Ruta del viaje a Georgia: Qué ver y hacer - El rincón de Sele Ruta del viaje a Georgia: Qué ver y hacer - El rincón de Sele

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Hoja de ruta de un viaje a Georgia

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El Gran Cáucaso convertido en un auténtico e inexpugnable muro alpino define por completo la silueta de un país adherido a montañas inmensas cuyas cumbres nevadas se prolongan en vertical durante todo el año. Y es que Georgia es caucásica en su máxima expresión. En la orilla oriental del Mar Negro y encajonada en una cordillera mayúscula acogió a reinos más antiguos que su propio nombre (Cólquida e Iberia), acopló a distintos pueblos en su seno y junto a su vecina Armenia abrazó el cristianismo más primitivo antes que ningún otro país. La cruz de San Jorge se mece orgullosa en un estandarte medieval con el que Georgia llega al siglo XXI tomando carrerilla para ponerse a la fila de las naciones más prósperas y europeas de una región que respira vientos tanto de oriente como de occidente.

Mestia (Svaneti, Georgia)

Desde Tbilisi, su hermosa capital, pudimos llevar a cabo una ruta de nueve días por uno de los países que más nos han sorprendido últimamente. Existe mucho que ver en Georgia entre vetustos monasterios ortodoxos, ciudades-cueva, fortalezas medievales, pueblos olvidados, una costa en alza y algunas de las montañas más impresionantes del mundo. 

¡MUY ÚTIL! Si estás pensando irte de viaje a Georgia no te pierdas esta recopilación que incluye: 50 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A GEORGIA.

Así fue el recorrido realizado durante nuestro viaje a Georgia

Nuestro viaje a Georgia tuvo una duración aproximada de nueve días entre entradas y salidas. En realidad fueron ocho jornadas completas de viaje en Georgia después de entrar desde Armenia por la frontera ya clásica de Sadakhlo (a poco más de una hora de la capital georgiana). En dimensiones cabe destacar que Georgia se trata de un país con un tamaño casi idéntico al de la República de Irlanda, aunque si le quitamos el territorio perdido e irrecuperable de Abjasia y Osetia del Sur, sería algo similar en superficie a Croacia y poco más de la mitad de Castilla y León.

Georgianos vestidos con el traje tradicional

Además de no ser muy grande no está de más tener en cuenta de que gran parte del país, emplazado en plena cordillera del Cáucaso, es bastante montañoso. Y que las distancias en semejante orografía son engañosas a la hora de planificar un trayecto puesto que a veces 100 kilómetros pueden suponer en ocasiones las dos horas (no siempre), y en el caso de estar en el norte, algo más.

Mapa de Georgia en el Cáucaso

Aunque no está en una posición demasiado céntrica resulta lógico en cualquier plan de viaje a Georgia el establecimiento una base prolongada en su capital Tbilisi. En nuestro caso pasamos allí seis de nueve noches (las tres últimas fueron en Vardzia -1- y Mestia -2-). Y desde allí nos fuimos moviendo para llevar a cabo las distintas excursiones que se teníamos planteadas por día.

Mapa con la ruta en Georgia

Para este viaje, como es normal, llevamos a cabo una selección de destinos que nos interesaban más, dejando atrás otros que, por tiempo o ganas, nos vimos obligados a descartar. Si bien pudimos hacer una ruta bastante completa, no llegamos a tocar el litoral del Mar Negro y de las tres ciudades-cueva (mini Capadocias georgianas) fuimos a dos exceptuando Davit Gareja. Nos quedó entonces el siguiente mapa de lugares que pudimos ver en Georgia:

Itinerario realizado en Georgia: Tbilisi – Uplistsikhe – Gori – Mtskheta – Tbilisi – Monasterio de Alaverdi – Bodega Khareba – Sighnaghi– Tbilisi – Fortleza de Ananuri – Kazbegi (pueblo y Gergeti) – Tbilisi – Vardzia y fortaleza de Khertvisi – Mestia (región de Svaneti) – Tbilisi. 

Tuvimos siempre la sensación de que podríamos hacer otro viaje a Georgia completamente diferente y, por supuesto ésto nos alienta a regresar a un destino que disfrutamos sobremanera. Lo que es seguro es que Georgia da para muchos más días de los que estuvimos. En concreto para este país lo ideal para una primera incursión lo más integral posible sería un mínimo de 15 días.

Montañas del Cáucaso (Svaneti, Georgia)

Lugares visitados (¿Qué ver en Georgia en nueve días?)

