"Mi colega, mi amigo, mi inspiraci�n, mi rival". As� defini� George Lucas a Steven Spielberg, cuando ya eran dos colosos que hab�an llevado el cine a galaxias muy, muy lejanas y lo hab�an llenado con criaturas extraterrestres, un arque�logo socarr�n y dinosaurios fabricados por ordenador. Ambos pasaron de ser unos solitarios inadaptados a los estandartes de ese nuevo Hollywood que buscaba nuevas v�as de expresi�n y acab� sentando las bases de las franquicias que reinan hoy en d�a. Ahora, cuando se cumplen 50 a�os del estreno de sus �peras primas, toca echar la vista atr�s para ver hasta qu� punto condicionaron sus trayectorias.
"ESTE PUEDE SER EL INICIO DE UNA BONITA AMISTAD"
El 19 de enero de 1968 se produjo un encuentro hist�rico en el Royce Hall de la UCLA, donde se celebraba el National Student Film Festival. All� estaban George Lucas, barbudo estudiante de cine que presentaba a concurso su corto experimental Laberitno electr�nico THX 1138 4EB, y un imberbe Steven Spielberg, por entonces alumno de primer curso en la Universidad Estatal de Long Beach. "Mi primera impresi�n fue �odio a ese chico, es mucho mejor que yo!", recordar�a Spielberg en el documental Creating an empire. Tanto le impact� el visionado que logr� superar su patol�gica timidez para colarse entre bastidores y se present� ante Lucas para decirle lo mucho que le hab�a gustado aquel abstracto y fascinante artefacto cinematogr�fico. Como recuerda Brian Jay Jones en su biograf�a no autorizada de Lucas (editada en Espa�a por Reservoir Books), un apret�n de manos sell� el punto de partida de una amistad que cambiar�a el cine y la cultura popular para siempre.
EL FUTURO SEG�N GEORGE LUCAS
Gracias a las artima�as de Coppola al frente de su incipiente productora, American Zoetrope, Lucas consigui� el dinero necesario para financiar la versi�n larga del corto que tanto hab�a impactado a Spielberg. As� naci� THX 1138, una distop�a sobre un futuro perturbador en la l�nea marcada por Aldous Huxley y George Orwell, en la que un hombre y una mujer se rebelaban contra las m�quinas. En su b�squeda por "crear emociones a trav�s de t�cnicas cinem�ticas puras", aquel joven californiano de gafas de pasta aprovech� todos los recursos de los que dispuso para crear una atm�sfera opresiva.
Paradojas de la vida, el tipo que acabar�a convirtiendo el m�rketing y las ventas de los juguetes en algo m�s importante que el gui�n de una pel�cula pretend�a que su debut cinematogr�fico fuera una cr�tica radical contra el consumismo y el conformismo imperantes en la Am�rica de Nixon. El resultado fue en s� mismo una ardua lucha contra los gerifaltes de la Warner, que hab�an puesto el dinero y se entrometieron en el montaje final. Una dolorosa derrota para un Lucas que tampoco triunf� en taquilla, lo que le llev� a vivir unos a�os de zozobra econ�mica y existencial hasta que consigui� rodar su segunda pel�cula, American Graffiti, que ser�a, est� vez s�, un �xito rotundo. Su impacto allan� el camino de una extra�a y muy personal space opera llamada Star Wars, inspirada en su pasi�n por los c�mics de Flash Gordon y las pel�culas de Akira Kurosawa.
CON HITCHCOCK EN EL RETROVISOR
Mientras tanto, Spielberg se hab�a hecho un hueco en la divisi�n televisiva de la Universal dirigiendo episodios de series como Galer�a nocturna o Colombo, pero su salto definitivo lo dar�a con un telefilme basado en un relato de Richard Matheson, publicado originalmente en la revista Playboy. M�s que la neum�tica conejita del poster central, a Spielberg le llam� la atenci�n aquella historia de terror en la que el conductor de un coche era asediado por un misterioso cami�n. Otra vez el hombre contra la m�quina, aunque en este caso sin coartada futurista, solo una carretera hacia el infierno.
As� naci� El diablo sobre ruedas (disponible en Filmin), trepidante thriller psicol�gico que sigue siendo a d�a de hoy una clase magistral de c�mo planificar, rodar, montar y, en definitiva, narrar una persecuci�n. El angustioso duelo entre un hombre cualquiera y esa personificaci�n del mal de 20 toneladas y aspecto oxidado tuvo tal repercusi�n que le permiti� iniciar una carrera cinematogr�fica que llegar�a a la estratosfera gracias a Tibur�n y Encuentros en la tercera fase.
MODELANDO LA EXPERIENCIA CINEMATOGR�FICA
Juntos o por separado, Lucas y Spielberg cambiaron la forma de hacer, promocionar, distribuir y ver pel�culas. Emulando a Indiana Jones, el personaje que los uni� para siempre como productor y director y cuya quinta entrega est� prevista para 2023, ambos se aventuraron en la selva de los estudios en busca del tesoro definitivo: la libertad creativa y el control total de sus proyectos. Si Lucas es "el Thomas Edison de la industria del cine moderno", seg�n Peter Jackson, Spielberg fue quien defini� una manera irresistible de capturar la atenci�n del espectador. Su desigual contribuci�n como directores (Spielberg gana 34 a 6, aunque no es s�lo algo cuantitativo) no debe ensombrecer la aportaci�n de Lucas como responsable de la transformaci�n tecnol�gica de la industria.
Uno sigue poni�ndose detr�s de la c�mara para dirigir pel�culas como el remake de West Side story que llegar� el 22 de diciembre a salas espa�olas. El otro, retirado, cuando no est� contando billetes en su Rancho Skywalker se vuelca en los �ltimos detalles del Lucas Museum of Narrative Art, con una inauguraci�n prevista para 2023 y una inversi�n de m�s de mil millones de d�lares. Ambos, unidos por la nostalgia, la amistad y el amor al cine, siguen teniendo mucho que decir 50 a�os despu�s de su primera pel�cula.
Conforme a los criterios de