Milagros y fracaso de Hans-Dieter Flick: el comunicador a la espera de Xavi que superó los registros de Pep Guardiola

"Jugamos con mucha tensión y lo mejor es irme". Tras esta declaración de Xavi Hernández, empezaron a circular posibles reemplazos en Can Barça. Más de un mes después, con la mejora de juego y resultados del equipo, crece el rumor o la teoría, desmentida por él pero menos por Deco, de que el técnico de Terrasa pudiese dar un giro y quedarse en el club.

En todo caso, en el casting iniciado ese 27 de enero después de que el Barça cayese ante el Villarreal con estrépito (3-5) y Xavi anunciase su adiós, el nombre más repetido desde ese día ha sido el de Hans-Dieter Flick. Tras sus etapas en el Bayern de Múnich y en la selección de Alemania, el técnico alemán está sin equipo y parece haberse erigido como uno de los grandes favoritos para el banquillo culé, superando en las quinielas a otros como Rafa Márquez o Roberto De Zerbi.

Nacido en 1965, en Heidelberg, al suroeste de Alemania, 'Hansi', como le suelen llamar, no paró hasta cumplir el sueño de ser futbolista profesional. Con apenas 20 años, el Bayern de Múnich se hizo con sus servicios tras destacar como centrocampista en clubes modestos como el Sandhausen, donde fue descubierto en etapa juvenil por Egon Coordes, ayudante de Udo Lattek en el gigante bávaro.

Acompañando a mitos del club como Matthäus o Rummenigge, 'Hansi' Flick se hizo un sitio en un Bayern que, en el tramo de 1985 a 1990, consiguió cuatro títulos de Bundesliga y una Pokal. Además, acabó como finalista de la Copa de Europa de 1987, en la que los de Lattek cayeron ante el Porto de Artur Jorge.

Tras más de cien encuentros en el Bayern, en el verano de 1990 firmó con el FC Köln, donde Rutemöller le juntaría con otros grandes jugadores como Illgner o Littbarski, en un paso intermedio antes de acabar su carrera como futbolista en un modesto equipo en la ciudad natal de su esposa: el Victoria Bammental. Allí, comenzaría su carrera en los banquillos, alternando los roles de futbolista y entrenador.

Compaginando las labores del equipo con lo que surgía en "Hansi Flick Sport & Freizeit", la tienda de deportes que abrió y regentó en la misma ciudad, Flick comenzó a labrarse una carrera en la banda en la que, de manera paciente y silenciosa, fue escalando, ganándose el respeto entre compañeros y subordinados. Extraordinariamente instruido en metodologías de entrenamiento, gestión y uso de herramientas de datos, 'Hansi' Flick entendió pronto que para alcanzar objetivos debía rodearse de buenos profesionales y trabajar en equipo, haciendo a todos partícipes de los objetivos. "El éxito se logra haciendo que otros tengan éxito", afirmaba en una de sus últimas ruedas de prensa como seleccionador alemán, su último y más doloroso trabajo antes del parón que le ha llevado a estar libre estos últimos meses.

Sus primeros pasos en el primer nivel los daría al amparo de otros grandes entrenadores, formando parte del staff de dos grandes técnicos en sus primeros banquillos: Giovanni Trapattoni, en el Red Bull Salzburg, y Joachim Löw, en la selección alemana. Es con este último con quién 'Hansi' Flick daría el gran salto.

Corría el año 2006 y Alemania buscaba un cambio de rumbo, con la salida de Klinsmann y la entrada del hasta entonces asistente del exdelantero alemán, Joachim Löw. Tras una carrera destacada en el fútbol austriaco, Alemania era el primer gran banquillo para Löw e iba a suponer un gran paso también para la carrera de Hans-Dieter Flick. Logró asentarse pronto como uno de los nombres fuertes de la Federación Alemana, incluso más allá de su puesto como ayudante, como parte esencial en la creación de metodologías y bases de datos para el seguimiento del rendimiento y de la captación de futbolistas.

Tras salir campeón del Mundial 2014 ante Argentina, Flick dimitió de su puesto como ayudante para seguir camino y reforzar conocimientos, primero en la Federación Alemana y más tarde, en 2017, haciéndose cargo de la dirección deportiva del Hoffenheim. En esa etapa, fue parte esencial en los éxitos del club de la temporada 17/18, en total coordinación con Julian Nagelsmann, entonces entrenador del club, en la hasta ahora mejor temporada del equipo de Sinsheim en la Bundesliga.