A continuación indagaremos uno a uno por todos esos lugares que pudimos visitar en nuestra segunda parte del viaje al Cáucaso (en la primera en Armenia hicimos una ruta de una semana). Se trata de una recopilación con parte de lo mucho que hay que ver y hacer en Georgia, un país con un abanico de posibilidades increíble y apto para cualquier tipo de viajer@ que seas.

Tbilisi, la ciudad más hermosa del Cáucaso

Tbilisi (Tiflis en castellano) suele ser el primer lugar que los viajeros ven y visitan cuando llegan a Georgia. Y aquí está el primer soplo de aire fresco ante todo lo que está por venir. Porque Tbilisi enamora. Al contrario de lo que sí sucediera en la capital Armenia, el casco viejo de la ciudad se contuvo bastante a ese afán de sovietizar las urbes de la URSS mediante la demolición de todo lo anterior para ser sustituido por horrendos bloques de hormigón. Por supuesto que estas muestras de brutalismo arquitectónico de dejan ver por muchos rincones de todo el país, pero Tbilisi dejó indemne su corazón. De ese modo su centro histórico sigue estando entre los más bellos de las ciudades europeas, por no decir que es, de largo, el más interesante de toda la región caucásica.

Tbilisi (Georgia)

Si bien también tiene su propia Plaza de la República, con un obelisco que sostiene a un San Jorge dorado matando al dragón (antes hubo un Lenin como en todas las grandes plazas de la ex-URSS) y la Avenida Rustaveli se extiende a lo largo y a lo ancho como si fuera la Quinta Avenida neoyorkina o el madrileño Paseo de la Castellana, los viajeros prefieren perderse por el rigor histórico que hay bajo la fortaleza Narikala. Esta muralla a la que dieron forma los árabes, cristianos e incluso los mongoles (Narin Qala quería decir fuerte pequeño en lengua de los timúridas), abraza desde las alturas «la vieja Tiflis». Intramuros San Nicolás se erige como una de las iglesias más interesantes para visitar en su interior, aunque si bajamos y vagabundeamos hay muchas más como la Catedral de Sioni o San Jorge. A las murallas se puede subir a pie o en teleférico y, de seguro, las vistas que desde allí se tienen son las mejores de la ciudad (se puede subir a un mirador que hay junto a la torre de telecomunicaciones, que está mucho más alto, pero eso no significa que las vistas sean mejores puesto que obvia la zona más antigua de la ciudad). Están empezando a proliferar las visitas guiadas por lo mejor de Tbilisi, incluso las ofertadas en castellano.

Tbilisi por la noche (Georgia)

El viejo Tiflis consta de empinadas calles que más vale bajarlas que subirlas y los característicos balcones de madera que le otorgan personalidad a la ciudad. Tbilisi sin sus balconadas no sería Tbilisi. Y a medida nos acercamos al barrio más arabizado de la ciudad, Abanotubani, entendemos que Georgia es una fusión de civilizaciones y estilos que le regalan todo su encanto. Las casas de baños árabes, cuyas cúpulas inundan buena parte del barrio, se aprovechan desde antiguo de las aguas sulfurosas que manan de la tierra con todo su calor (razón lógica por la que aquí siempre hubo una ciudad). Al fondo el minarete y, sobre todo, la fachada de azulejos con estrellas de Orbeliani nos llevan de viaje a la milenaria Persia o al corazón de Asia Central.

Tbilisi (Georgia)

El incontenible río Mtkvari (pronunciarlo tiene su miga) deja Narikala, Abanotubani y, en definitiva, el viejo Tiflis, en la margen derecha. Pero si lo cruzamos tocamos otro barrio encantador como es Metekhi, una zona excepcional de viejas mansiones y hoteles con encanto desde donde se disfrutan de buenas vistas de la fortaleza (nosotros nos hospedamos en el GTM Kapan, pero las mejores panorámicas son desde The Old Mtekhi). La iglesia de Metekhi (S.XIII) junto a la estatua ecuestre del Rey Vakhtang Gorgasali es otro de esos rincones sumamente fotogénicos de Tbilisi.

Tbilisi (Georgia)

Tbilisi tiene dos catedrales, la Sioni en la parte vieja y Tsminda Sameba (Santísima Trinidad) a un buen paseo de Metekhi, aunque se advierte desde casi cualquier punto de la ciudad. Y es que se trata de la catedral más grande del mundo ortodoxo. De nueva factura, se construyó para conmemorar los 1500 años del patriarcado georgiano. 85 metros de altura, una cúpula dorada que ilumina literalmente la ciudad y la capacidad para albergar a más de 15.000 personas, son algunos de los datos de esta inmensa mole religiosa de Record Guinness.

