▷ Pasado, presente y futuro de la sexualidad humana 2024

Pasado, presente y futuro de la sexualidad humana

Verificado Redactado por Diego Barrero el 28 abril 2023. Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos el 14 abril 2024.

“Si entendiéramos completamente las razones del comportamiento de otras personas, todo tendría sentido” (Sigmund Freud)

Introducción

En este trabajo pretendemos explicar brevemente el significado del término sexualidad, así como una rápida pasada por la historia de la sexualidad humana. Posteriormente, nos hemos propuesto describir la situación presente de la sexualidad, y, lo que es más importante, el posible futuro de esta, haciendo especial hincapié en los «robots sexuales» que están tan a la moda.

El principal propósito es dar conocimiento a toda la gente interesada en la Psicología, y más específicamente de la Sexología, aunque pretendemos que sea para todos los públicos. Para ello haremos una breve revisión bibliográfica sobre la sexualidad humana, para después proponer ideas y preguntas innovadoras sobre el futuro que nos depara, para aprender y reflexionar.

¿Qué es la sexualidad?

Según la RAE, la sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas que caracterizan a cada sexo, así como el apetito sexual. Cabe aclarar que no pretendemos en este artículo incluir la asexualidad, ya es otro tema aparte, por lo que aquí nos referimos a las personas sexuales. Entendemos entonces que toda persona que tenga aparatos sexuales, tanto femeninos como masculinos, y además tenga apetito sexual en mayor o menor grado, son personas dotadas de sexualidad, independientemente de su orientación sexual o su identidad de género.

Antología de la sexualidad humana 1

Breve historia de la sexualidad

Antiguamente, la sexualidad y el acto sexual se concebían única y exclusivamente para la procreación, y disfrutar del acto era visto como algo repugnante para el cristianismo (Branden, 2009). El alma se consideraba una entidad separada del cuerpo, y a este último se le veía como un castigo mediante el cual necesariamente tenemos que procrear y nada más. Y qué decir de la visión de la homosexualidad, que se negaba, perseguía y castigaba con la muerte.

En el siglo XII, con el surgimiento del amor cortés, la sexualidad se veía como algo que llegaba al nirvana o al éxtasis mediante las relaciones extramatrimoniales. Andrés el Capellán, pensador del siglo XII, escribió un texto científico donde decía que nadie puede verse privado de su amor si no existen buenas razones.

Amor cortés y amor carnal - Zenda

Pasando por el Renacimiento y la Ilustración, los escritores de la edad llamada “Edad de la Razón” empezaron a sacar ideas feministas, afirmando que la sexualidad no puede convivir con el antifeminismo y la intolerancia a la libertad de las personas, pero es en la industrialización cuando empieza una nueva y revolucionaria visión. Se empezó a ver el sexo y el placer en él no como algo oscuro y malo de la naturaleza humana, sino como una expresión normal y necesaria de las personas.

Además, gracias a la introducción de la mujer en el voto, la educación, y, en definitiva, al comienzo de la escucha de su palabra, mejoraron muchas de sus condiciones y empezaron a surgir otros movimientos, como el colectivo LGTBIQ+, que también empezaron a reclamar sus derechos y comenzaron a conseguir grandes avances. La gente despertó y abrieron sus mentes, antiguamente repletas de intolerancia, para empezar a respetar los derechos de todas las personas sea cual sea su sexo, género u orientación sexual.

Estado presente

Es conocimiento de todos que, en las últimas décadas en España, la visión de la mujer y del colectivo LGTBIQ+ ha mejorado sustancialmente, aunque esto no quita que sigan existiendo agresiones contra la dignidad física y mental de estas personas. Esta mayor libertad ha acarreado consigo consecuencias positivas para la sexualidad, ya que, salvo en excepciones, todas las personas pueden gozar libremente de su sexualidad, y elegir qué hacer en qué momento con su cuerpo y su mente, al menos en sociedades occidentales como España.

Qué significa la sigla LGBTIQ+ | TN

En el islam, todo lo que tiene que ver con el colectivo LGTBIQ ha permanecido siempre oculto, a escondidas, bajo la premisa “lo que no se nombra no existe”, aunque poco a poco van progresando. Para poner un ejemplo, es reciente la noticia de que Túnez tiene la primera emisora árabe que habla de cosas relacionadas con este colectivo (Estomba, 2018).

Pero, con el tiempo, cada vez hay más musulmanes y musulmanas que están abandonando la visión predicada por El Corán, en la cual solo los hombres pueden gozar de su sexualidad, y están disfrutando más plenamente de su libertad sexual y personal (Hamdi, 2018).

