Post-Punk: un breve paseo por la historia del género | Tierra Adentro
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Ilustración por Eduardo Ramón Trejo

En la última década el post-punk ha tenido un revival muy fuerte en varios países, creando movimientos de bandas que hacen del género, un parteaguas para experimentar con otros sonidos o géneros afines que, en muchos casos, hace memorables a grupos o exponentes al llevar al género a otro nivel. Países como Estados Unidos, Rusia, Alemania, México y hasta otros que podríamos decir se alejan mucho de esos sonidos oscuros como Turquía o Venezuela, han visto nacer grandes agrupaciones que basan su sonido en el post-punk, dando pie al surgimiento en la última década de bandas como: Soft Kill, Light Asylum, Motorama, Holygram, Hoffen, She Past Away, Belgrado, entre muchas más que se han hecho incondicionales de festivales y lugares donde se baila hasta el amanecer ese ritmo de música.

 

En un momento creo que he viajado al pasado y que estoy viendo a Anja Huwe frente a mí vestida de negro, pero no, estoy en este hervidero de gente que me encanta viendo a Patrycja Proniewska cantar y bailar de un lado a otro la canción “Automatyczny Swiat” en ese diminuto escenario. Todos saltamos y bailamos al ritmo de la banda, la voz de Patrycja comienza a perderse tal vez por la mala ecualización del sonido, pero qué importa, ella parece notarlo y decide aventarse sobre nosotros para que la levantamos en nuestros brazos apenas unos breves segundos. Ella regresa a terminar la canción mientras seguimos sudando y bailando sin querer que el concierte llegue a su fin…

Belgrado – Centro de Salud 12-08-2016

 

            Como su nombre lo indica, el post-punk surge después de la llamada muerte del punk que, si bien muchos críticos y puristas dicen que el punk no ha muerto en el ideario general, para muchos músicos y bandas que vivieron en el apogeo a finales de los setenta, sí se derrumbó, en gran medida por toda la censura que el gobierno británico de ese entonces hizo, dejando huérfanos de ese movimiento tanto a seguidores como bandas importantes de la talla de los Sex Pistols, The Clash o los Buzzcocks.

            Al ver que el género iba en decadencia, aunado a la muerte de Sid Vicious y, sobre todo, el surgimiento de artistas jóvenes más notables, esos mismos punks intentaron cambiar su sonido, creando nuevas agrupaciones que, si bien entraron en la historia del género, no se compararon al éxito previo que tuvieron como punks. Así, artistas como Johnny Lydon pasaron de los Pistols a Public Image Ltd. o bien, Howard Devoto de Buzzcooks a Magazine, evolucionando a lo que la década de los ochenta pedía.

Sin embargo, esas bandas ya no compitieron con ritmos más experimentales, sombríos e introvertidos que popularizarían agrupaciones como Joy División, Bauhaus, Siouxsie and The Banshes o The Cure, que además tenían increíbles exponentes como sus vocalistas Ian Curtis, Peter Murphy, Siouxsie Sioux y Robert Smith, respectivamente.

 

El concierto comenzó frenético, en solo unos minutos ya habíamos escuchado cuatro de las canciones más icónicas de Joy Division cuando de la nada y conectando como si fuera parte de la canción “Digital”, la batería comenzó a sonar haciendo que el público de inmediato reconociera la canción, después el bajo de Hook hizo que todo el público comenzara a saltar para después darle entrada a la guitarra y la letra: I’ve been waiting for a guide to come and take me by the hand. No es la voz de Curtis, pero Hook y los fans la cantan enardecidos como si él estuviera ahí: It’s getting faster, moving faster now, It’s getting out of hand. No queda más que bailar y cantar o simular que lo haces. El ritmo de la canción es más rápido que el acostumbrado, pero no importa, suena mejor. I’ve got the spirit, but lose the feeling, más baile, más gritos y parece que el foro tiembla… Feeling, feeling, feeling, feeling, feeling, feeling, feeling, feeeeeliiing…

Peter Hook & The Light – Lunario del Auditorio 30-09-2013

 

            La explosión del post-punk según el crítico musical Simon Reynolds, se da entre los años de 1977 y 1984, en los que bandas como las ya mencionadas, aunadas a otras como The Smiths, Talking Heads, Gang of Four, Echo and The Bunnymen, Cocteau Twins, entre otras, inundaron el Reino Unido para después hacerlo en el mundo entero.