Tsminda Sameba (Tbilisi, Georgia)

La ciudad de Tbilisi suele servir de base para explorar el resto del país, muchas veces en excursiones de un día, ya que muchos de sus destinos más interesantes están a un máximo de 2-3 horas de distancia. Más lejos (Batumi en la costa, las montañas de Svaneti, la ciudad-cueva de Vardzia que se puede combinar con Borjomi, la suiza georgiana) es preferible pernoctar y así poder profundizar más en la zona en la que se esté.

Mtskheta, la más sagrada del Reino

En la confluencia de los ríos Mtkvari y el Aragvi, a tan sólo 20 kilómetros de Tbilisi, aparece la que fuera capital del Reino de Georgia durante nada menos que ocho siglos (Del III a.C al V d.C). Mtskheta fue el lugar en el que fue aceptado el cristianismo en Georgia tras la llegada de Santa Nino (unos dicen que vino de Capadocia predicando la nueva Fe de Cristo y otros que fue una de las monjas venidas de Roma a Armenia y que escapó del martirio) declarándose como religión oficial de todo el Reino por el monarca Mirian III en el año 337.

Mtskheta (Georgia)

Siempre había sido un lugar sagrado, aunque dedicado a dioses paganos como Amazi (Dios de la Luna), del que Mirian III, de origen persa, era fiel devoto hasta que fue convertido al cristianismo de la mano de la propia Santa Nino. Desde entonces y hasta hoy, dado que aquí clavo su cruz la santa, se trata del centro espiritual de Georgia. Y la historia del arte se cuela en tres magníficos ejemplos de templos religiosos que la UNESCO declaró en 1994 Patrimonio de la Humanidad. Y que son de imprescindible visita en Mtskheta:

+ Catedral de Svetiskhoveli: Rodeada de murallas como si fuera una fortaleza. De hecho lo fue en cierto modo ya que aquí fueron coronados no pocos reyes georgianos. E incluso sirvió de mausoleo de muchos de ellos. Hoy este templo es uno de los más imponentes y extraordinarios de Georgia, con unos frescos maravillosos en muros (en el altar hay una enorme pintura de Jesús tipo pantocrátor) y mucho movimiento de gente, sobre todo si se va en fin de semana (nosotros coincidimos con varias bodas a la vez, bautizos, etc…).

Catedral de Mtskheta (Georgia)

Sabías quéLa catedral de Svetiskhoveli data del siglo IX, aunque aquí hubo una primera iglesia de madera en el siglo IV, cuando en tiempos de Santa Nino y el Rey Mirian III quisieron colocar su templo más sagrado allá donde contaba la tradición que estaba enterrada la sagrada túnica que llevó Jesucristo durante su martirio. Según la Leyenda, un lugareño de Mtskheta que se encontraba en Jerusalén durante la crucifixión de Cristo le compró la túnica a un romano llevándola después a Georgia. Cuando se la dio a su hermana, que se llamaba Sidonia, ésta murió en el acto tras caer en un éxtasis total. Su hermano la enterró con la túnica agarrada en sus manos, ya que no se le pudo soltar de ninguna de las maneras. Esta es la mayor reliquia que se conserva bajo el suelo de la catedral de Mtskheta (está dentro de una modesta capilla).

Sele y Rebeca en la catedral de Mtskheta (Georgia)

+ Iglesia de Samtavro: Del primer tercio del año 1000, Samtavro ubica donde Santa Nino vivió cuando estaba en Mtskheta predicando la palabra de Cristo. En su interior están las tumbas del Rey Mirian III y de su esposa Nana (que era cristiana antes que él y que le presentaría a Santa Nino) representados en las paredes con ricos y brillantes mosaicos. Tuvo múltiples renovaciones y hoy día es un pequeño monasterio. Tiene el campanario separado (clásico en la arquitectura religiosa de Georgia) y una pequeña capilla dedicada a la propia Santa Nino. Se puede llegar a pie desde la catedral de Svetiskhoveli.

+ Iglesia de Jvari: Uno de mis lugares preferidos en Georgia. Se ve desde toda Mtskheta, aunque sería más correcto que es ella quien observa de lleno a la ciudad. Situada en lo más alto de una colina redondeada Jvari hace honor a su nombre. Significa «Cruz» y hace referencia a la gran cruz de madera con la que Santa Nino llevó el cristianismo a esta y otras muchas partes del Cáucaso. Dicha cruz fue clavada sobre una base, que está en la propia iglesia del siglo VI d. C, y hasta arriba suben muchos fieles y visitantes que saben de la energía de este lugar.

