El deseo de convertirse en un futbolista profesional son los pensamientos de la mayoría de los deportistas cuando viven su niñez y adolescencia.
Sin embargo, algunos se sumergen en ese ámbito por pura casualidad o por la influencia de sus familiares que por su talento los impulsan a hacer prueba en un equipo de fútbol sin imaginar que los próximos años correrían detrás de un balón y obtendrían un salario.
Esa es la historia de Gerson Aldair Chávez Suazo, un joven futbolista de 22 años que fuera de las canchas se define como un muchacho alegre, sociable y humilde.
Es “orgullosamente costeño”, dedicado a su familia y también un hombre de fe que día a día agradece a Dios por todo lo que ha logrado en las facetas de su vida como hijo, hermano, padre y jugador profesional.
Chávez abrió un espacio en su apretada agenda y atendió muy amable una llamada desde Tegucigalpa.
En la comunicación aprovechó a contar varios aspectos relevantes de su vida personal y futbolística. El mediocampista aurinegro inició comentando que nunca se visualizó en el futuro como un jugador profesional, no obstante, ahora vive una aventura como profesional del deporte luego que su vida tomó un giro de 360 grados.
Desde hace seis años pertenece a las filas del conjunto sampedrano, estando cuatro años en las reservas especiales y dos en el primer equipo.
“Yo he sido buena persona y eso me ha ayudado para que Dios me bendiga con muchos logros, los cuales he tomado con mucha humildad. En el ámbito deportivo, todo lo que he conseguio y donde estoy hoy es porque en el camino he aprendido a escuchar a los entrenadores con los que he estado”, afirmó.
Asimismo, el hondureño destacó que ser futbolista no es nada fácil ya que cada uno debe alcanzar su máximo nivel y lo más importante es saber mantenerlo en cualquier circunstancia.
“Lo indispensable es el profesionalismo. Con mi reciente salida a Estados Unidos yo me di cuenta que no solo se debe entrenar por cumplir. Allá todo el grupo entrenaba en conjunto por la mañana, pero en la tarde, cada jugador lo hacía individualmente y eso me gustó mucho porque queda a conciencia de cada quien sus ganas de trabajar”, recordo Chávez.
- Pesadilla en el extranjero -
Según relató el volante de la “Máquina”, su paso fugaz por el segundo equipo del LA Galaxy es uno de sus recuerdos más amargos, ya que por tomar decisiones a la ligera tuvo una mala experiencia como legionario.
“Real España fue mi trampolín y yo salí por mi buen rendimiento con el equipo. Sin embargo, ese no era el momento adecuado para salir. Me llamaron cuando el torneo ya casi iba a finalizar, el club me prestó y yo acepté, pero esa no fue una buena decisión porque yo me ilusioné con salir y cuando llegué allá no fue nada de lo que me habían hablado”, dijo en un tono melancólico.
Del mismo modo, el deportista consideró que esa salida desesperada que hizo al extranjero no fue nada de lo que él se imaginaba y esperaba.
“Cuando llegué allá, ellos trabajan de una manera y yo estaba bajo otro sistema aquí. El técnico me pedía varias funciones que no me correspondían. Todo eso se dio por una mala negociación de mi agente que me quedó muy mal, me guardé todo y lo cambié cuando regresé a Honduras”, declaró.
Siempre manteniendo su actitud positiva y perseverante, el joven aseguró que no permitiría que esa mala decisión afectara su carrera y decidió enterrar esa experiencia en el pasado que desearía no recordar nunca más.
“Yo dije, bueno, eso ya quedó atrás, aquí no ha pasado nada. Siempre seguí trabajando fuerte y gracias a Dios hoy estoy de regreso en la institución que me ha dado todo lo que tengo y con el deseo de ser tomado en cuenta para integrar la Selección Nacional”, relató.
- Procesos de selección cumplidos -
Por otro lado, el joven talento de los catedráticos expresó que reconoce su trabajo, no baja los brazos y cree que el tiempo de Dios es perfecto porque cada oportunidad llega en el momento adecuado. Así como llegó a las inferiores de Real España, Gerson Chávez sabía que su buen desempeño y trabajo duro en el equipo sería reconocido al ver su nombre incluido en el listado de convocatoria de la H.
“La Sub-15 fue mi primera oportunidad de estar en la Selección de Honduras y desde ahí he estado en todos los procesos. Yo fui a los 2 mundiales juveniles y ahora mi meta está trazada en la mayor”, expresó orgulloso.
Su mayor satisfacción: las recompensas de Dios Para él, siempre vale la pena esforzarse por sus metas y darlo todo por su profesión, ya que Dios recompensa el doble y nunca deja de la mano a los que oran a diario por los anhelos de su corazón.
“Yo entreno con muchas ganas y entusiasmo porque los sacrificios son para uno mismo y nadie más. Mi familia, mi madre e hija son el “plus” que me motiva a salir adelante. Yo sé que nunca podré darle a mi madre lo que ella me dio: la vida, por eso merece todo y es el motivo por el cual nunca tiro la toalla”, aseguró.
En consecuencia, Chávez explicó que siempre da lo mejor de sí mismo en las canchas para que su familia esté bien y sea un ejemplo de superación, a pesar que no está viviendo uno de sus sueños, pero sí disfruta todas las bendiciones que ha obtenido en su profesión.
“Uno de niño solo patea la pelota, pero no se imagina el más allá. El fútbol no lo tenía ni de plan b, yo dije que si no tenía un buen trabajo me iría del país. Luego crecí, me di cuenta del talento que tenía para jugar, que debía trabajar fuerte para llegar lejos y eso me he dedicado a hacer en los últimos años”, detalló.
Chávez considera que para ser una persona exitosa se requiere mucho esfuerzo y un apoyo incondicional (la familia). “Yo nunca me imaginé que iba a llegar hasta donde estoy. Todo el proceso que he pasado se lo agradezco a Dios porque ahora juego en primera división, en una buena institución. A pesar de eso, no dejo de trabajar para poder salir y estar en un lugar mejor”, aseveró.
- Inicios -
Su llegada a San Pedro Sula, gracias a la sugerencia de su primo, a sus 14 años, Gerson Chávez logró salir de su ciudad natal para transformar su vida.
“Él me dijo que tenía condiciones futbolísticas y que me rodeaban malas influencias del colegio. Me mandó al Platense Junior y a partir de ese momento comenzó todo. Puedo decir que ahí crecí como futbolista porque me dieron una buena formación, terminé mis estudios y ellos me vendieron al Real España”, contó.
Por último, el jugador reconoció que luego de arribar a la ciudad industrial del país, puso todo su empeño para demostrar su profesionalismo y que, gracias a su dedicación y esfuerzo, en los últimos 2 años se ha consolidado en el club sampedrano.
El costeño ahora es reconocido en el fútbol nacional como otro de los talentos jóvenes, pieza fundamental y titular indiscutible en el tren aurinegro que actualmente dirige el timonel argentino, Héctor Vargas.