Si bien no hay una tipología única que establezca cómo deben ser las canciones de post-punk, en esos primeros años el ideario de las bandas mencionadas deja ver un estilo que se apega al new wave, género muy afín al post-punk y que se desarrolló en paralelo en la misma década ochentera: con uso de sintetizadores, música electrónica y elementos futuristas. También el post-punk deja ver un rock gótico, oscuro y melancólico que se nota principalmente en las letras de estas bandas o en el estilo de indumentaria y maquillajes que se usaban.

De igual manera, conforme avanzaron los ochenta, solía haber algo de pop, rock y distorsión en el género, pero eso dependía en gran medida de cada agrupación y de la línea principal que decidían seguir. Así tenemos bandas más oscuras que también son consideradas iconos del rock gótico como Bauhaus, Joy Division, Chistian Death, Siouxsie ante Banshees o Xmal Deutschland, a otras más poperas como The Smiths, The Chameleons o New Order.

El post-punk es muy amplio en cuanto a sonidos se refiere, así como la cantidad de bandas que lo tocan, siendo el sonido directo, marcado por un ritmo constante menos abrasivo que el punk, pero más complejo y oscuro, en donde los artistas experimentan más a ritmo de bajos, sintetizadores, computadoras, cajas de ritmo, pero como muchos dicen, esta es sólo una breve descripción de lo que el género aportó en esos primeros años de la década ochentera. Algunos de esos grupos que de igual forma tocaban new wave, al juntarlo con el post-punk, crearon otro subgénero llamado dark wave, muy popular hoy en día, que consiste en esa combinación de ambos géneros, en donde lo gótico, se junta con lo electrónico, creando sonidos más bailables, pero sin perder ese toque sombrío que las cuerdas y los sintetizadores dan en el post-punk.

Conforme pasó el tiempo y la industria cambiaba, el post-punk quedó casi sepultado en la década de los noventa, en donde nuevamente, Inglaterra estaría a la cabeza, pero con géneros más comerciales y suaves como el britpop que compitió directamente con el grunge que se hacía en EUA a principios de los noventa. Después de eso, sonidos mucho más pop como las boy bands o el llamado Nü-Metal aparecieron para, en definitiva, hacer olvidar aún más el post-punk que tanto revuelo causó. Otra razón del apagón fue de que muchas de las bandas de post-punk, tenían pausas indefinidas por separaciones o muertes de integrantes o bien, porque de momento no les interesaba reavivar el género.

            A principios de los dos miles, un primer y tímido revival de bandas como Interpol, The Killers, She Wants Revenge o Editors, coquetearon con el post-punk en varias de sus canciones como “Obstacle 1”, “Jenny Was A Friend of Mine”, “Tear You Apart” o “Someone Says”, respectivamente, que de inmediato hicieron recordar al género por lo marcado de sus bajos, la utilización de sintetizadores y baterías elegantes que dejaban escuchar un sonido oscuro, casi siempre con voces gruesas que nos recordaban a Ian Curtis. Sin embargo, sólo fue un coqueteo pues su sonido siempre estuvo marcado más por el indie rock o indie pop, que evocaban a bandas clásicas para ese entonces como Pixies, The Smiths, Sonic Youth o los Stone Roses, que ayudaron a crear los cimientos en las que esas bandas forjaron su sonido al igual The Strokes, Artic Monkes, Arcade Fire, Bloc Party, entre otras.

Luego de ese pequeño regreso en algunas muy buenas canciones de esas bandas, la industria musical comenzó a revivir a muchos artistas sin importar géneros ni edades, es ahí donde empezamos a ver que bandas retiradas como OMD, The Chameleons o Wire, regresaron con un gran furor entre sus viejos y nuevos seguidores por el año del 2008, o bien, comenzamos a ver a artistas como Peter Hook que hacía giras en donde solo tocaba discos completos de Joy Division, o a Peter Murphy que de vez en vez, hacía giras en donde sólo tocaba música de Bauhaus, dejando de lado su lado solista. Quizás esto ayudó a que, en la última década, muchos países vieran nacer bastantes agrupaciones que basan su música en sonidos y géneros ochenteros.

