantes. Es entrenador de la cantera de Hiru Herri
Marcas Al aire libre: 46.61 (récord navarro) en 400; 21.42 en 200; en pista cubierta: 47.32 en 400; 21.64 (récord navarro) en 200
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