Iglesia de Jvari (Georgia)

La iglesia por dentro es interesante, por supuesto, pero más lo es ver dónde se ubica. Capta perfectamente la esencia de Mtskheta y permite desde arriba identificar el color de las aguas de los ríos Mktavari y Aragvi cuando se juntan en el corazón más sagrado en territorio georgiano.

CONSEJO: Mtskheta es una excursión ideal de medio día desde Tbilisi (a 20 minutos) que se puede hacer tanto libre como organizada con transporte y guías en castellano. Nosotros la visitamos tras recorrer la ciudad-cueva de Uplistsikhe así como Gori (aprox 1 hora de distancia).

Gori, cuna del puño de hierro

Al norte de Tbilisi y muy cerca de la frontera con Osetia del Sur (hasta aquí entraron las tropas rusas en 2008 para terminar de cerrar una crisis entre Georgia y la Federación de Rusa surgida en un verano muy convulso) se sitúa una ciudad llamada Gori de la cual sólo sobresale una estupenda fortaleza tan antigua que se dice que allí el mismísimo Hércules escondió un tesoro. Pero aparte de este resquicio amurallado tiene una curiosidad que mucha gente desconoce. Iósif Stalin, uno de los mayores dictadores del siglo XX tras dirigir con puño de hierro la URSS entre 1941 y 1953, nació precisamente en Gori. Y su humilde y diminuta casa natal se conserva como una reliquia dentro de una amplia avenida con su propio nombre. Al final de la misma un museo expone objetos personales del responsable de las deportaciones en masa y asesinato de millones de personas inocentes que suponían un estorbo a su rígida política. También hay un vagón de tren privado en el que un Stalin enfermo y debilitado acudía a refugiarse en sus últimos años de vida.

Casa natal de Stalin en Gori (Georgia)

InformaciónEl precio de la entrada al museo + casa natal de Stalin + vagón privado es de 15 lari. Se pueden pagar 10 lari si no se quiere entrar al vagón o sólo ir al vagón por 5 lari. Abre todos los días de 10:00 a 18:00 salvo en invierno que cierra sus puertas una hora antes.

Pero Gori, sobre todo, sirve para enlazar con una de las ciudades excavacadas en la roca más importantes de Georgia, Uplistsikhe. Si no fuera por este motivo la visita por sí sola de Gori creo que no merecería mucho la pena salvo que nos interese demasiado la figura histórica de Stalin.

Uplistsikhe

A 14 kilómetros de Gori, siguiendo la carretera paralela al río Mtkvari (el mismo que atraviesa Mtskheta y Tbilisi), surge una de las tres ciudades-cueva más importantes de Georgia (las otras son Vardzia y Davit Gareja). Uplistsikhe, que quiere decir «la fortaleza del Señor», estuvo habitada ya hace cuatro mil años y se calcula que llegó a estar habitada por más de 20.000 personas. Su arquitectura pagana y cristiana,aprovechando la fácil moldeabilidad de la roca, hace que sea como una pequeña Capadocia en la que se construyeron iglesias, graneros, bodegas, así como las casas de un buen número de personas que vivieron en uno de los lugares más prósperos de Georgia (en el centro de muchas rutas comerciales con Irán, entre ellas una secundaria de la seda). De hecho se sabe que producían vino hace miles de años, siendo otro de los ejemplos que ponen a este país como uno de los máximos exponentes históricos en esta vieja tradición (se puede observar un lagar con miles de años).

Uplistsikhe (Georgia)

La visita de Uplistsikhe requiere aproximadamente de 1 a 2 horas, en función de lo que uno llegue a extenderse. Las mejores horas para fotografiar la ciudad-roca son por la mañana antes de la llegada del mediodía. Si no se va con coche con conductor una opción es contratar una excursión organizada (en castellano), negociar en Tbilisi o llegar a Gori en transporte público y tomar un taxi (ida y vuelta, con espera de 1 hora, por ejemplo).

Uplistsikhe (Georgia)

Región de Kakheti

Una jornada del viaje la dedicamos por completo a la región de Kakheti (en castellano Kajetia), el corazón vinícola de Georgia. Visualmente recuerda a un pedacito de la Toscana en territorio caucásico, con un inacabable mar de viñedos sujetos a los rigores de un clima privilegiado, varios monumentos interesantes como el monasterio de Alaverdi y el fuerte-monasterio de Gremi, así como por la apetecible posibilidad de hacer enoturismo de calidad.

