George Pelecanos (1957) es un se�or de barrio, contemplativo (en el m�s hermoso significado de la palabra) y fetichista (de los zapatos femeninos, como Berlanga). Un vecino insigne del Washington D.C donde naci� y del que no quiere marcharse. Esa ciudad escondida bajo el paraguas de la alta pol�tica y la f�brica de d�lares que es la Reserva Federal con barrios dif�ciles, desigualdad y tensi�n racial.
No necesita mucho m�s. Stephen King le considera el �mejor escritor vivo de Estados Unidos� y ha sido guionista de la mano de David Simon de The Wire, la considerada por muchos cr�ticos como mejor serie de la historia, y de otros proyectos televisivos como The Deuce (sobre la industria del porno de los 70) o Treme, sobre el Nueva Orle�ns post-hurac�n Katrina.
Pelecanos cuenta en El hombre que volvi� a la ciudad (Ed. RBA) la historia de un hombre que acaba de salir de la c�rcel. Pero su liberaci�n no es gratis. Deber� devolver el favor.
- En su libro se palpa la adicci�n al poder y Washington es una ciudad con sed de poder. Como hijo de inmigrantes griegos que trabajaban en una cafeter�a, �c�mo ve la convivencia en la ciudad entre poderosos y clase trabajadora?
- Antes la conexi�n era pr�cticamente inexistente. A mi padre le toc� servir a muchos hombres de cuello blanco. Siempre he sabido d�nde est� mi lealtad. Tuve claro que no quer�a ser pol�tico o abogado. He querido escribir sobre las vidas de las personas que trabajan todos los d�as. Los pol�ticos que llegan a la ciudad van y vienen cada cuatro u ocho a�os mientras los verdaderos habitantes de Washington permanecen.
- Una vez cont� que en sus inicios le daba mucho miedo escribir. �Cambia esa sensaci�n con el �xito?
- No. Siempre me resulta dif�cil porque quiero hacer un buen trabajo. S� que s�lo si mantengo la cabeza baja y estoy concentrado, soy capaz de escribir un libro.
- Ha dicho que es posible que un novelista aprenda a escribir un gui�n, pero que es mucho m�s dif�cil que un guionista sea un buen novelista...
- Creo que un novelista tiene un ojo para el detalle del que carece el guionista medio. Y, s�, soy parcial.
Pelecanos conoce bien el poder purificador de la lectura en el universo carcelario. Su personaje se enfrenta a la libertad armado con un carn� de biblioteca. De �l escribe: �Cuando le�a un libro, la puerta de su celda estaba abierta, y pod�a cruzarla sin m�s [...] Cuando le�a un libro, no estaba encarcelado. Era libre� (p�g 65). Socialmente muy comprometido, este escritor apoya distintos programas de literatura en prisiones del estado. De sus experiencias ha sacado gran parte de los di�logos de su historia. No lo olvida. Es la lealtad de la que habla. �En las c�rceles he escuchado las mejores conversaciones que he escuchado jam�s sobre la vida y sobre los libros�, cuenta Pelecanos cuando se le pregunta por v�a email.
- �Ha sido la guerra contra las drogas un gran fracaso nacional?
- Totalmente. En las c�rceles la mayor�a de los reclusos que he conocido son delincuentes no violentos involucrados en problemas de drogas. Sus vidas y las de sus familias han sido destruidas por leyes de drogas arcaicas.
- �Cree que desde la Administraci�n y los medios la crisis de los opiodes que sufre EEUU se trata de manera diferente al crack porque afecta a los blancos?
- Las altas penas del crack estaban dirigidas a las minor�as. De eso no hay duda.
- Ha tenido muchos empleos. �Sigue pensando el escritor y guionista de �xito que no hay nada mejor que vender zapatos a comisi�n?
- S�. Gracias a ese trabajo pod�a hablar cada d�a con mujeres guapas, admirar sus piernas y pies, escuchar mis canciones favoritas en el hilo musical... Adem�s, soy muy competitivo. Hab�a otros vendedores pero yo era el mejor sabueso. Me gustaba ganar.
- En la biograf�a de Trump hay esc�ndalos sexuales, corrupci�n inmobiliaria y pol�tica. �Escribir�a con David Simon una serie sobre �l?
- Ser�a como matar mosquitos a ca�onazos. Todo el mundo sabe lo que es �l, y a la mitad del pa�s le da igual. �C�mo puedes satirizar a un payaso? Simplemente no funcionar�a.
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