Conociendo la música country (VI): Los Outlaws
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Conociendo la música country (VI): Los Outlaws

Desde los años 70 nació una contracultura al sonido que marcaba la industria de Nashville

Conociendo la música country (VI): Los Outlaws
Álex González el

Cuando a mediados de los años 50 los cantantes empezaron a perder peso en la toma de decisiones de su música en favor de los productores, no todos los artistas supieron aceptarlo. Este tipo de comercio y de negocio se conoció como sonido Nashville y tuvo en Chet Atkins, un guitarrista, productor y visionario su máximo exponente. Ante esta forma de trabajar saltaron varias voces del mundo del country que acabaron por oponerse en lo que se conoció como corriente Outlaw, es decir, los cantantes que iban fuera de la ley de los cánones que marcaba esa industria musical que residía en la capital de Tennessee. Todos los artistas que se sumaron a la misma, eran personas que se veían reflejados en una gran estrella de los años 40 y principios de los 50 llamada Hank Williams. Un hombre que, sin saberlo, se convirtió en el primer cantante Outlaw habiendo fallecido en el año 1953. Hank era un artista que no hacía caso a los consejos externos, ni de representantes, ni de productores, ni de estrellas amigas como el mismísimo Roy Acuff, quien fue uno de sus ídolos e incluso llegó a asesorarle ya que poseía un sello discográfico. Hoy quiero empezar esta nueva edición de “Conociendo la música country” escuchando a este genio de la canción popular americana, ya que, sin él, este género no hubiese sido lo mismo.

Entremos en materia, esta corriente nace en los años 70 con la figura de un cantante rebelde como Waylon Jennings, un texano que llevaba desde los años 50 codeándose en los escenarios más locales y fijándose en artistas de la talla de Ernest Tubb, Hank Williams o Carl Smith. Fue compañero de fatigas de Buddy Holly y su banda actuando como bajista de “The Crickets”, y llegó a formar su propio grupo “The Waylors”, pero la industria que salía de Nashville le tenía desencantado, además de sumergirse en una eterna espiral de vicios y deudas. En su peor momento llegó a compartir vivienda con otro cantante de country que lo estaba pasando mal en los años 60 como fue Johnny Cash. Se apoyó mucho para salir adelante en su amigo Willie Nelson, otro de los cantantes texanos desencantados con el mundo del country. Llegó incluso a sacar un álbum llamado “Nashville Rebel” donde ya se veía que algo estaba empezando a germinar contra los cánones de esta industria. Fue en el año 1972 cuando publica un disco llamado “Ladies Loves Outlaws”, y este es el momento en el que su vida musical iba a pegar un giro. Este álbum publicado con RCA Víctor supuso un éxito personal para Jennings, pero también un acercamiento a la contracultura que querían marcar a esa industria de Nashville. Unos mandatarios que querían que todos esos experimentados y exitosos artistas locales cumpliesen con ciertos cánones de vestimenta, y que se limitaban a abandonar los arreglos orquestales y los instrumentos del country tradicional. Waylon sintió esa falta de libertad, y con este álbum se desmarcaba de cierto modo de la industria. Ese mismo año contrajo hepatitis y estuvo ingresado en el hospital, donde pasó un gran periodo de reflexión. Estaba frustrado por lo que estaba haciendo en el mundo de la música, y en este periodo fue cuando conoció al que sería su nuevo mánager, Neil Reshen y por el que rechazaría los contratos con RCA Víctor. Reshen además firmó también a Willie Nelson, tras ser presentado por Jennings en el aeropuerto de Nashville, y este representante además le dijo a Waylon que se dejase esa barba que le había crecido en el hospital para darle un toque más rebelde, y fuera de la ley.

Ante el éxito que fue ganando Waylon, y esa etiqueta que comenzó a escribirse en los diarios gracias a una periodista y publicista como Hazel Smith utilizada para describir el sonido de este artista, cada vez más cantantes se fueron sumando a esta contracultura musical. Se empezó a ver a los cantantes que marchaban fuera de la ley como verdaderos forajidos del sistema y partícipes de un subgénero del country del que se desmarcaban los más conservadores que participaban en programas de radio como el Grand Ole Opry. Un estilo que consiguió conectar con el público y que dio pie a que cantantes como Willie Nelson, que iba de la mano de Waylon y su representante se introdujese de lleno. En 1976 se publicó el que sería el primer disco de platino del country llamado “Wanted! The Outlaws”. En este recopilatorio participaron Willie y Waylon Jennings y fue el trabajo que marcó a Nelson y le asentó en la industria musical. Hay que recordar que Willie era un hombre que compuso muchos temas de éxito para otros artistas a principios de los años 60, pero que llegó a retirarse a su Texas natal desencantado con la música a mediados de esa década tras probar suerte sin éxito. Posteriormente a ese disco ya como un verdadero Outlaw llegaron sus mejores años en la década de los 80. De hecho sigue en activo publicando discos. Recordemos que nació en el año 1933 y que es una de las grandes leyendas vivas del country. Os voy a dejar uno de sus últimos trabajos del año 2019 como es “Ride me back home”.