 

Hay un punk de cuarenta y tantos obstruyendo el paso para llegar a mi asiento, con estoperoles y todo, pero demasiado ebrio, parece descansar el pie izquierdo que trae enyesado, me mira y me dice: pásale pásale carnalito. Como puede me da permiso, me preocupo porque los punks de su edad suelen volverse locos cuando algo les gusta, más si están pasados de alcohol. El bajo de David J comienza la canción “Double Dare”, en un juego de luces blancas que por momentos rompe la oscuridad del escenario. Peter Murphy aparece cantando I daaaaare you, to be reeeal, to touche, to touche a flickeriiiing flaaaame. Enseguida el punk salta como si no tuviera el pie roto, alza el puño derecho en todo lo alto al ritmo de la batería, canta cada palabra de la canción mirando fijamente a Murphy, aplaude y le grita amor al vocalista. Enseguida comienza “In the Flat Field” y el punk enloquece al ritmo enérgico de la canción: yo fuí al Ópera, yo fui al Ópera grita presumido, alzando y bajando su puño derecho una y otra vez hasta que, sin querer, le pega en la cabeza a una chica delante de él. Ella molesta se voltea y le reclama, pero el punk ni se inmuta y ella enojada, se va corriendo escaleras arriba, seguro por los de seguridad. El punk esta enardecido y Peter Murphy y David J también. Yo no sé a quién mirar, si a los Bauhaus que están frenéticos tocando esa canción o al punk iracundo al lado mío que me empuja una y otra vez sin siquiera notarlo.

Peter Murphy ft. David J – Teatro Metropolitan 11-01-2019

 

Uno de los primeros países en donde hubo un fuerte revival del género fue Rusia con el surgimiento de bandas como Motorama, Utro, Buerak o Ploho, que se juntaron con otras mal llamadas rusas como Molchat Doma o Nürnberg (ambas son de Bielorrusia), o de otros países como Soviet Soviet (Italia), para marcar que su sonido en su totalidad era o es post-punk. A partir de esto, más y más bandas comenzaron a entrarle al género para de ahí mezclarse con otros como el post-rock, el shoagaze o el dark wave. Tanto fue el impacto de estas bandas rusas que ahora, y a partir de las diversas redes sociales, es muy fácil acceder a su música y al significado de sus letras, que incluso, se ha vuelto un cliché para los amantes del género, provocando un cierto repudio a algunas de ellas porque no las consideran del todo parte de este nuevo post-punk. Basta con ver como las canciones de Molchat Doma (“Sudno” y Tancebat”), se han viralizado en redes como TikTok, YouTube o Instagram, como parodia que cualquier baile se puede bailar a ese ritmo.

https://www.youtube.com/watch?v=knAXuSfpxDc)

Algo que también ha provocado este último y más marcado revival es que puede que se considere fácil hacer una banda de post-punk o bien, tocar este género, en el que, según los que saben, lo que define este sonido serán siempre los pedales (compresor-chorus-distorsión) y las pastillas de la guitarra, la cual debe tener un sonido limpio y potente para tener mayor versatilidad, recomendando usar una Jaguar, una Telecaster o una Stratocaster según tus gustos y aptitudes.

Ante este tipo de consejos y aunado a la viralización del género por medio de memes y videos parodia, el post-punk se ha prestado para que se juegue y se ría del mismo, como la canción denominada “Post-Punk Buchón” donde el youtuber “JCesarTV” de forma irónica y muy bien hecha, crea una canción a ritmo de post-punk, pero con letra que bien podría quedar en una canción norteña o de algún narcocorrido, demostrándonos que efectivamente, sí se quiere hacer una canción a ritmo de post-punk, puede ser de lo más sencillo.

https://www.youtube.com/watch?v=Y_yia_g20LY)

Como todo buen género el post-punk tiene a sus seguidores incondicionales, pero también a sus detractores, haciéndolo a últimos años, un tema recurrente en casi todos lados: del amor al odio y de la fascinación al desprecio.

 

Creo que otra vez sobrevendieron el lugar, es imposible siquiera pedir algo a los meseros que intentan vender cerveza en medio de tanta gente, parece misión imposible, pero ante el calor insoportable y el olor a sudor impregnando todo, es necesario que hagan su trabajo. Los sintetizadores de Doruk Öztürkca, anuncian la que sigue y todos reconocemos cuál es. “Asimilasyon” suena y todos, aunque no se quiera, comenzamos a saltar y a movernos conforme Volkan Cane canta en medio del juego de luces del escenario, esa canción que habla de una plaga. Dos chicas junto a mi gritan demasiado y casi no distingo los sonidos, las luces comienzan a lastimarme los ojos, y la gente a mi lado comienza a apretarme todo, creo que quiero vomitar y ni siquiera estoy ebrio.