A pesar de los éxitos y tras varios desajustes con la dirección, en especial con Dietmar Hopp, Flick terminó su relación con el Hoffenheim a comienzos de 2018 y se incorporó unos meses más tarde como ayudante de Kovač en Múnich. Es tras la citada época convulsa por imagen y resultados del conjunto bávaro que la directiva decidió en noviembre de 2019 que Hans-Dieter Flick, hasta ese momento asistente, se haría cargo de manera interina de los mandos del equipo.

Entrenador motivacional, que gusta de contar en su equipo de efectivos que compren su idea y su objetivo, el Bayern de esa campaña se ganó pronto la fama de ser un equipo protagonista, vertical y ofensivo, que no sólo contaba con un gran once titular, sino también con un buen fondo de armario provisto de canteranos y jugadores de rotación, todos convencidos del objetivo colectivo. Una visión que fue cristalizando en el resto del mundo a medida que el equipo muniqués avanzaba con paso firme en una 19/20 marcada por el COVID-19, pero que se recordará también en Alemania por los récords cosechados por Flick.

En esa primera campaña, logró superar la marca de Pep Guardiola en Múnich en su debut en Alemania, obteniendo victorias en 22 de sus primeros 25 partidos como entrenador (un partido más que los cosechados por el de Santpedor en el Bayern). Esa temporada, el equipo de Flick no sólo rompió récords, sino que fue capaz de superar las expectativas con un fútbol directo, vistoso y eficiente, que logró los seis títulos en juego, logrando la Bundesliga, llevándose la DFB Pokal ante el Leverkusen, la Champions League ante el PSG y, tras la temporada regular, el Mundial de Clubes y las dos Supercopas, alemana y europea, ante Tigres, Dortmund y Sevilla respectivamente.

Sus éxitos en el Bayern no cayeron en saco roto. "El puesto de seleccionador es una opción", reconocía el propio 'Hansi' Flick en abril de 2021. Su antiguo jefe, Joachim Löw, dejaría el cargo en sus manos en agosto de ese mismo año, firmando un contrato largo que les permitía mirar al Mundial de 2022 y a la celebración de la Eurocopa de 2024, tratando de darle una vuelta de tuerca a una selección alemana con necesidad de evolucionar e ir sacando sangre nueva.

Pero el cambio generacional que estaba en mente con su llegada no iba a ser fácil. Las sensaciones de estancamiento del equipo siempre acompañaron su etapa y era sólo el preludio de una crisis de resultados insostenible para Alemania. El mando de la selección se convirtió en un dolor de cabeza difícil de enfrentar para el entrenador, que no encontró el camino para mejorar el juego, con sensaciones muy negativas en el césped y golpes difíciles de digerir a nivel institucional, como la marcha de Oliver Bierhoff, apoyo de Flick y de su staff y un miembro importante de la Federación Alemana hasta su marcha.

La inestabilidad reinaba y Qatar 2022 fue el gran catalizador de una decisión que parecía aguardar como la espada de Damocles sobre Flick. Alemania se quedó fuera en la fase de grupos, por detrás de España y Japón e, irónicamente, fue tras otra derrota ante Japón que 'Hansi' Flick y la selección de Alemania separaron sus caminos a mediados de septiembre de 2023. Un periodo complejo y doloroso que acabó con otro viejo conocido de Flick, Julian Nagelsmann, al frente del combinado nacional, a pocos meses de encarar el reto de Alemania como anfitriona de la Eurocopa 2024.

Desde entonces, Flick siguió formándose y viendo fútbol y en las últimas semanas ha podido ser visto en Barcelona, lo que ha alimentado el rumor de que puede ser uno de los favoritos de Deco y Laporta para ponerse al frente del conjunto azulgrana tras el anunciado adiós de Xavi a final de temporada.

Un reto que encajaría con la metodología de Flick, que trata de extender los tentáculos de su staff desde las categorías inferiores hasta el primer equipo, tratando de controlar cada paso en el club para llegar a los objetivos principales, con paciencia, conocimiento e innovación y con una clara tendencia a apostar por un juego de protagonismo ofensivo. Una idea que puede seducir, junto al estatus del alemán, a la directiva blaugrana. Un técnico de alto nivel que puede necesitar esa simbiosis con un FC Barcelona aun inestable institucional y económicamente.

"Su conocimiento táctico y futbolístico es propio del más alto nivel", palabras de Lewandowski, actual delantero del Barça, que destacaba su labor en el Bayern poco después de hacerse con la Champions League en 2020, con el goleador polaco siendo una de las estrellas del equipo dirigido por Flick. Quién sabe si el futuro volverá a unir a 'Hansi' y 'Lewa', esta vez en la Ciudad Condal. Esa ciudad que parece querer saber cuánto antes quién será el encargado de llenar el hueco en el banquillo culé que (parece) haber decidido dejar Xavi.