Giannina Facio, la reina del escándalo en los 80 y su increíble transformación

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«Este es el nuevo amor de Philippe Junot». Así conoció España a Giannina Facio, la chica que atraería todas las miradas en los populosos veranos de los años 80. La costarricense era hija del diplomático y ex ministro de Asuntos Exteriores Gonzalo Facio, embajador de Costa Rica en Estados Unidos y aspirante, en varias ocasiones, a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos. Con esta carta de presentación, Giannina pronto comenzó a moverse en el mundo de la alta sociedad estadounidense y europea, aunque el resto de los mortales comenzó a saber de ella en agosto de 1980, cuando a los 24 años conoció al marido de la princesa Carolina de Mónaco en un crucero organizado por un magnate griego.

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Apenas diez días antes de que se divulgara su imagen, el Principado de Mónaco había anunciado la separación de Carolina y Junot, después de que el marido de la princesa faltara a la célebre gala de la Cruz Roja para viajar a Turquía en compañía de Giannina, a la que presentaba como su secretaria.

«Su elegante talle y su mirada cautivaron, al parecer, a quien destrozó los corazones de cientos de adolescentes de todo el mundo cuando contrajo matrimonio con una de las infantas más bellas del mundo». Giannina bien valía un Principado, escribió ABC bajo una imagen de la joven divirtiéndose por las discotecas de Nueva York mientras Carolina de Mónaco y Philippe Junot consumaban oficialmente su separación. Claro que, como Junot afirmaba en la revista francesa «Jours de France» tiempo después, la explosiva costarricense con quien se le había visto en varias ocasiones no era más que «una buena amiga».

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En agosto de 1982, con Junot ya olvidado, Giannina se dejaba ver de nuevo, en compañía de Julio Iglesias. Se habían conocido en 1981, durante un viaje del cantante a Costa Rica, y desde entonces sus contactos eran frecuentes. Tanto, que ella acabó por instalarse en la villa del artista en Miami y pronto surgió el rumor de una próxima boda.

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Por entonces «la bonita Giannina» aparecía «hasta en la sopa», en las portadas de las revistas, en todas las fiestas, besando a los guapos oficiales, agasajada por toda la 'jumbo-society' y revolucionando la 'dolce vita' marbellí, como decía Jesús María Amilibia que, con sorna, no dejaba de preguntarse: «¿Quién es? ¿Quién demonios es Giannina Facio?

-Parece que ha sido amante de Philippe Junot y de Julio Iglesias. Perdón, quizá lo fue antes de Julio que del Junot. Lo siento.

-¿Y qué más?

-Dicen que fue modelo. Que es modelo.

-Dicen también que es hija de papá».

Y especulaba Amilibia con quién sería elegido por Giannina para mantenerse en el candelero, tras contarlo todo sobre su vida -«¿todo?»- en una revista del corazón y escribir sus memorias.

«Entonces sucederá que después de haber vendido sus Memorias a precio de oro, este país le ofrecerá a Giannina cosas así:

-Una película. O dos.

-Un programa de radio. O de televisión

-Un 'spot' publicitario a precio de gran estrella».

«Lo dicho», publicaba el «Abecedario» de Amilibia al día siguiente. Giannina iba a anunciar un champaña esas Navidades, por recomendación de Julio Iglesias.

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Apenas un mes después Amilibia empezaba a «vivir sin vivir en mí de nuevo» tras conocer que Facio iba a presentar trece programas de televisión. «¿Recuerdan? Fui diciendo todo lo que la llamada Giannina Facio iba a conseguir en España, país de las mil y una noches para conseguidoras mágicas como ella», rememoraba antes de preguntarse: «¿Quién ha dicho que este país había dejado de ser surrealista?».

El artífice del «Abecedario» relataba entonces que había conocido a Giannina en el Festival de Benidorm y que además de constatar su belleza y su simpatía, había podido hablar con ella:

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«-¿Qué se armó?

-Ya sabe, lo de las revistas: venga Giannina a todo color por todos los lados, venga de publicar hasta sus Memorias...

-Ah, ya. Mire, a veces me veo en las revistas y no me lo explico.

-¿Qué no se explica?

-No me explico, no sé lo que ha pasado conmigo. Yo soy una persona que despierto la fantasía en la gente, pero no creía que iba a ser para tanto.

-Ni yo. ¿Cuáles son sus méritos, señorita?

-En primer lugar, pienso.

-¡Oh!

-Sí. Creo que tengo mejor cabeza que cuerpo. Bueno, pues además he estudiado, he hecho baile, piano y hablo cuatro idiomas.

-Y además conoce íntimamente a Julio Iglesias y a Junot, según también consta en su 'currículum'...

-No empecemos con eso. Los dos son dos seres muy hermosos y maravillosos.

-¿Qué le gustaría ser ahora?

-Actriz.

-¿Y cuando sea mayor?

-Señora casada y rodeada de hijos».

Tras algún contratiempo, como su retención en el aeropuerto de Barcelona por intentar volar con 343.000 pesetas, cuando lo máximo permitido eran 50.000, la «Diva de oro» de Mallorca lo consiguió. En 1984 debutó en «Poppers» y desde entonces ha aparecido en más de 20 películas, muchas de ellas a las órdenes de Ridley Scott, su marido desde 2015. Ha sido la esposa de Maximus en «Gladiator», técnico de huellas digitales en «Hannibal», la hermana de Saladino en «Reino de los cielos», dama de honor en «Robin Hood» o asistente en «Todo el dinero del mundo».