She Past Away – La Cosa Nostra 20-05-2017

 

En México el sonido se finca en la década de los 80 siendo quizás Caifanes, por toda su exposición y parafernalia inicial, los que pueden ser una de las bandas pioneras del género en México, a pesar de que muchos dicen, que sólo hacían música comercial para vender discos.

Muchas historias se cuentan de la banda, como la de que en sus primeros intentos por grabar su música no los firmaron porque parecían putos por la manera de peinarse y maquillarse muy al estilo gótico o post-punk de esos años que recordaba a Siouxsie Sioux, Ian McCulloch o Robert Smith. O bien, cuando otro ejecutivo de otra disquera les dijo después de escuchar esa magnífica letra que habla de alguien enfermo de la mente (“Sera por eso”), que ellos vendían discos, no ataúdes.

Sin embargo, a base de perseverancia lograron enamorar al productor argentino Gerardo Cachorro López (multiinstrumentista y productor de artistas como Miguel Mateos, Andrés Calamaro, Bersuit, Vicentico, entre otros), que los ayudó a grabar ese primer disco en 1988 para RCA Ariola, siendo precisamente “Será por eso”, el primer video oficial que marcó la presentación de la banda al mundo entero. El video es muy gótico, con juegos de sombras y blancos con negro, en el que vemos al cuarteto con toda la imagen de las bandas ochenteras del Reino Unido: cabello negro alborotado, maquillaje oscuro en los ojos y desde luego, sonidos y letras sombrías que, si bien no se podría decir que esa canción sea post-punk, sí tiene elementos (como el bajo o los sintetizadores) muy característicos del género.

De igual manera Caifanes tiene otras canciones más apegadas a pesar del rechazo de algunos críticos y seguidores que creen que la banda nunca fue post-punk, sino una imitación llevada a la pose, tratando de igualar en su estilo a bandas como The Cure o Echo and The Bunnymen, pero sin ser del todo cierto porque su mayor influencia y a lo que realmente aspiraban ser en esa primera etapa era sonar o verse como Soda Stereo, cosa que hizo que la banda hiciera canciones muy buenas que pueden catalogarse dentro del post-punk ochentero como “La bestia Humana”, en la que por cierto, Gustavo Cerati participó grabando las guitarras muy características del él y su banda, aunado a los sintetizadores siempre oscuros, al bajo muy marcado y a las letras sombrías que salían de la voz de Hernández. “Te estoy mirando” y “Amanece”, también entrarían en lo que dicta el género, ya que el sonido está muy marcado por la batería, el bajo y los sintetizadores.

Como sabemos, después de ese primer disco el cuarteto cambió mucho su sonido e imagen a algo más rockero, influenciados por el llamado Rock en tu idioma de principios de los noventas y por las guitarras más tropicales que inyectó Alejandro Marcovich en los discos venideros, dejando casi en el olvido esa parte gótica o post-punk que los puso en boca de muchos.

            Pero antes de Caifanes hubo un grupo de nombre Size que ante el rechazo y la poca difusión de su música, quedarían casi en el olvido, de no ser por lo que se ha hecho en los últimos años al rescatar la memoria de esta banda, como la realización del documental Size: Nadie Puede Vivir con un Monstruo o la reedición de su música con todo y demos, e inclusive en una parte de la narración de la crónica Tengo que morir todas las noches en dónde Guillermo Osorno nos da muchos detalles de lo que la agrupación a palabras de él hacía en sus presentaciones y no presentaciones.

Su vocalista Jaime Keller mejor conocido como Illy Bleeding, estudiaba en Canadá cuando tuvo que volver a México porque su abuelo, quien pagaba sus estudios murió. Sin embargo, en ese andar por otros países, conoció a personalidades como David Bowie (con quien se dice salía a comprar discos y libros), Frank Zappa y Lou Reed que, de cierta forma, se hacen notar en la música que compondría años después.

