De la mano de B&B, cuyas propuestas cerveceras están inspiradas en la música, repasamos el germen de la historia del rock en los clubes y pubs londinenses
Disfrutar de tu tiempo libre en un pub en el que sirven buena cerveza y, además, se escucha buena música -si es rock, mucho mejor- es algo que muchos no dudaríamos en definir como felicidad. De rock y cerveza sabe, y mucho, la capital británica, cuna de muchas de las bandas y artistas que marcaron toda una época. Pink Floyd, Deep Purple, The Who, Led Zeppelin, Queen, Jimi Hendrix, David Bowie, Elton John o The Rolling Stones son solo algunos de los nombres que emergieron en esta ciudad y cambiaron para siempre la historia de la música.
Pink Floyd
Es también en Reino Unido donde han surgido algunos de los movimientos más importantes, vinculados siempre a este arte. Los pubs ingleses, con sus pintas y su omnipresente buena música, son y han sido siempre caldo de cultivo para la inspiración y la creatividad. En todos los casos, la cerveza se ha postulado siempre como la mejor compañera de viaje. Y es que la cerveza y el rock siempre han maridado a las mil maravillas.
En este sentido hay una cervecera que destaca por inspirar sus propuestas en este binomio tan sugerente. Se trata de B&B (Birra & Blues) quienes, desde su nacimiento en 2011, han basado sus creaciones cerveceras en la música y en su poder, buscando siempre combinarla con el mejor sabor. Porque, como reza su nuevo eslogan, Life Sounds Better with B&B. De la mano de ellos hacemos un viaje en el tiempo hasta trasladarnos a una época y lugar concretos: años 70; destino, Londres.
Buena cerveza y música rock, el maridaje perfecto
A raíz de esta efervescencia musical y de la aparición de los grandes nombres, que pasaban meses en los estudios de grabación inmersos en complejos procesos de producción, surgió a principios de los años 70 el pub rock. Este fenómeno abogaba por recuperar la sencillez, a la cercanía de la música al público en garitos en los que se podía disfrutar de las bandas y el talento local entre cerveza y cerveza.
El movimiento nacía como reacción al virtuosismo dominante en un periodo en el que imperaban el rock progresivo y el hard rock de las grandes bandas, como las mencionadas anteriormente. No obstante, en el Londres de la época el talento irradiaba por doquier y muchos jóvenes músicos comenzaron a tocar en algunos pubs, lugares más pequeños y humildes donde se les permitía presentar sus trabajos. Así lo recoge el libro Música y cerveza (ed. Movimiento, 2002), del periodista Javier Abad, que expone los resultados de toda una investigación sobre aquella época con documentación, nombres de lugares clave y artistas que tuvieron una gran relevancia en este contexto.
El público abrazó en seguida esta modalidad de pequeños conciertos más sencillos y cercanos, de forma que el pub rock logró consolidar un circuito de locales en los que era posible disfrutar de la música en vivo de estos artistas. Gracias a este movimiento muchos de los grupos pudieron incluso grabar sus discos e iniciar sus carreras musicales.
No obstante, los artistas y bandas pub rockers rechazaban los complejos procesos de grabación de discos. Su objetivo era simplemente capturar el sonido en vivo e intentar transmitir esa pasión que se consigue en un escenario y en contacto directo con el público. La diferencia entre los enfoques de grabación del rock convencional y el pub rock dieron lugar a distintos sonidos más crudos y, por lo tanto, una nueva forma de entender la música.
Mark Knopfler
Si bien este fenómeno fue transitorio -entre 1970 y 1976-, tuvo una gran relevancia. La escena pub rock de Londres abrió las puertas a nombres como Nick Lowe, Mark Knopfler, Elvis Costello, Paul Carrack, Joe Jackson, Graham Parker, Ian Dury o Joe Strummer, como ejemplos. Además, fue la antesala de otros movimientos posteriores, como es el caso del surgimiento del punk rock, cuyo epicentro fue el ecléctico Camden Town.
No cabe duda de que la música tiene un poder único para conmover, transformar los ánimos, alentar a la vida y unir a las personas. En el caso del rock, su energía es si cabe más poderosa, y unido a una buena birra, acaba por convertirse en protagonista de algunos de los momentos más memorables de nuestras vidas. Porque, como afirman desde la cervecera B&B, no hay nada más universal que la buena música y la buena cerveza.