El l�der del Partido de la Libertad, de ultraderecha, est� siendo juzgado por incitaci�n al odio y violencia contra los marroqu�es en Holanda
Wilders lidera varias encuestas de cara a las elecciones parlamentarias del pr�ximo a�o
Ni se arrepiente, ni se siente culpable de nada. El l�der de la ultraderecha holandesa, Geert Wilders, compareci� ayer desafiante ante el tribunal que le juzga por incitaci�n al odio y que pronunciar� sentencia el 9 de diciembre, tres meses antes de unas elecciones que pueden llevarle a liderar el Gobierno en marzo. Wilders advirti� de que su arenga contra los marroqu�es fue un acto de "libertad de expresi�n".
Nada de racismo, dijo el candidato del Partido de la Libertad (PVV) a primer ministro, en referencia a un acto de 2014 en La Haya, en el marco de las elecciones municipales, en el que pidi� a los holandeses que corearan "menos, menos marroqu�es en Holanda". Wilders neg� que tuviera intenci�n de incitar al odio contra esa comunidad, numerosa en el pa�s. "Yo me refer�a a los delincuentes", precis� ayer ante el tribunal.
"Estoy aqu�, delante de todos vosotros, pero no estoy solo. Mi voz es la de muchos, es la de la gente com�n, la de las personas que quieren a su propio pa�s. Y t� [juez] los conoces. Podr�a ser incluso tu conductor", dijo Wilders, en un tono de campa�a electoral ante los magistrados.
Adem�s, pidi� "que se respete la �nica libertad que me queda", despu�s de m�s de una d�cada con los guardaespaldas pis�ndole los talones y con agentes de seguridad rodeando su casa. "S� lo que es la falta de libertad, y espero, sinceramente, que no tenga que vivir eso", dijo, en un discurso en el que apel� en todo momento a las emociones de los jueces y fiscales presentes en la sala.
Adem�s, acus� de nuevo a la Corte de ser "pol�tica" y lament� que "este proceso apeste por todos lados". El l�der de la ultraderecha holandesa defiende que su trabajo como pol�tico "es decir la verdad" y lo seguir� haciendo. "Holanda tiene un problema y se llama marroqu�es", repiti�, una y otra vez, aunque especificando que se refer�a a los "delincuentes, y eso no constituye discriminaci�n".
Wilders est� siendo procesado por insultos raciales, discriminaci�n y violencia contra los marroqu�es que residen en Holanda. �l ha criticado en numerosas ocasiones al tribunal por contar entre sus miembros con una "mujer sesgada" -la magistrada Elianne van Rens-, en la que "no puede confiar para dictar sentencia". Las sesiones judiciales comenzaron a finales del pasado mes de octubre, y �l, en una carta abierta le�da por su abogado el primer d�a, explic� que "los debates pol�ticos se realizan en el Parlamento, no en los tribunales", tachando el proceso de "farsa".
La Fiscal�a, no obstante, le considera culpable, especialmente porque sus declaraciones fueron hechas en un "contexto determinado". La semana pasada pidi� como condena una multa de 5.000 euros por "insultar a un grupo de poblaci�n e incitar al odio" contra todos los marroqu�es-holandeses del pa�s. Wilders no est� obligado a asistir al tribunal para defenderse, s�lo si la Corte de lo exige, en caso de que tenga que responder a algunas preguntas.
El l�der de la ultraderecha holandesa se presenta como candidato a primer ministro en las legislativas de marzo. Seguidor del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ayer aprovech� el proceso judicial para hacer campa�a. Conocido por su discurso contra el islam y la inmigraci�n, antieurope�sta declarado y procesado por racismo, ha prometido que nadie le va a "cerrar la boca".
Se mantiene firme en su postura, defendiendo su derecho pol�tico y su deber de hablar de "los problemas" de los Pa�ses Bajos, entre ellos "el megaproblema marroqu�". Wilders ha liderado varias encuestas de cara a las parlamentarias del pr�ximo a�o, entre ellas, la publicada esta semana, que le garantiza un 30% de los esca�os de la C�mara de los Diputados.
En su programa electoral lleva la promesa de reducir la presencia del islam en Holanda, a trav�s del "cierre de mezquitas y escuelas isl�micas" y "darle m�s dinero a los que verdaderamente lo merecen", los propios ciudadanos holandeses. Wilders fue ayer el centro de los focos de decenas de medios acreditados para cubrir el juicio, entre ellos periodistas holandeses y extranjeros. De hecho, siempre protagonizando escenas llamativas, decidi� sacar una imagen en el momento en el que los objetivos de las c�maras le enfocaban y la comparti� con sus seguidores de Twitter, junto a un mensaje: "Pues...".
El tribunal ha escuchado este mes a miles de testigos que han denunciado un aumento de la islamofobia y racismo tras esas declaraciones de Wilders. Muchos han asegurado que viven en medio de la "inseguridad": ni�os que tienen miedo a ir colegio, empresarios que pierden la confianza de sus clientes o mujeres que advierten de "problemas psicol�gicos" entre los marroqu�es provocados por esa incitaci�n al odio.
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