Viñedos de Kakheti en Georgia

En un día pudimos visitar/hacer lo siguiente:

+ Monasterio de Alaverdi: En una llanura dibujada por viñas surge lo que a priori parece una fortaleza amurallada. Tal como se hacía a comienzos de la Edad Media, los centros religiosos eran considerados como auténticos fortines de la palabra de Dios. El edificio principal del monasterio de Alaverdi fascina por su altura (55 metros, sólo superado por la novísima Catedral de la Santísima Trinidad de Tbilisi), aunque una vez dentro lo hacen los restos de pinturas que han sobrevivido a las inclemencias relacionadas con su antigüedad (hay partes del siglo VI, aunque buena parte del monumento que podemos ver hoy día corresponde al siglo XI).

Monasterio de Alaverdi (Georgia)

¡OJO CON LA VESTIMENTA!: El acceso a los templos ortodoxos en Georgia requiere de unos códigos estrictos de vestimenta, como la petición de cubrir la cabeza de las mujeres con un pañuelo (algo que no sucede en Armenia). Ni hombres ni mujeres, igualmente, pueden llevar pantalones cortos, pero en el caso de las féminas la complicación se magnifica aunque vistan con pantalón largo. No sucede siempre pero en muchos casos en Georgia exigen a las mujeres la entrada a iglesias o monasterios con falda. Para los casos en que acudan con pantalones, algo bastante normal y lógico, suelen prestar in situ una especie de faldones gigantes y antiestéticos. Y para los chicos pantalones largos.

Esta decisión suele ser a discreción de quien vigile el templo en cuestión, así que conviene tenerlo en cuenta.

+ Fuerte de Gremi: Aquí sí que no hay dudas. ¡Gremi es una auténtica fortaleza! En ella residieron los monarcas del Reino de Kakheti entre los siglos XVI y XVII hasta que el poderoso safávida Shah Abbas I de Persia la atacara sin piedad. Sobrevive parte de este fuerte, destacando la Iglesia de los Arcángeles, así como algunas estructuras defensivas de la vieja ciudadela de Gremi.

Fuerte de Gremi (Georgia)

No suele formar parte de los circuitos turísticos en Georgia pero llama la atención si estás circulando por la carretera 43 (está apenas media hora al este del Monasterio de Alaverdi) Además es uno de los lugares que están en lista de espera para ser incluidos como Patrimonio de la Humanidad.

+ Visita con cata a una bodega (Bodegas Khareba): El gran atractivo de Kakheti está, más allá incluso de sus monumentos, en su larga tradición vinícola. Esta especie de «Rioja georgiana» apostó hace algunos años por el enoturismo y el resultado ha sido que muchas de sus bodegas más importantes puedan ser visitadas por un público ávido de conocer los procesos del vino y, sobre todo, catarlos. a A 20 km de Telavi, la capital de la región, existe una de las mejores experiencias vitivinícolas de todo el país. En Winery Khareba (winery-khareba.com) se aprovecharon en 1962 los túneles militares excavados en la montaña (fue un importante refugio durante la época soviética) para almacenar barricas, ánforas de barro (que se siguen enterrando en el suelo como hace miles de años) y, por supuesto, botellas de vino de todas sus añadas. De hecho entre dos grandes túneles paralelos y varios perpendiculares suman más de 7 kilómetros de bodegas en las que se mantiene una temperatura constante y unas condiciones idóneas para acomodar uno de los caldos más ricos que nacen en el país caucásico.

Winery Khareba (Georgia)

Khareba tiene previstos diversos tipos de visita en función de la duración y el número de vinos que se pueden catar. La entrada básica (sin cata) es de apenas 3 lari (que es poco más de 1€). Con la entrada premium (7 lari, apenas 17€), por ejemplo, catas mínimo cuatro vinos diferentes (los blancos nos volvieron locos), el típico chacha (un orujo de la tierra) y te enseñan a preparar khinkalis e incluso la Churchkhela, ese dulce que a primera vista parece una vela larga y estrecha y de la que son muy fans en Georgia.

Y su restaurante es de los mejores lugares en que comimos en el país.

+ Sighnaghi: A 113 km al este de Tbilisi surge sobre un promontorio asomado al Valle del Alazani y con vistas de la Cordillera del Cáucaso llamado Sighnaghi (también se puede encontrar escrito como Signagi). Esta coqueta villa amurallada fue fundada en este lugar en el siglo XVIII por el Rey Erekle II de Kartli-Kakheti quien quiso atraer aquí a familias de artesanos y mercaderes para convertirlo en un punto de comercio esencial en el reino. A las afueras (aprox a 2 km) la tumba de Santa Nino en el convento de Bobde ya atraía entonces a multitud de peregrinos que deseaban presentar sus respetos a quien trajo el cristianismo en esta parte del mundo.

