En defensa propia, por Albert Montagut

En defensa propia

El Barça quería que todo fuera neutral”. La declaración de José María Enríquez Negreira a la Agencia Tributaria en 2021 revela con claridad el ánimo del FC Barcelona en sus pagos al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. El Barça no pagó árbitros, no compró partidos, sencillamente erró en la forma de neutralizar el dominio total del Real Madrid CF. Al Barça le quieren meter en un pozo, pero haría bien el defenderse y empezar a explicar lo que ha pasado en el fútbol español en los últimos 80 años. Y lo que ha pasado es que el control total del Real Madrid en los despachos le convirtió en el auténtico amo de la competición. Un equipo en una aldea aislada en las provincias del noreste le plantó cara. El Barça, que deberá pagar por sus errores, logró convertirse en el anticristo del Real Madrid. La fuerza social y económica del Barça y una forma muy distinta de entender el juego del fútbol le permitió sobrevivir y a veces ganar.

A los casos Di Stéfano y más reciente Neymar, al bloqueo de licencias de jugadores, desde el argentino Cos y ahora Gavi, a la eterna táctica de complicarle la vida al Barcelona, se sumaron los Plaza, Guruceta, Melero y el más reciente Mateu Lahoz, que le quitó una Liga completa al Barça anulando un gol en el Camp Nou en el último partido de la Liga 2013-2014.

El proceso al que se quiere someter al Barça debe revertirse en un proceso al fútbol español

Que al Real Madrid le han ayudado los árbitros no es una leyenda, es una realidad que se sintetiza en el Así, así, así gana el Madrid que se ha escuchado en todos, todos, los campos de España. Penaltis, goles en fuera de juego, expulsiones a favor, sorteos que les han dado títulos, trato diferencial eterno… esa realidad es la que el Barça debe sacar a relucir de una vez por todas aprovechando las acusaciones que se le están haciendo.

El ‘caso Negreira‘ debería convertirse en un proceso al fútbol español, y en especial en una exposición pública de las ventajas eternas que ha tenido el equipo blanco. Núñez, Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu hicieron mal en confiar en Negreira. Su desesperación ante el poder blanco les hizo cometer un grave error. Pero están a tiempo de armar una buena defensa. Y esa defensa pasa por cumplir las sanciones que se les impongan, sin rechistar, pero convertir en juicio en un altavoz de lo que ha sido el fútbol en este país durante gran parte del siglo XX y este arranque del siglo XXI.

Sólo genios como Kubala, Cruyff, Ronaldinho y Messi han podido doblegar la tupida manta blanca que cubre el fútbol de este país. Es por esa razón por la que el Real Madrid nunca ha querido reconocer a Messi como el mejor de todos los tiempos. Ni ganando un Mundial, le perdonan que les machacara en el terreno de juego y ante todo el planeta fútbol. Pep Guardiola lo dijo claro, “para ganar una Liga, hemos de tener muchos puntos de ventaja”.

El Barça tiene en este drama del ‘caso Negreira‘ una oportunidad de sanearse y sanear el fútbol español, que está repleto de personajes nefastos. Si ha de caer al pozo, que caigan todos. Es cómico que existiendo en este país la sensación del dominio blanco, sea otro equipo, curiosamente el que le ha plantado históricamente cara, el que pase por ser el malo de la película. Es sencillamente bochornoso. El Barça debe tomar nota de todo cuanto suceda, de todo cuanto ha sucedido y esgrimirlo en la cara de los fiscales, los jueces y ante los medios de comunicación de este país que puedan aún enfrentarse al Madrid.

El Barça tiene que desmontar la figura de Florentino Pérez, sus tentáculos y su palco de autoridades en el Bernabéu. Pero es el momento también de limpiar la propia casa azulgrana, de cambiar de gestión. Es el momento de reconocer lo mal que se han hecho las cosas, pero también lo mal que las han hecho los demás. En defensa propia.

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