Mamardashvili no es suficiente

Una vez más, Giorgi Mamardashvili mantuvo al Valencia CF en el partido en los peores momentos. El georgiano realizó varias paradas de mérito en la primera parte que impidieron que el Atlético se fuera con una ventaja mayor en el marcador.

La primera, a Memphis Depay que remataba un pase de la muerte después de una gran jugada colectiva del conjunto madrileño, y que el guardameta sacó mostrando unos reflejos felinos evitando un gol cantado. El ‘25’ estuvo muy serio bajo palos volviendo a sacar un disparo de Yannick Carrasco desde el pico derecho del área. Poco pudo hacer en el gol de Antoine Griezmann unos minutos antes, que resolvió en un mano a mano ante el meta.

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Al inicio de la segunda mitad, la tónica fue la misma. A los tres minutos de la reanudación, Mamardashvili sacó otra mano espectacular a un disparo raso de Marcos Llorente, sin embargo, su esfuerzo fue en vano, ya que el Atlético recuperó el balón y tras una pared dentro del área, Carrasco anotó el segundo.

El resto de la segunda mitad, el portero se mantuvo bien colocado y seguro a la hora de blocar los centros desde las bandas, adelantándose a los pases al hueco del Atlético y sacando los puños en los córners cuando era necesario. El tercer gol le pilló a contrapié y no pudo sacar el cabezazo de Thomas Lemar.

El mejor en el Metropolitano

El desorden del equipo provocó que no tuviera una salida del balón clara y muchos balones en largo cayeron con facilidad en control del rival. El guardameta volvió a ser el mejor de un Valencia desdibujado que le dejó muchas veces desprotegido ante las llegadas del conjunto madrileño. En el Civitas Metropolitano se pudo ver claramente que solo con las grandes actuaciones de Giorgi Mamardashvili el conjunto valenciano no puede competir.