Sighnaghi (Georgia)

Hoy día Sighnaghi es la ciudad romántica por antonomasia de Georgia y muchas parejas se escapan desde la ajetreada Tbilisi para pasar el día (y quien sabe si la noche) juntos en esta pequeña Verona rodeada de 4 kilómetros de murallas y que conserva algunos balcones de madera que son dignos de fotografiar.

Una idea, un capricho: Lopota Lake Resort, en el lago del mismo nombre, se trata de uno de los alojamientos con mayor prestigio de Georgia. Tiene apartamentos y villas privadas que se asoman a este bucólico lago, un spa cinco estrellas pero, sobre todo, regala la sensación de bienestar de un rincón de descanso y relax como pocos hay en el Cáucaso.

La Fortaleza de Ananuri

Una de las más gloriosas rutas en Georgia nos llevó a transitar por la conocida como «carretera militar georgiana» que, aunque nos puede hacer creer que se trata de un invento soviético, tiene tanta antigüedad como la ruta de la seda, ya que este sendero milenario era una de las pocas maneras de atravesar de lleno el Cáucaso. Aunque los rusos la perfeccionaron a finales del siglo XVIII. Hoy los viajeros podemos hacer buena parte de esta ruta en coche y lo usual es ponerle de objetivo a Kazbegi y su mítica iglesia en el Gergeti (más allá es Osetia del Norte, aunque también linda con Ingusetia al oriente). Pero por el camino hay muchos atractivos donde irse parando. Mi favorito, sin duda, se trata de una fortaleza medieval emplazada junto a las aguas turquesas del río Aragvi justo antes de llegar a su propia presa. Su nombre, Ananuri, y fue la sede de unos señores feudales, los Duques de Aragvi, desde el siglo XIII.

Ananuri (Georgia)

El complejo de Ananuri consta de una muralla almenada que comunica dos grandes torreones (uno cuadrangular y otro circular) así como dos iglesias. La más grande es la de la Asunción, con la clásica cúpula cónica que se puede admirar en países caucásicos como Georgia o Armenia.

CONSEJO PARA FOTÓGRAFOS: Para tomar la mejor fotografía de Anaruri lo mejor es parar en el monumento por la mañana (tenemos el sol a favor, lo contrario si se hace por la tarde volviendo de Kazbegi), dejar el coche en el parking y retroceder caminando por el puente que acabaremos de cruzar con nuestro vehículo. Hay un estrecho paso peatonal a la derecha y si seguimos a pie hasta aproximadamente la mitad del puente podremos capurar con la cámara una bella imagen de la fortaleza medieval junto al colorido Aragvi.

Miradores de de las montañas del Gran Cáucaso camino a Kazbegi

Como decía anteriormente, el camino a Kazbegi es un roadtrip en toda regla en la que las panorámicas más increíbles se suceden continuamente. Sobre todo, a partir de la llegada Gudauri y su estación de esquí, cuando los miradores más excepcionales se van sucediendo en cada momento. Esta zona del país se cubre completamente de nieve en invierno pero cuando estas se retiran se quedan unos vastísimos tapices verdes que preceden a elevadísimos picos caucásicos.

Sele y Rebeca en el mirador del Cáucaso cerca de Gudauri (Georgia)

Pero si hay que elegir un mirador no duraría en quedarme con el de Jvari Pass, a 2.379 metros de altitud, y pasado Gudauri. Con mosaicos soviet style se erige en un lugar maravilloso para tomar fotografías. Incluso desde allí durante el verano las agencias ofrecen a los viajeros saltar en parapente desde una montaña cercana (y los precios rondan los 70-90€).

Aún así toda la carretera es para enmarcar. Paisajísticamente es extraordinaria. Aunque cuando lleguemos a Kazbegi la cosa mejorará ostensiblemente. ¡Y eso que parece imposible!

Kazbegi (Stepantsminda) y la iglesia con mejores vistas de Georgia

Georgia está repleta de lugares que te marcan para siempre pero pocos o casi ninguno te toca tanto el corazón como Kazbegi. A la sombra de colosos como el Monte Kazbek, que se alza a 5034 metros sobre el nivel del mar, la población oficialmente conocida como Stepantsminda pero llamada por todo el mundo Kazbegi, es uno de los rincones que a nosotros más nos llegaron a impresionar.

Kazbegi (Georgia)

Stepanstsminda es un pueblo acogedor rodeado de montañas en el que los viajeros que llegamos hasta él lo hacemos con un objetivo: Subir a la Iglesia de la Trinidad (Tsminda Sameba) desde Gergeti. Este monumento del siglo XIV y a 2170 metros de altura produce uno de los escenarios georgianos más fotografiados. Y raramente en el Cáucaso existan mejores vistas que las de hay aquí. Aunque para llegar tengamos la obligación de elegir si hacerlo a pie por un sendero con mucha pendiente que nace a los pies del distrito de Gergeti o si pedir que nos suban en un vehículo todoterreno por una carretera tortuosa que normalmente se encuentra embarrada.