En la actualidad, muchas personas están al tanto de la teoría queer, que, desde sus comienzos en la década de 1990 con Judith Butler y Paul B. Preciado, ha transformado el estatus del colectivo LGTBIQ+, aunque muchos psicólogos, feministas y sociólogos creen que su actuación es llevada a cabo de forma dudosa (Errasti, 2022). Aún así, no cabe duda de que han mejorado la situación de toda la gente perteneciente a este colectivo, gracias a su literatura, campañas, movilizaciones, protestas, influencia…

Sobre la Teoría queer

Dejando de lado todos estos avances de los que estamos al corriente la gran parte de la sociedad española, con excepciones claro, nos gustaría hacer hincapié en cómo está en la actualidad la sexualidad de las personas como individuos y qué nos depara, especialmente en algo novedoso como lo son los juguetes o “robots sexuales”.

Futuro de la sexualidad

En el año 2005 se hizo un descubrimiento que catalogaron «el primer juguete sexual de la historia», que data de una antigüedad de 28.000 años. Hay historiadores que nos cuentan que ya en Egipto, en el año 3000 a.C, existían los juguetes sexuales y las personas hacían uso de ello, aunque no era algo que estuviese tan extendido como en la actualidad. Aunque, como nos dice Ferrando (2021), hasta el año 1960 eran denominados objetos sexuales, y solo a partir de este año se empezó a popularizar y a llamarse juguetes sexuales. 

En el origen de los juguetes sexuales, se empleaba únicamente una bola china para provocar el orgasmo, y después pasaron a ser varias bolas para dar placer previo. A comienzos del siglo XXI fue cuando se popularizó el uso de estos objetos, saliendo múltiples empresas y tiendas pequeñas para su comercialización. Todos conocemos o hemos oído hablar de ellos, siendo los más conocidos:

  • Satisfayer
  • SONA cruise
  • SORAYA
  • GIGI 2
  • Tiani 3
  • Loki

La palabra robot hizo su primera aparición en una obra de teatro de Karel Capek, dramaturgo Checo, a principios del siglo XX, refiriéndose a seres artificiales parecidos a los seres humanos y capaces de hacer cualquier trabajo. En la actualidad, modelos que se venden como Siri o Alexa y otros muchos, son más flexibles, y pueden tener un cuerpo, ser intangibles, estar personalizados a gusto del consumidor, ser una entidad virtual, ser inteligente, estar controlado a distancia… (Balistreri, 2021). También se han creado máquinas para muchos aspectos del trabajo, como en fábricas, en la agricultura, en el campo militar, e incluso en el ámbito doméstico.

Otro de los aspectos que ha ganado mucha influencia en los últimos años es, como ya hemos comentado, que los robots se han convertido en compañeros sexuales e incluso afectivos de las personas. En España tenemos aún modelos menos sofisticados, como los mencionados o las muñecas hinchables, pero en otras sociedades están mucho más desarrollados con modelos que nos cuesta creer que puedan existir.

El primer robot sexual fue creado por el empresario Douglas Hines en 2010. Lo llamaron Roxxxy, y cuando lo pusieron a la venta por casi 7000 dólares, recibieron en poco tiempo más de 4000 reservas. Su cara, color de piel, pelo, conductas y carácter se podían personalizar al gusto del consumidor, así como el nombre del robot. En la siguiente foto pueden observar cómo se ve un robot de los que hablamos, que actualmente cuestan 10.000 dólares:

Roxxxy the robot is not about sex, except when she is - Las Vegas Weekly

A partir de ahí, surgieron muchas otras empresas que crearon otros robots sexuales. Rocky, RealDoll, Samantha, Doll Sweet y Xiaodie son algunos de ellos. En China, este mercado está creciendo de una forma escandalosa, y se cree que en el futuro habrá más prostíbulos con servicios de estos robots en todo el mundo, como ya podemos encontrar en Barcelona, París o Turín, aunque donde más relevancia tiene este mercado actualmente es en China y Japón.

Moral y ética en el uso de robots sexuales

Lo principal de esta situación es que el uso de los robots sexuales lleva consigo numerosísimas cuestiones morales y éticas que son importantes de analizar. Primero, es indudable que la mayoría de modelos son mujeres estereotipadas, y el comercio va dirigido principalmente para hombres, ya que en esos modelos la forma de obtener placer es mediante la penetración, lo cual refleja los grandes atisbos de desigualdad que tenemos en el mundo.

Por otra parte, ¿es moralmente aceptable el uso de estos robots sexuales? Para ello acudimos a la RAE de nuevo, que nos dice que la moral son las normas consensuadas e individuales sobre el bien y el mal.

En principio parece que es totalmente aceptable, ya que cada uno puede hacer lo que quiera con su tiempo, aunque se haga daño a sí mismo, mientras no haga daño a los demás, como dice la disciplina del Objetivismo Filosófico.

El problema está en que esto puede aumentar las agresiones sexuales a los robots, ya que muchos de ellos cuentan con la capacidad de decir que no quieren tener relaciones en un momento determinado, y aún así consta que las violaciones son muy comunes, ya que, como alega Balistreri, al no ser un humano, la gente saca su lado más oscuro y reprimido con el robot, ya que con humanos no se puede hacerlo tan sencillamente por las consecuencias legales que pueden acarrear.

