El 1 de julio de 1989, el Dr. Henry Kissinger, durante muchos años Secretario de Estado de los Estados Unidos, se hizo socio del FC Bayern. Mañana, sábado 27 de mayo, Kissinger, nacido en Fürth, celebra su 100º cumpleaños. En nuestra entrevista, nos habla de su eterna pasión por el fútbol, de su conexión con el campeón récord alemán y de por qué Franz Beckenbauer sigue siendo una figura que inspira a la gente hasta el día de hoy.
Entrevista a Dr. Henry Kissinger
Señor Kissinger, usted es socio del FC Bayern desde 1989, y tenía una conexión especial con Franz Beckenbauer en particular. ¿De dónde procede?
"Vi jugar por primera vez a Franz Beckenbauer cuando condujo a la República Federal de Alemania a la victoria por 2-1 en la final de la Copa Mundial de 1974, en Múnich, contra una selección holandesa técnicamente superior. Jugaba en la posición de líbero, el jefe de la defensa que tapaba los huecos que abría el equipo atacante. Además, dio a esta posición una profundidad completamente nueva, ya que también le otorgó una dimensión ofensiva. En ataque actuaba como director de orquesta, que enlazaba con sus compañeros con pases sutiles. Beckenbauer poseía una habilidad increíble para distribuir el balón entre sus compañeros, y de formas inimaginables vistas en abstracto y, sin embargo, evidentes en su ejecución. Yo estaba fascinado".
„El fútbol al más alto nivel es una complejidad disfrazada de simplicidad.”
Incluso hay imágenes de cuando conoció al "Kaiser" a principios de los 80 tras un partido en el Cosmos New York... y está tumbado en un baño de hielo...
"Sí, el "Káiser"... ya se sabe: los héroes caminan solos por las calles, pero se convierten en mitos cuando enriquecen la vida de todos nosotros y nos llegan al corazón. Beckenbauer, el "Káiser", se convirtió en ese mito. Se inspiró en sus proezas deportivas y su visión estratégica, pero también en su fuerza de voluntad cuando jugó el famoso "Partido del Siglo" entre Alemania e Italia en el Mundial de 1970 con un brazo en cabestrillo. Como vivimos en una época a menudo poco inspirada, hoy le aprecio más que nunca. Más tarde se convirtió también en un entrenador excepcional, aplicando sus habilidades como pocos pueden hacerlo. Llevó a la selección alemana a la victoria en el Mundial de 1990 y al FC Bayern al campeonato alemán, además de ganar la Copa de la UEFA. Cuando Beckenbauer llevó la Copa Mundial a Alemania en 2006, volvió a consolidar su estatus único en el fútbol mundial. A mis ojos, sigue siendo la figura dominante de la historia del fútbol alemán hasta el día de hoy".
Usted tiene 100 años de experiencia vital y encuentros en el más alto escenario mundial. ¿Qué representa el fútbol? ¿Es una nota al margen de la vida, o aporta a la gente mucho más de lo que cree?
"El fútbol al más alto nivel es una complejidad disfrazada de simplicidad. Es un juego muy diferente de los deportes con los que la gente de Estados Unidos está más familiarizada, es decir, el fútbol americano y el béisbol. Los once jugadores deben poseer las mismas habilidades, sobre todo en el fútbol moderno, donde la diferencia entre jugadores ofensivos y defensivos se ha difuminado. Al ser un juego continuo, no puede dividirse en una serie de jugadas que puedan practicarse, como en el fútbol americano o el béisbol. El fútbol americano y el béisbol se deleitan en la perfección de sus repeticiones, el fútbol en la improvisación de soluciones a imperativos estratégicos en constante cambio. El fútbol requiere poco equipamiento, aparte de un par de botas. Todo el mundo cree que puede jugar al fútbol. Y puede ser jugado espontáneamente por cualquier número de personas, en cualquier momento y en cualquier lugar. Por lo tanto, el fútbol es un juego maravilloso para las masas, que pueden identificarse plenamente con sus pasiones, sus triunfos repentinos y sus inevitables decepciones".
„"El fútbol garantiza una adicción de por vida a una mezcla de esperanza, miseria y euforia a medida que las expectativas se establecen, se complacen y se superan".”
¿Qué le aporta el fútbol personalmente?
"El fútbol garantiza una adicción de por vida a una mezcla de esperanza, miseria y euforia a medida que las expectativas se establecen, se complacen y se superan. Yo he vivido esta experiencia, como muchos otros. He tenido la suerte de estar vinculado al fútbol toda mi vida. Franz Beckenbauer, Pelé y yo intentamos llevar la Copa Mundial de 1986 a Estados Unidos -no lo conseguimos-, pero esa visión se hizo realidad en 1994. Fue una gran alegría para mí personalmente".
¿Hay partidos o jugadores que recuerde especialmente?
"Hay partidos que fueron definidos por ciertos jugadores, especialmente durante los Mundiales. Pelé en 1970, Diego Maradona en 1986, Zinedine Zidane en 1998. El mencionado 'Partido del Siglo' en el Mundial de México 1970 es uno de los que nunca olvidaré. La final de la Copa Mundial del pasado diciembre también fue un gran partido, una maravillosa culminación de la creatividad futbolística, pero personalmente me gusta rememorar el fútbol de una época pasada en la que, en mi opinión, había más fútbol ofensivo y los grandes partidos no se decidían en los penaltis. En general, me encanta este deporte. El fútbol americano y el béisbol son una glorificación de la experiencia humana; el fútbol es su encarnación. Así que ofrece mucho a sus aficionados, porque multiplica las situaciones en las que sientes la gran inmensidad de la condición humana".
Foto: Jürgen Frank
Serie Inigualable: Franz Beckenbauer