Kazbegi (Georgia)

Poco antes de llegar al templo es aconsejable detenerse y observar dónde se encuentra uno. La composición histórica-paisajística es algo más que idílica. Tras proseguir por un sendero de tierra se llega al mejor balcón del Cáucaso. Y entre otros viajeros, así como entre las vacas que pastan libremente por todas partes, es posible tener uno de los grandes idilios de todo el viaje.

InformaciónEl sendero a la iglesia de la Trinidad viene a hacerse a pie en aproximadamente 2 horas con un gran desnivel, aunque los senderistas más expertos lo consideran un trekking relativamente sencillo. Si se quiere ahorrar tiempo y agujetas se puede contratar en el pueblo un vehículo con conductor que te suba en media hora por un camino maravillosamente infernal donde sólo pueden acceder los  automóviles 4×4. Se encuentran fácilmente nada más llegar al pueblo y, aunque se negocia, la cosa viene a costar aproximadamente entre 20 y 30€ totales (si se va en grupo se aminoran mucho los gastos puesto que éstos se dividen). Por supuesto el chófer te da tiempo para visitar el monumento y después bajar de vuelta al pueblo por donde ha venido.

Sele en Kazbegi (Georgia)

En Stepantsminda hay numerosos restaurantes que se jactan de preparar los mejores khinkalis de Georgia. Sin duda un premio merecido para el final de la ruta. Luego esperan 3 horas como mínimo a Tbilisi (sin pararse a ver otros sitios).

Opción organizada (con transporte y guía en castellano): Excursión a Kazbegi más fuerte de Ananuri.

Vardzia, la auténtica Capadocia de Georgia

Tengo que confesar algo. La primera vez que supe lo mucho que Georgia podía dar de sí fue en el programa de TV Lonely Planet de Pilot Guides en el que el británico Ian Wright visitaba el Cáucaso. Entonces supe que además de en Turquía había en este país una gran ciudad-cueva en Georgia llamada Vardzia (se conservan tres en realidad si sumamos Uplistsikhe y Davit Gareja). Me llamó tanto la atención que desde entonces tenía apuntado a este país como uno de los que no me podía perder por nada del mundo. Y aunque tardé unos 15 años en poder ir, la espera mereció la pena. Ya que por fin pude visitar los vericuetos de Vardzia.

Sele en Vardzia (Georgia)

Vardzia se encuentra en el suroeste georgiano, muy cerca de la frontera turca (a 13 km). Desde Tbilisi hay aproximadamente cuatro horas en coche. Hay quien lo hace de ida y vuelta (paliza), quien lo combina con la ciudad-balneario de Borjomi (buena idea) o, como nosotros, que lo utilizamos para saltar un día más tarde al lado opuesto del país, Svaneti (Más de 10 horas de viaje. ¡Locura!). Lejos o cerca, merece muchísimo la pena.

Vardzia, la Capadocia georgiana

A pesar de haber estado la zona habitada desde hace miles de años, la ciudad toca su esplendor en tiempos de la Reina Tamar a finales del siglo XII. Una red de cuevas se extiende a lo largo de más de medio kilómetro de montaña. Un lugar en el que vivían miles de personas que tenía el objeto de resistir las embestidas de los mongoles que durante aquella época tenían cierta fijación con el Cáucaso. Cuando quedó abandonado y sucumbiendo a distintos temblores de tierra, los monjes cristianos llegaron para construir un monasterio que todavía se conserva en el interior de las rocas. De hecho destacan unos frescos que se consideran obra cumbre de la pintura georgiana en la Edad Media y en los que aparece la propia Reina Tamar.

Sele y Rebeca en Vardzia (Georgia)

NOTA: Frente a las ruinas, apenas a 500 metros, existe un establecimiento hotelero muy recomendable llamado . De hecho es el único en la zona. Bien encajado entre las montañas, con unas habitaciones confortables, un restaurante que ofrece lo mejor de la cocina local y una piscina desde la que se ven las ruinas medievales. Nosotros lo utilizamos de capricho para dormir en Vardzia y salir temprano al día siguiente hacia Svaneti.

Piscina del Vardzia Resort (Georgia)

Justo en el desvío hacia Vardzia surgen los restos de la fortaleza de Khertvisi, que fuera el centro defensivo de la región durante muchos siglos.

