Revisión gratuita del estado de Jones

Matthew McConaughey y el director de Los juegos del hambre se unen para Free State Of Jones. Aquí está nuestra reseña…

El McConaissance continúa con Free State Of Jones, un drama de la Guerra Civil estadounidense que se centra en la convincente pero poco conocida historia del desafiante y justo granjero de Mississippi Newton Knight (Matthew McConaughey) y su revuelta armada contra la Confederación. Abriéndose al horror sembrado de balas en un sangriento campo de batalla estadounidense, Free State Of Jones ofrece una brutal matanza de bayonetas mientras las tropas confederadas son abatidas cíclicamente mientras son llevadas metódicamente hacia las líneas de fuego de la Unión. La implacable carnicería es un recordatorio gráfico de que más de 600.000 personas perdieron la vida en la prolongada batalla que tuvo lugar entre 1861 y 1865.

Al presenciar la muerte de un joven granjero del sur, Knight se cansa de la agotadora vida en el campo de batalla y busca provocar un levantamiento contra el corrupto gobierno confederado local. Los impenetrables pantanos del condado de Jones ofrecen un refugio sin prejuicios para Knight, un desertor del ejército, junto con un grupo fugitivo de esclavos de las plantaciones. La encapsulación definitiva como una figura desafiante Knight lidera una milicia guerrillera (compuesta por esclavos, fugitivos y mujeres) en busca de justicia política.

El héroe radicalizado de McConaughey a menudo se ve agobiado por discursos secamente extensos que a menudo se inclinan hacia el lado mordaz de la predicación. Gugu Mbatha-Raw continúa sobresaliendo como un nuevo talento electrizante, cuya tierna actuación como Rachel, la esclava dotada de medicina, agrega una cruda presencia humana en un ambiente que de otra manera estaría perturbado.

Entretejiendo dos historias generacionales separadas por 85 años, las tribulaciones del regimiento rebelde de Knight se yuxtaponen con flashforwards ocasionales que representan el juicio por mestizaje de Davis Knight (bisnieto de Newton) en 1948. Esta subtrama innecesaria cuestiona la ascendencia materna de Davis y si alguna Se habían violado las leyes de segregación racial. Las escenas innecesarias y prescindibles de la sala del tribunal desequilibran asombrosamente el ritmo, prestando una calidad de drama televisivo superflua a una pieza de época que de otro modo sería agotadora.

El cuatro veces nominado al Oscar Gary Ross (Seabiscuit/Los juegos del hambre) utiliza con tacto su guión meticulosamente detallado, que se basa en una década de investigación independiente con aportaciones de destacados estudiosos de la Guerra Civil. Martha Hodes, de la Universidad de Nueva York, y Eric Foner, de la Universidad de Columbia, ofrecieron retrospectivamente detalles clave sobre la calidad interracial del siglo XIX y la era de la Reconstrucción. En un intento por abarrotar décadas de eventos históricos, Ross (quien también dirige la película) pierde la narrativa conmovedora periódicamente a lo largo de las dos horas y veinte minutos de duración, lo que brinda una tendencia aburrida de lección de historia que se estanca monótonamente en el último tercer acto.

Filmada en catorce ubicaciones alrededor de Luisiana, el exuberante entorno pastoral se suma a la sensación cada vez mayor de aislamiento físico y emocional, haciendo que la necesidad de un refugio neutral (un estado libre) sea cada vez más pertinente. Free State Of Jones, que trata sobre las crecientes tensiones raciales y la formación del bárbaro Klu Klux Klan, es a veces un reloj castigador e implacable. Aunque tiene fallas de tono en todas partes, esta brutal pieza de la historia estadounidense todavía merece ser vista.

Free State Of Jones ya está en los cines del Reino Unido.

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