Size comenzó a tocar en diferentes lugares underground casi ilegales, por ese entonces llamados hoyos funky, en los que bandas de punk y rock urbano también tocaban a finales de los ochenta. Size resaltaba enseguida por su estilo vanguardista ( como en la canción “Castillos en el cielo”), con letras en inglés (“Tonight”, “Bar Ship”), más al estilo británico o europeo que se asemejaba a bandas como, The Clash, Warsaw (antes de ser Joy División) y hasta David Bowie o los alemanes de Kraftwerk.

            Size (1979-1985) representó en el país sonidos que en Inglaterra y EUA ya estaban más que digeridos por los exponentes más famosos del post-punk y el new-wave, teniendo en los sintetizadores y los bajos, elementos que se asemejaban a un rock progresivo, con toques futuristas que bien podrían sonar punks o post-punks o synth pops, además de que el vocalista al intercalar las letras en inglés y español, sonaba en muchas ocasiones al primer Robert Smith de The Cure. Canciones como “Grotesque Ornamente”, “La cabellera de Berenice” o “Lucreative Methods”, dejan ver que esta banda estuvo adelantada a su tiempo y aunque no tuvo el impacto esperado, pueden considerarse uno de los pioneros del post-punk, new-wave y synth pop en el país, siendo un pilar importante para que proyectos y bandas como Dangerous Rhythm, Casino Shangai o El Clan, crearan su estilo de música.

El concierto lleva buen ritmo, muchos gritamos Motorama Motorama Motorama en una breve pausa, y otros más piden complacencias: “Normandy”, “One Moment”, “Budapest”, la que seeaaa.. Aunque es su primera vez en México, parece que todos se saben las canciones. Sin duda cuando Vlad Parshin deja la guitarra, se parece a Ian Curtis: toma el micro con las manos y cierra los ojos como él, incluso a veces su voz se asemeja mucho y ya no digamos cuando baila, parece que le hace un tributo. Las guitarras anuncian “To the South” y todos gritamos y comenzamos a cantar a coro esa canción que habla de alguien que viajara al sur, dejando atrás el invierno. Muchos bailan y gritan sin dejar de grabar con sus cámaras y teléfonos, la banda también se mueve al ritmo de su música, es imposible no hacerlo ante esa magnífica canción de apenas dos minutos y medio.

Motorama – Caradura 21-09-2012

 

A últimas fechas en nuestro país, músicos muy jóvenes están formando bandas que parten del post-punk para crear su música de manera muy independiente o como ellos dicen, muy DIY (Do It Yourself), experimentando de igual manera con sonidos electrónicos y oscuros a base de bajos y sintetizadores que los hacen situarse también en el nuevo dark-wave que se está haciendo en las principales ciudades de Europa y EUA.

Proyectos muy interesantes y con un futuro que se vislumbra muy prometedor como Hoffen, resaltan enseguida al adherirse a ese post-punk puro de los ochentas, en donde el bajo y la voz grave del vocalista, se notan enseguida en canciones como “Cold Tears Of An Angel” o “Calisto”. De igual forma artistas como Werner Karloff o Equinoxious que a partir de un synth-pop minimalista, experimentan con sonidos a fines por lo que, de vez en vez, en su música se nota un post-punk más asociado al hecho por las bandas rusas y europeas de la última década como se nota en canciones como “Zweiheit” o “Astrónomo Insumiso”, respectivamente.

Pero no sólo el presente del post punk en México se queda con ellos, proyectos como Leonora Post Punk, Bellenger, Cruz de Navajas, Mementut, Saúl De los Santos, entre otros más, están haciendo un post punk que competiría con cualquiera de las bandas más famosas del género y que, hasta antes de la pandemia, era recurrente escucharlos en foros de la Ciudad como El Gato Calavera, El Centro de Salud o el Foro Cultural Alicia, ya sea como teloneros de otras bandas o como el acto principal

El post-punk ha sobrevivido más de cincuenta años y nos ha dejado una escuela muy importante que por el momento, parece que continuará con las bandas ya establecidas y por algunas más que vayan surgiendo en el camino, siempre experimentando y adhiriéndose a otros géneros que quizás, es por lo que el post-punk lleva tantos años vigente, dejando en mayor medida el underground, para ser un recurrente en el día a día de la música, junto a otros sonidos oscuros, frenéticos, bailables, electrónicos y futuristas que lo hacen un género perdurable y con muchos años más de vida.