Fortaleza de Khertvisi (Georgia)

Mestia y el corazón de Svaneti

La dificultad de llegar a la región de Svaneti (noroeste georgiano), en plena cordillera del Cáucaso, es directamente proporcional a la satisfacción que ejerce en los viajeros. Cuando alcanzamos Mestia fuimos conscientes de que estábamos divisando probablemente lo más extraordinario de Georgia. Una región con una historia y una lengua propias que vivió completamente aislada hasta hace apenas veinte años (aquí no llegaba ni un turista) con pueblos en los que se alzan torres medievales en las que se venían a refugiar y defender las familias cuando tenían enfrentamientos entre ellas o los saqueadores árabes cruzaban puntualmente las montañas para robar a sus habitantes. Sucede en todas las poblaciones de los svans (así se le conoce a su gente), pero en Mestia el número de torres supera la treintena. Sería algo así como un pequeño San Gimignano en mitad de un paisaje de montañas que superan los 4000-5000 metros de altitud. De hecho Svaneti presume de albergar en su territorio a cuatro de los picos más altos de las montañas del Gran Cáucaso (el más característico es el pico del Ushba, uno de los retos más ingobernables de los escaladores de medio mundo, y no por su altura precisamente).

Mestia y sus torres medievales en Svaneti (Georgia)

Una vez en Mestia (pasamos dos noches alojados en una modesta guesthouse de las muchas que hay en el pueblo) nos dedicamos a disfrutar de aquellos paisajes tan magníficos, subir en telesilla para fotografiar las montañas más altas y conocer parte de la historia de la región (hay un Museo de arte e historia de Svaneti excepcional y otro etnográfico que te permite subir a una torre y ver cómo eran las casas en la Edad Media).

Mestia (Svaneti, Georgia)

Pero lo mejor era salir de la casa temprano por la mañana y tomar un camino de tierra por el que cruzaba el ganado. Desde allí la silueta de los largos torreones de Mestia contrastaba con la nieve de las montañas del Gran Cáucaso, el techo de Georgia.

Svaneti (Georgia)

CONSEJO: Si se va a Svaneti es para pasar, al menos, dos días completos in situ. Si tenemos más tiempo se puede plantear visitar el pueblo más aislado de la región y de todo Georgia, que es Ushguli. Una recomendación es de hacer el viaje en dos etapas si vamos desde Tbilisi, ya que el camino es demasiado largo. Se puede hacer vía Batumi, en la costa del Mar Negro e incluso deteniéndonos en la segunda ciudad en importancia de Georgia, Kutaisi. O plantear un sitio para la ida y otro para la vuelta. Nosotros nos equivocamos sobremanera queriendo hacerlo desde Vardzia, un destino demasiado contrapuesto a Svaneti.

Mestia (Svaneti, Georgia)

¿Cómo nos movimos por Georgia?

Dado que íbamos pocos más de una semana a Georgia (echamos de menos tres o cuatro jornadas más de viaje como mínimo) y que algunos lugares que queríamos visitar no estaban, casi nunca, dentro de núcleos urbanos a los que se llegue fácilmente en marshrutka o vans compartidas que salen cuando se llenan), organizamos previamente desde España esta parte de itinerario. Gracias al amigo Levan Shikhashvili y entonces recién nacida Iciar Travel (ahora no existe) tuvimos de antemano una ruta elegida para esos días, un coche con conductor y un guía local así como la reserva de nuestros hoteles en Tbilisi, Varzia o Mestia. Cerramos entonces coche, conductor, guía y alojamiento. Todo fue bastante después de que compráramos los billetes de avión con LOT (ida Madrid – Ereván con escala en Varsovia, regreso Tbilisi – Madrid también con escala en Varsovia) y estudiarnos detenidamente los lugares que queríamos hacer en el país.

Al poco de irnos nosotros quien vino a Georgia fue Jesús Calleja, acompañado de Antonio Orozco, para uno de sus desafíos extremos en los que las montañas del Cáucaso fueron las protagonistas.

Un viaje de entrada desde Armenia

Armenia fue el comienzo de este viaje caucásico. Es un destino perfectamente combinable con Georgia (el otro es Azerbaiyán). Un pequeño gran país con una agitada historia y que alberga los monasterios más antiguos del mundo. Y siempre a la sombra del imponente monte Ararat.

Si queréis saber más sobre Armenia os recomiendo echéis un ojo a HOJA DE RUTA DE UN VIAJE A ARMENIA y a este post de 50 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A ARMENIA.

¡PARA COMPLEMENTAR! Si estás pensando irte de viaje a Georgia por libre o de manera organizada no te pierdas esta recopilación que incluye: 50 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA VIAJAR A GEORGIA.

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29 Respuestas a “Hoja de ruta de un viaje a Georgia”

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