Esto es sin duda un problema porque, aunque las agresiones sean hacia robots insensibles, el propio acto indica que la persona no es mentalmente estable, y al probarlo con un robot pueden aumentar sus ganas de hacérselo a una persona de carne y hueso. Entonces por esta parte, decidimos concluir que el uso de robots sexuales puede aumentar las agresiones sexuales en el mundo, y sobre todo hacia las mujeres ya que la mayoría de los consumidores son hombres heterosexuales.

¿Progreso o deshumanización?

La definición de progreso es avanzar, mejorar, hacer adelantos en determinada materia. Por el contrario, la definición de deshumanizar es privar de caracteres humanos. Teniendo en cuenta estas definiciones oficiales de la RAE y toda la información dada sobre la sexualidad y los robots sexuales, planteamos las siguientes ideas:

Cierto es que puede ser un progreso, al quitar tiempo de relaciones humanas y hacer más rápido el proceso sexual y afectivo con el uso de los robots sexuales , y poder usar ese tiempo en otras cosas relacionadas con el trabajo. Pero, creemos que es más importante el papel de la deshumanización en este caso, ya que aunque todo esto provoque que las relaciones sean más rápidas y sin problemas relacionales que podrían surgir entre personas, priva a las personas de relaciones interpersonales.

Con estas relaciones interpersonales llevamos miles de años, y si se han seguido manteniendo es por la suma que supone a la capacidad de adaptación y de supervivencia de los individuos y de la especie, que hemos de recordar que es lo principal de la vida de cualquier ser vivo. Todas las conductas, como señaló Darwin, siguen existiendo porque filogenéticamente ha sido importante para la adaptación de la especie y del individuo y, los que no tenían esas cualidades, no sobrevivieron.

Partiendo de esa base, estaríamos rompiendo con el esquema adaptativo que lleva en pie miles de años en los seres humanos, que ha ido evolucionando para garantizar no solo la felicidad, sino principalmente la supervivencia. Además, ¿Qué sería de los seres humanos sin tener contactos afectivos y sexuales con otros seres humanos? ¿De verdad queremos eso?  

Si preguntamos a cualquier persona sobre qué es lo principal en su vida para la felicidad, cosa que ya han hecho numerosos estudios, aparte de dinero, comida, vivienda y ese tipo de cosas materiales básicas, concluyen con que lo que mas les sana y les hace felices son las relaciones con otras personas (afectivas, sexuales, personales, familiares…) y que sin ello no podrían vivir. 

Uno de los países con más longevidad en sus ciudadanos es Okinawa, en Japón. Se hicieron investigaciones para ver cuáles eran las causas, y se dieron cuenta de que la principal causa era una gran satisfacción en cuanto a las relaciones humanas. Desde este artículo proponemos una pregunta para reflexionar o hacer estudios sobre ello:

¿En qué estado emocional y adaptativo nos dejaría el uso, por parte de una gran porción de la población, de los robots sexuales?

Referencias bibliográficas

  • Balistreri, M. (2021). Sex Robot. El sexo y las máquinas. Biblioteca Nueva.
  • Branden, N. (2009). La psicología del amor romántico. Amor romántico en una época sin romanticismo. Paidós
  • Estomba Giménez, R.M. (2018). La expresión de la sexualidad en el mundo árabe: Túnez. Dosier monográfico: Sexo y bienestar. Mujeres y diversidad, 83-106. DOI: 10.14198/fem.2018.31.04 
  • Errasti, J. (2022). Nadie nace en un cuerpo equivocado. Deusto.
  • Ferrando, M. (2021, 4 de agosto). Historia de los juguetes sexuales. RedHistoria. https://redhistoria.com/
  • https://redhistoria.com/historia-de-los-juguetes-sexuales/
  • Hamdi, S. (2018). El impacto de las enseñanzas sobre la sexualidad en el Islam en la aceptabilidad de la vacuna contra el VPH en la región de Medio Oriente y África del Norte. Revista de epidemiología y salud global , 7 , S17-S22. DOI: 10.16/J.JEGH.2019.02.003 
  • Lamrabet, A. (2009). Mujeres, Islam e Igualdad de Género. Centro de Estudios Internacionales Para El Desarrollo. http://www.ceid.edu.ar/biblioteca/2009/asma_lamrabet_mujeres_islam_e_igualdad_de_genero.pdf
  • López, F. (1989). Para comprender la sexualidad. Verbo divino.
  • Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23a ed.).
  • Sánchez, T. (2020). Sex and gender: an interdisciplinary vision from psychology and the clinical practice. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 40(138), 87-114.
Diego Barrero Psicoactiva

Estudiante de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Con ganas de aprender cada día más y poder compartir conocimiento sobre la Psicología.