Hablando de Waylon y Willie y ese talento en el que se fijaron ambos como fue Hank Williams, no podemos dejar atrás al hijo de este artista como es Hank Williams Jr. Él fue otro de los cantantes de country que sintieron la llamada de esta corriente, se dejó crecer el pelo y empezó a portar chaquetas de cuero como si fuese un verdadero cantante a la fuga del sonido Nashville. Hay que decir que Hank Jr se convirtió en un juguete roto de la industria, ya que desde bien pequeño tuvo que cantar por lo escenarios las canciones que cantaba su difunto padre. Lo hacía obligado por su madre y el público sentía necesidad de escuchar al que había sido su gran ídolo. Lógicamente no daba la talla puesto que era un adolescente y eso le causó un trauma por el cual desde bien joven quiso alejarse de la música, hasta que se asentó en los años 70 en este subgénero.

El cuarto cantante que me gustaría traer a colación en este especial sobre los músicos que iban fuera de la ley es el Rey del género, Johnny Cash. Un artista adelantado a su época y cuyo legado sigue siendo el más grande dentro del mundo del country. Cash escuchaba mucha música de todos los estilos desde pequeño, grabó miles de canciones y conocía a la perfección la gran parte de canciones y cantantes de este estilo que había en el momento. Fue un hombre que perteneció a la industria desde mediados de los años 50, pero también se sintió abandonado en los momentos que peor lo estaba pasando por su adicción a las anfetaminas y al alcohol, además de su divorcio. Rescatado en 1968 por la cantante June Carter y formando una nueva familia, redimiéndose de sus pecados acercándose a la religión consiguió reubicar su carrera musical en los años 70 gracias a esta corriente con la que se sentía muy conforme. Amaba el country, y el público le amaba a él. Fue un artista que apostó por muchos cantantes, creía en su talento y la vida se lo devolvió. Era un adicto al trabajo y a las giras musicales. Os dejo un tema compuesto por su amigo Bob Dylan, en el que habla de un hombre que está siendo buscado por la justicia, algo parecido a lo que eran los Outlaws.

Uno de esos artistas a los que Cash impulsó fue un actor y cantante texano como Kris Kristofferson. Un hombre que tenía ascendencia sueca por parte de su abuelo y que tuvo que realizar el servicio militar obligado por su familia. Posteriormente estudió un doctorado en Bellas Artes y se acabó mudando a Nashville persiguiendo su sueño de ser cantante. En el año 1965 conoce a June Carter y a Johnny Cash ya que trabajaba limpiando en el estudio del sello Columbia Records. Le entregó una cinta a Carter con grabaciones suyas y ésta se lo dio a Cash. Johnny no le hizo mucho caso, ya que para él era otras de las tantas cintas y cartas que recibía. Kris también trabajó como piloto de helicóptero en una ruta de Louisiana, y en cuyos descanso aprovechaba para componer para después los fines de semana volver a Nashville y dar salida a esos temas. Un día se presentó con el helicóptero frente a la casa de Cash intentando llamar su atención y le enseñó el tema “Sunday Morning Coming Down”. A cash el encantó y de hecho le impresionó de sobremanera e incluso decidió grabarlo. Kris logró ese año el premio a compositor del año y comenzó a labrarse una carrera musical. Está en el salón de la fama del country y se sumó a la corriente de músicos outlaws de la mano de su mentor. Para mi Kristofferson es el mejor compositor de música country de la historia, prueba de ello son temas como “Me and Bobby Mc Gee” que tantos artistas han versionado después o “Help me make it through the night” que tanto éxito tuvo. Hoy os quiero dejar con otra de mis predilecciones como fue “Sunday Morning Coming Down”.

Sobre artistas del mundo outlaw podríamos estar escribiendo varios episodios. Podríamos destacar también a gente como Johnny Paycheck, Steve Earle, David Allan Coe, Jessy Colter, Merle Haggard, Sam Outlaw,  Marty Robbins, el hijo de Waylon Shooter Jennings,  o incluso al hijo de Willie, Lukas Nelson. En otra edición podríamos hablar de esos otros artistas que se sumaron al subgénero. Para terminar, quiero poner el broche con una banda, mejor dicho, un supergrupo llamado “The Highwaymen” formado por cuatro grandes cantantes del mundo outlaw como Waylon Jennings, Johnny Cash, Willie Nelson y Kris Kristofferson, que se juntaron en el año 1985 para llegar a sacar en la siguiente década hasta tres álbumes con temas compuestos por ellos. Algunos ya habían visto la luz por separado y los cantaban a cuatro voces y otros eran creados específicamente para ello. Eran gente que ya había rebasado puntos altos de éxito en sus carreras, y que decidieron juntarse para dar más importancia al movimiento que crearon unos años antes. Su primer disco “Highwayman” tuvo mucho éxito, el segundo no tanto y el tercero grabado con otro sello diferente para mí fue uno de los que contiene los mejores temas. Os quiero dejar con el tema que da nombre a este disco, se llama “The Road Goes On Forever”, es de 1995, y es una verdadera delicia con la que poner el broche a este capítulo. Todos ellos recordaron esta etapa musical con gran estima y nostalgia años después de separarse.

Os  recuerdo que ya tenéis disponibles todos estos temas en la lista de Spotify de este espacio “Toques sureños- american music”, y que podéis seguir toda la actualidad del blog en la cuenta de twitter @blogsurenos. Por último recordaros que si queréis saber más sobre la cultura sureña estadounidense tengo en marcha un podcast llamado “Vientos del Sur”, donde tienen también cabida la música, el cine y los libros. En Ivoox y en Spotify.

 

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